Málaga es una ciudad abierta, que a base de haber visto pasar a culturas y civilizaciones distintas, es una monumental... y ahora museística. Hay mucho que ver en esta capital andaluza.
'La Manquita' (su catedral), el Teatro Romano, la Alcazaba, el castillo de Gibralfaro, el Museo Picasso, el Museo Carmen Thyssen, el Centre Pompidou Malaga, el Museo Ruso San Petersburgo, el Centro de Arte Contemporáneo y más nos espera en la renovada capital andaluza del mar.
Esta vez queremos conocer lo bien que se bebe y se come en Málaga, pero no en las mesas de sus restaurantes sino en las barras de sus bares. Nos vamos de pinchos y tapas por la capital andaluza en una ruta inolvidable por sus míticas calles.
Mucho mar y algo de montaña
El recetario de pinchos y tapas de Málaga es un mar y montaña en toda regla. Desde los boquerones fritos a las puntillitas, el cazón o los salmonetes, pasando por las albóndigas en salsa de almendras, el salpicón de marisco o las gambas al ajillo. Y también, del lado de la tradición, el ajoblanco y la porra antequerana.
El Pimpi (Granada, 62)
Toda ruta de tapeo por Málaga empieza o termina aquí. El Pimpi es una catedral (y no manca) entre los bares de tapas. Abrió en 1971, pero su edificio (del siglo XVIII) ya era una de las bodegas con más solera. Y lo sigue siendo. Entre barricas de vinos de la tierra podemos pedir ensaladilla rusa, pimientos asados y frituras de pescado, especialmente los boquerones.
El Chinitas (Moreno Monroy, 4)
Esta calle concentra algunas de las mejores barras de Málaga. En El Chinitas, croquetas de pringá, frituras de pescado y su jamón.
Mercado Atarazanas (Atarazanas, 10)
Está, sí, en el mercado. Popular y auténtico. Gambas, pulpo, pescado frito y anchoas, por ejemplo.
Cortijo de Pepe (Plaza de la Merced, 2)
Otro clásico. Cocina local y tradicional... y deliciosa. Desde su bacalao a ajillo al pulpo a la brasa, pasando por atún en salsa. Y también, ibéricos y montaditos.
La Tranca (Carretería, 92)
Una tasca como siempre han sido. Eso aquí quiere decir con barra de madera y azulejos en las paredes. Entre otras cosas, pinchos de langostinos, tortillas variadas y empanadas.
Taberna Uvedoble (Císter, 15)
Local afamado donde podemos pedir tapas, medias raciones y raciones enteras. Entre sus clásicos ensaladilla rusa y gambas.
Bodegas Quitapenas (Sánchez Pastor, 2)
Otro de toda la vida, o casi. Abrió en 1880). Chopitos y berenjenas fritas, por ejemplo, con vinos de Málaga.
KGB (Fresca, 12)
Al lado de Moreno Monroy, pero en moderno. En Kuartel Gastronomic Bar hay tapas modernas asomadas a las nuevas elaboraciones. Por ejemplo, ensalada negra de pasta con vieiras o tataki de tiburón.
El Tapeo de Cervantes (Cárcer, 8)
Otro creativo. Solo hay que ver: croquetas caseras con mermelada de piña o pincho de pollo macerado en limón con arroz basmati.
Bodeguita el Gallo (San Agustín, 19)
Para los que gustan de los bares tradicionales. Entre sus clásicos, los huevos rotos con jamón o los flamenquines.
Terrazas con muchas vistas
Nos gusta disfrutar en una terraza y la pandemia ha confirmado ese gusto. Más en el Sur. El buen clima del que goza Málaga durante casi todo el año favorece la proliferación de terrazas.
Estas cuatro son buenos ejemplos de locales con buena terraza y meores tapas: Vino Mío (Plaza de Jerónimo Cuervo, 2), Óleo Restaurante (Alemania, s/n), Nacalú (Bolsa, 11) y El Refectorium (Paseo de la Sierra, 36).
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