El Banco de España alerta de la falta de futuro de los jóvenes: uno de cada tres menores de 30 años no tiene ingresos

  • La temporalidad en el empleo y los precios de la vivienda lastran las perspectivas de los jóvenes.
  • De acuerdo con el estudio, son el colectivo que "menos se han beneficiado" de los ERTE durante la crisis.
  • Recuerdan que España es, junto a Francia, el país europeo donde más parte del sueldo se dedica al alquiler.
Archivo - Un hombre mira el cristal de una oficina de empleo, SEPE (antiguo INEM) horas después de conocer los datos del paro de noviembre, en Madrid (España), a 2 de diciembre de 2020. El número de parados registrado
Un joven delante de la oficina del INEM.
OSCAR DEL POZO
Archivo - Un hombre mira el cristal de una oficina de empleo, SEPE (antiguo INEM) horas después de conocer los datos del paro de noviembre, en Madrid (España), a 2 de diciembre de 2020. El número de parados registrado

El Banco de España alerta sobre la situación económica de los jóvenes, ya de por sí delicada, que se ha agravado durante la pandemia. En el informe 'La crisis de la covid-19 y su impacto sobre las condiciones económicas de las generaciones jóvenes', el organismo avisa de que el 35% de los menores de 30 años no tiene ingresos, una cifra que aumentó cinco puntos desde antes del inicio de la crisis hasta finales del año pasado.

El director de Economía del Banco de España, Óscar Arce, explicó que las  causas de esta situación son, entre otras, el precio de la vivienda, la temporalidad y la poca protección que la gente joven ha encontrado en los ERTE durante los meses más complicados de la pandemia. Además, habla también de un importante retroceso a nivel educativo, por la pérdida de las clases presenciales.

"Los jóvenes tienen una vinculación frágil con el mercado laboral", con una "acusada reducción reciente tanto de las horas como de la duración de sus contratos", explican en el informe. Esas circunstancias dificultan la emancipación. En torno al 87% de los nacidos en 1988 vivía con sus padres a los 26 años, un porcentaje cinco puntos mayor que el de los nacidos en 1976

Cada vez menos jóvenes compran una vivienda

Asimismo, la proporción de individuos jóvenes que poseen su vivienda de residencia a los 30 años ha ido disminuyendo para los nacidos a partir de 1980: mientras que el 26% de los nacidos en 1976 poseían su vivienda principal, el porcentaje entre los nacidos en 1988 era apenas del 7%.

"En una generación, los jóvenes propietarios han caído casi 20 puntos, algo que no se había visto en España en las últimas décadas", expresan desde el organismo. Otra de las patas del problema de la vivienda es el alto precio de los alquileres. El Banco de España recuerda que España "es el país europeo junto con Francia donde los jóvenes dedican mayor porcentaje de su renta al alquiler, el 30%", y achaca este problema al hecho de que cada vez menos gente joven adquiere vivienda en propiedad, por lo que la demanda de alquileres aumenta, lo que hace que suba el precio.

El regulador también ve importantes lagunas en el sistema educativo. "Es necesario mejorar los sistemas de selección del personal docente y de investigación y reforzar la financiación vinculándola a objetivos de excelencia", explicó el propio Arce. 

Los jóvenes, los que menos se han beneficiado de los ERTE

Arce añadió que que los jóvenes "se han beneficiado menos de la aplicación de los ERTE" que otros colectivos. Según los datos del último trimestre del año, la probabilidad de encontrar un empleo para un joven era mayor "si no estabas en ERTE que si estabas en ERTE", por lo que este sistema "no estaba facilitando su reinserción en el mercado laboral, destacó.

Por otro lado, dejó caer que será necesario alargar la edad de jubilación. En opinión del Banco de España, las vidas laborales deberían ser conformes a las vidas biológicas, es decir, cada vez "más prolongadas". Arce lanzó un aviso en este sentido: "Es algo que se debe aceptar con naturalidad y como algo positivo".

Asimismo, en materia fiscal, recordó que la pandemia ha requerido un fuerte estímulo que, a futuro, deberá dar paso a un proceso sostenido de consolidación, que deberá iniciarse "cuando la recuperación económica esté asentada". En este sentido, ha apuntado que los objetivos medioambientales fijados para 2030 son ambiciosos y la política fiscal deberá desempeñar un papel importante "en la gestión de la transición hacia una economía medioambientalmente sostenible, ya que España presenta una brecha de recaudación, respecto a la zona euro, de impuestos medioambientales de 0,8 puntos porcentuales de PIB". 

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