Cómo llevar a cabo el destete de manera eficaz, saludable y respetuosa

  • Lo ideal es que se haga de forma progresiva para evitar problemas, tanto en la madre como en los niños.
  • ​La lactancia no es solo nutrición, por eso es recomendable pasar mucho tiempo con el niño ofreciéndole caricias, juegos…
Una de cada tres madres abandonan la lactancia materna en España por causas laborales y sociales
Una de cada tres madres abandonan la lactancia materna en España por causas laborales y sociales
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Una de cada tres madres abandonan la lactancia materna en España por causas laborales y sociales

Tanto la OMS como la Asociación Española de Pediatría recomiendan la lactancia materna como la mejor forma de alimentar a un bebé. Además, aconsejan que sea su única alimentación hasta los seis meses, la principal hasta el año de edad y que se alargue como completaría hasta, al menos, los dos años de edad y prolongarse hasta que la madre y el niño quieran.

Es habitual que los niños, una vez se les va a introduciendo la alimentación complementaria, vayan sustituyendo las tomas de pecho y el destete de forma voluntaria se vaya produciendo poco a poco. La edad a la que esta se produzca puede variar mucho, pues, si la madre y el niño quieren, la lactancia puede llegar a durar años, aunque muchas veces se limita a la típica toma de antes de dormir.

Aunque lo ideal es que el niño se destete de forma voluntaria y natural, por diversos motivos, la madre puede decidir que ha llegado el momento de destetar al niño. A veces deberá hacerse de forma más o menos abrupta por motivos de salud de la madre, por un embarazo de riesgo… pero lo más recomendable es que, siempre que se pueda, se haga de forma progresiva para evitar problemas, tanto en la madre como en el bebé. Y es que dejar de dar el pecho de forma repentina puede aumentar el riesgo de que sufrir mastitis, obstrucciones o ingurgitaciones, además de problemas digestivos en el bebé. Además, a nivel emocional, un destete brusco puede resultar difícil de gestionar para ambos. Con algunos consejos, este proceso será mucho más llevadero y sencillo para los dos.

Dejar la teta antes y después de los seis meses

Si la madre decide dejar de dar el pecho antes de los seis meses, las tomas de leche materna deberán sustituirse por leche artificial, pues aún no está preparado para tomar otro tipo de alimento. En este caso, se deberán sustituir poco a poco -por ejemplo, una toma cada 2 o 3 días- por tomas de biberón. También se pueden ir acortando las tomas. En muchos casos, puede que el niño llore o rechace el biberón, e incluso se salte las tomas y prefiera no tomar nada. Esto irá cambiando en los días siguientes. Las tomas sustituidas, sobre todo los primeros días, es aconsejable que se las dé una persona que no sea la madre, pues los bebés pueden identificar el olor de la leche de su madre cuando está cerca.

Si elegimos el destete justo cuando debemos empezar la alimentación complementaria, es decir, después de los seis meses, el proceso es más sencillo, pues las tomas se pueden sustituir por papillas, cachitos pequeños de frutas y verduras, etc. Es normal que el niño siga queriendo pecho, pero después de estas comidas podemos ir ofreciéndoles un biberón y quitando tomas de pecho de forma paulatina, como hacíamos antes de los seis meses.

Si el niño rechaza el biberón porque no sabe succionar, se puede optar por usar tetinas blandas e incluso darles la leche a cucharaditas.

La parte afectiva es mucho más difícil de sustituir que la comida, pues el pecho no es solo nutrición, es consuelo, cariño, contacto, caricias… Por eso, durante este proceso será necesario pasar mucho tiempo con el niño ofreciéndole caricias, mimos, juegos… especialmente durante las tomas que le vayamos quitando.

¿Qué hacer en niños mayores de un año?

El destete en un niño que no quiere dejar la teta es más complicado a nivel emocional cuando es mayor, pues, aunque la leche materna también alimenta y sigue aportando grandes beneficios a nivel inmunológico, a esta edad los niños suelen demandar el pecho en busca de consuelo, cariño, cuando están cansados… La parte positiva es que, sobre todo en niños a partir de dos años, se puede ir ‘negociando’ con ellos de alguna manera.

