Mascarillas y ola de calor: cómo afrontar las altas temperaturas de julio

Calor y mascarillas
El calor y la humedad del verano pueden agravar los problemas que causan las mascarillas.
Jorge Paris
Calor y mascarillas

El uso de mascarillas continúa siendo obligatorio en la llamada "nueva normalidad" al ser una de las medidas más eficaces para frenar la transmisión del nuevo coronavirus. En este sentido, hay que prestar especial atención a la piel, que puede verse afectada por el uso prolongado de mascarillas, especialmente ahora con la llegada de las primeras olas de calor.

Las altas temperaturas hacen que el uso de mascarilla resulte incómodo, pero es una medida que hay que cumplir para garantizar la salud y seguridad. De esta manera, nos encontramos ante un nuevo reto de responsabilidad individual y sentido común para protegernos a nosotros mismos y a los demás.

Las afecciones cutáneas serán más prevalentes en verano

El uso frecuente de mascarillas, guantes o geles hidroalcohólicos ha generado un aumento de las consultas dermatológicas por el empeoramiento de algunas afecciones cutáneas como la dermatitis irritativa de contacto, el acné, rosácea, dermatitis seborréica o dermatitis atópica, tal y como asegura en un artículo el doctor José Carlos Pascual, de la Unidad de Dermatología del Hospital Quirónsalud de Torrevieja. 

En este sentido, "es esperable que con el aumento de las temperaturas y de la humedad propios del verano, estos problemas sean aún más prevalentes", destaca el especialista en dermatología. 

Puede que con estas primeras olas de calor observemos cómo aparecen granitos en la piel, aumenta su sequedad o presenta un mayor estado de deshidratación. La piel, además, sufrirá más este verano tras haber estado confinados durante varias semanas sin estar expuestos a la radiación solar.

Consejos para evitar problemas en la piel

¿Cómo podemos sobrevivir a 39 grados de temperatura con mascarilla? ¿Qué recomendaciones hay que tener en cuenta? Algunas de las principales medidas son mantener una correcta hidratación y evitar maquillajes oclusivos que fomenten la obstrucción de los poros, tal y como asegura en el mismo artículo el doctor José María Ricart, jefe de la Unidad de Dermatología del hospital Quirónsalud Valencia. 

Otro aspecto a tener en cuenta es la limpieza de la piel. Resulta necesario limpiar el rostro de forma habitual para permitir que la piel transpire, además de hidratarla y reforzarla. "Activos como el ácido hialurónico de alto y bajo peso molecular asegurara hidratación a diferentes niveles, los pre y probióticos ayudarán a fomentar una reparación natural de nuestra piel y reforzaran sus sistema defensivo y los proteoglicanos potenciaran la retención de agua en nuestra piel", afirma la doctora Cristina Corredea, dermatóloga del hospital Quirónsalud Valencia.

Recomendaciones para el uso de mascarilla durante el verano

"El ambiente húmedo y caliente que se genera debajo de la mascarilla, al quedar bajo oclusión, provoca una acumulación de sudor y grasa en la piel que puede favorecer la proliferación de bacterias y la aparición de brotes de acné", destacan desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM). La reducida ventilación de la zona y la humedad retenida puede provocar la aparición de sequedad, picor, tirantez e incluso escozor en la piel. 

¿Algunas mascarillas son más perjudiciales que otras con el calor? "Se puede pensar que las mascarillas de mayor capacidad de filtración tipo FFP2 o más rígidas podrían ser más lesivas, pero este factor no es tan importante como el tiempo que se necesite usar o colocarla de forma inadecuada", añade el COFM.

De esta manera, aquellas mascarillas que son más ajustadas pueden provocar una menor ventilación y acumulación de humedad. "Puede resultar beneficioso ir cambiando de modelo o marca de mascarilla para intentar que apoyen o rocen en zonas diferentes y así evitar la aparición de lesiones". 

El COFM ofrece las siguientes recomendaciones para evitar afecciones cutáneas por el uso de mascarillas, sobre todo con las altas temperaturas:

  • Limpieza del rostro antes y después del uso de mascarilla. 
  • Lavar con agua templada y con jabones o limpiadores suaves sin perfumes. Un jabón tipo 'syndet' puede evitar la irritación de la piel. Son la mejor opción para pieles con sensibilidad.
  • Aplicar crema hidratante para recuperar los nutrientes y el agua de la piel.
  • Antes de colocarnos la mascarilla, se recomienda aplicar en las zonas de roce una crema barrera o un apósito hidrocoloide.
  • Evita el uso de maquillaje. 
  • Utiliza bálsamo labial para evitar la sequedad en los labios.
  • Aplica protector solar debajo de la mascarilla, ya que no protege de la radiación ultravioleta. 

Por tanto, puedes probar a utilizar mascarillas de tipo quirúrgico que son menos ajustadas y permiten una mayor transpiración, al igual que las de algodón o higiénicas. No hay que olvidar que hay que mantenerse hidratado para evitar problemas relacionados con el calor, así como evitar salir en las horas con más calor. 

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