¿Puedes arreglar tú mismo el móvil? El 60% de sus averías se produce antes de los 2 años, según la OCU

Únicamente por acceder a las entrañas del dispositivo se anula la garantía.
Únicamente por acceder a las entrañas del dispositivo se anula la garantía.
OCU
Únicamente por acceder a las entrañas del dispositivo se anula la garantía.

La obsolescencia programada. Leyenda urbana para algunos. Realidad para casi todos. El pasado miércoles, el Parlamento Europeo –PE– dio un importante paso en pos de proteger al consumidor. Aprobó un informe en el que pide a la Unión Europea –UE– que abogue por el derecho a la reparación de los aparatos por parte de los consumidores, que los proteja de la obsolescencia prematura y que apueste por la reutilización y la sostenibilidad.

Entre las propuestas principales de esta propuesta sobre la obsolescencia programada de móviles, tablets y electrodomésticos en general, destacan el hecho de exigir un etiquetado que proporcione a los consumidores información sobre la vida útil estimada de los productos, especificando las opciones de reparación en el momento de la compra, o adaptar y armonizar a nivel europeo la garantía legal de los productos de conformidad con su vida útil estimada.

El 29 % de las averías se producen entre los dos y los tres años, cuando ya no está vigente la garantía

Las cifras relacionadas con esta obsolescencia programada y las dificultades para reparar son definitorias. Recientemente, la Organización de Consumidores y Usuarios –OCU– emitió un comunicado en el que apuntaban que, según su Barómetro de Obsolescencia Prematura, el 60% de las averías en los móviles se produce antes de los dos años. Y, curiosamente, el 29% de los problemas ocurre entre los dos y los tres años, cuando ya no está vigente la garantía.

Las averías más frecuentes en los móviles y las tabletas, continúan desde la OCU, están relacionadas con la pantalla y la batería, y muchas de ellas no están cubiertas por la garantía al tratarse de piezas consumibles o desperfectos por el uso.

Entonces, ¿qué hace el consumidor? A tenor de los datos proporcionados por la Organización, la mitad de los españoles intenta reparar su dispositivo móvil, pero sólo un 6% prueba a repararlo por sí mismo. Algo lógico, si se tiene en cuenta que únicamente por acceder a las entrañas del dispositivo se anula la garantía. Los fabricantes, subrayan, “quieren que solo los servicios técnicos oficiales abran sus dispositivos mientras estén en el período de garantía”.

El derecho a reparar del consumidor

En OCU se hacen una pregunta de difícil respuesta: ¿y si ya no está en garantía o el problema no está cubierto por ella? ¿Qué posibilidades tienen los consumidores para resolver el problema por sí mismo? “Si estás contento con tu dispositivo, no tiene garantía y quieres repararlo, te enfrentas a una misión casi imposible: lo hemos comprobado”.

La Organización ha hecho una prueba: ha abierto y desmantelado 10 móviles y cuatro tabletas para medir por primera vez su ‘índice de reparabilidad’, o la posibilidad de repararlo uno mismo. El experimento se ha llevado a cabo con dos de los fallos típicos, que afectan a los puntos débiles: sustitución de la pantalla y de la batería.

De entrada, exponen, “el consumidor tiene que gastarse al menos 35 euros, ya que la reparación requiere de unas herramientas especiales –a lo que hay que añadir el coste de la pantalla, de la batería o del hardware que se haya roto–“.

Además, está la búsqueda de las piezas, puesto que los fabricantes no las venden. Es decir, “tendrás que anotar la referencia y comprarlas online o en una tienda de reparación. Pero, aunque encuentres un repuesto, puede resultar muy difícil saber si se trata de una pieza original o no”.

Los fabricantes no tienen interés en que se reparen móviles o tabletas

Es casi imposible encontrar disponible un posible manual en las webs de los fabricantes para la sustitución de las piezas, explican. “Parece que los fabricantes no tienen interés en proporcionar información clara. Algunos, como Apple y Samsung, ofrecen servicios de reparación, pero no con la intención de que se ocupe el propio usuario. En el mejor de los casos, encontrarás algún vídeo en YouTube de otros usuarios que repararon previamente esa avería”.

El tiempo que se tarda en abrir el dispositivo y acceder, tanto a la batería como a la pantalla, señalan, “refleja la complejidad a la que se enfrentan los usuarios: 40 minutos para la batería de la Surface Pro 7 o algo más de 21 minutos para la pantalla del Motorola Moto G8 Power, por ejemplo. Cuanto más complicado sea, más probable será que se desanime o cometa un error”.

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