Durante esta época, y para que el destete se haga de manera voluntaria y respetuosa, se pueden llevar a cabo algunos trucos que pueden ayudar a hacer más llevadero el proceso.

•No ofrecer, no negar. Esta es la primera máxima para llevar a cabo un detente respetuoso y eficaz. Y es que, si no ofrecemos el pecho, es probable que nos ahorremos más de una toma, y si además, no se lo negamos, evitamos las consecuencias emocionales negativas que tiene para el niño, como sentirse rechazado. Además, negar, puede provocar el efecto contrario, que lo pida con más ganas.

•Ofrecer alternativas. Según pasa el tiempo, en lugar de negar, podemos ofrecer al niño alternativas e intentar negociar con él. Por ejemplo, podemos decirte que a partir de este día sólo para dormir, solo en casa o que a determinada hora ya no mamará. En este caso, podemos ofrecerle algo que le guste mucho o le distraiga.

•La separación no es recomendable, a no ser que sea forzosa y no quede otra alternativa. Muchas madres, para evitar que el niño pida el pecho, se alejan de él unos días. Eso no es recomendable, pues a la falta de teta y todo lo que conlleva, se sumará la falta de su madre, lo que provocará un doble sufrimiento en el niño. Además de que, como hemos explicado antes, lo mejor es pasar más tiempo con el niño, lo que sí podemos hacer es hacer algo divertido y alejado de la madre cuando el niño suela pedir una toma. Por ejemplo, si el niño suele pedir pecho a media tarde, que su padre, su abuela, etc. se lo lleve al parque. Habrá hecho algo divertido, no habrá pedido teta porque no estaba con su madre, pero la podrá ver después y tomar teta más tarde, en la siguiente toma.

•Usar métodos que hagan el pecho menos apetecible, como poner aloe vera en los pezones para que tenga un sabor desagradable, poner tiritas… Estos trucos pueden ser útiles para que se salte alguna toma o cuando solo toman una vez al día, aunque no deben usarse en todas si no queremos provocar problemas en el pecho.

•Ve anticipándole el final. Durante este proceso, que será más o menos largo dependiendo del niño y de cómo se lo tome, podemos ir anticipándole al niño que la lactancia está llegando a su fin. Para los niños de más de 1,5-2 años, los cuentos son muy útiles. Hay muchos, como “La teta cansada” de Montse Reverte, “La fiesteta”, de Miriam Tirado, “Tetita”, de Diana Oliver, etc., que les ayudarán a comprender el proceso de forma amena, visual y divertida.

•Ten paciencia. Si has decidido llevar a cabo un destete respetuoso y progresivo, no des pasos atrás, pero tampoco te desesperes, pues, en algunos casos, suele demorarse más de lo que a las madres les gustaría y no ocurre de un día para otro.

Además de todos estos consejos para hacer más llevadero el destete del niño, la madre también debe poner atención a sus propias emociones, pues, aunque el destete sea una decisión firme y meditada, tampoco suele ser un proceso dulce para ella. Por eso, es habitual que, tras el destete o durante este, la madre se sienta triste. Esto se puede deber a un sentimiento injustificado de culpa y a motivos biológicos, pues las hormonas que hacen posible la lactancia -la oxitocina y la prolactina- también son responsables de sensaciones de bienestar, calma y relajación. La bajada de estas hormonas debido al destete, puede provocar sentimientos de tristeza o ansiedad.

Para evitarlo, además de seguir tu instinto y olvidarte de opiniones ajenas, piensa que dar el pecho más o menos tiempo no te convierte en mejor o peor madre. Hacer ejercicio, descansar lo suficiente o llevar a cabo actividades placenteras, como abrazar y dar besos a las personas que quieres, al igual que a tu hijo, te ayudará a hacer más llevadero el proceso. 

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