Un anciano de 84 años ha fallecido este martes de neumonía, sin haber sufrido patologías previas. El hombre se llamaba Salvador Romero y ha muerto seis días después de haberse inoculado la segunda dosis de la vacuna de Pfizer. Según asegura ahora su hijo, ésa ha sido precisamente la causa de su fallecimiento.
"La segunda dosis lo ha rematado", lamenta uno de los hijos del fallecido al periódico 'Levante', señalando que el viernes se encontraba bien y que, a partir del sábado, el estado del anciano empezó a decaer hasta fallecer "de forma fulminante" este lunes en el Hospital de Sagunt (Valencia).
Romero era residente de un geriátrico de Viver y, en línea con el plan de vacunación de España, se le suministró la vacuna contra la Covid-19 el pasado 30 de diciembre, junto a todos los residentes y parte del personal de la residencia.
Ahora, su familia ha acudido a una comisaría de Valencia para denunciar su fallecimiento y exigir la responsabilidad de la Consejería de Sanidad por no haber verificado si los ancianos estaban contagiados antes de inyectarle la vacuna. Romero podría haber fallecido de Covid, ya que entre la primera y la segunda dosis sigue habiendo posibilidad de contagiarse.
Según refleja la denuncia a la que ha tenido acceso el citado periódico, los familiares "consideran que el fallecimiento de su padre ha sido debido a un efecto adverso de la vacuna anticovid y que posiblemente la administración de la segunda dosis le ha causado una merma muy grave en su estado de salud que lo ha conducido finalmente a su muerte".
Por ello, han solicitado al juez que se preserve el cuerpo para poder hacer una autopsia y determinar las causas del fallecimiento, "así como que se realicen las gestiones tendentes a determinar si el suministro de la vacuna, dada su merma de salud, pudiera haber sido inadecuado o improcedente".
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