Telemedicina: ¿es posible ir al médico sin pasar por la consulta?

  • El 65% de los consumidores estarían dispuestos a usar la telemedicina aunque solo el 8% lo ha hecho hasta ahora.
  • La teleasistencia puede convertirse en una gran herramienta para pacientes crónicos y de edad avanzada.
  • La Covid-19 ha disparado el uso de la asistencia médica a distancia en las últimas semanas.
Nota Y Foto Telemedicina
Una consulta médica online.
JUNTA DE ANDALUCÍA
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Si bien es cierto que en cuestiones médicas ninguna herramienta informática va a poder sustituir por completo la consulta presencial también es un hecho que la evolución de la sociedad está propiciando en los últimos años un auge de la telemedicina que, además, a raíz de la pandemia originada por el coronavirus está creciendo a marchas forzadas dentro y fuera de nuestro país.

Según una encuesta reciente realizada por la aseguradora Cigna España, seis de cada diez españoles desearía tener una aplicación con la que acceder a una atención médica de calidad a distancia y la realidad es que el avance de las TICs (Tecnologías de Información y Comunicaciones), la utilización generalizada de Internet y el aumento de funcionalidades de los smartphones y otros dispositivos están favoreciendo el desarrollo de la telemedicina.

Sin embargo, recurrir a servicios médicos a través del teléfono móvil o la tableta es todavía una utopía o un simple deseo para muchos. De hecho, según el informe Covid-19: Telehealth is the New Front Door elaborado por la consultora Oliver Wyman el 65% de los consumidores estarían dispuestos a usar la telemedicina aunque solo el 8% lo ha hecho hasta ahora.

¿A quién va dirigida la telemedicina?

Aunque es cierto que la telemedicina podría considerarse en principio una herramienta para jóvenes por su familiarización y más fácil acceso a las nuevas tecnologías - la encuesta de Cigna afirma que el grupo de edad entre 35 y 44 años es el más proclive a su uso, con casi un 60% de adeptos a favor - también se ha convertido en un gran avance para pacientes crónicos y de edad avanzada, muchos de los cuales dependen de familiares o personas de su entorno para poder ir a sus revisiones médicas.

En su caso, la telemedicina supone una solución para ahorrar traslados, tiempo, costes y dependencia de sus más allegados. Es el caso del plan Telea, que arrancó en 2017 con un grupo de 49 pacientes de la localidad gallega de Santa Comba con enfermedad crónicas y que hoy funciona en toda Galicia y tiene más de 2.600 personas incluidas en la plataforma. Gracias a él pacientes aquejados de insuficiencia cardíaca, diabetes, hipertensión, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y fibrilación auricular incorporan telemáticamente parámetros como la presión arterial, la glucemia en sangre, la saturación de oxígeno o el peso y el índice de masa corporal en sus historia clínica, que son revisados por los equipos de atención primaria y favorece que estos puedan adelantarse a posibles agudizaciones de su patología. Algo que de otra manera no sería detectado hasta la siguiente consulta presencial.

Otros dos grupos que se benefician en alto grado de las teleconsultas son los mayores y los escolares. Cada vez son más las residencias de mayores que cuentan con servicios de teleenfermería y/o televideomedicina en ramas como la rehabilitación, la dermatología o la ortogeriatría. Por su parte, la implantación de la telepediatría facilita que los niños puedan ser atendidos por un médico en la escuela infantil o en el colegio en cualquier momento de la jornada. El número de consultas de pediatría supera los 33 millones al año en España, generalmente en horario lectivo de lunes a viernes. Según Kidscare, compañía especializada en servicios médicos en escuelas infantiles, la telemedicina en las escuelas infantiles podría resolver una media del 80% de las consultas, ahorrar 187 millones al año al sistema de salud y 3,6 millones de visitas a centros médicos, además de las horas que los padres se evitarían en desplazamientos.

Y es que entre los impactos más beneficiosos que tiene la telemedicina se encuentran la reducción de costes en la asistencia sanitaria, en los desplazamientos (llega a todas partes lo que beneficia a los habitantes de zonas alejadas de los centros de referencia) y el tiempo de espera. Según datos recogidos por la aplicación VIDA, que realiza video consultas a través de móviles, smartphone y tabletas, el 64% de las consultas las realizan mujeres y las más habituales corresponden a especialidades como la dermatología, ginecología y digestiva. Contar con la posibilidad de recibir atención o consejo médico desde cualquier lugar, cuando se sale de viaje sobre todo en verano, es otro de los factores que suele convencer a los usuarios.

Telemedicina y coronavirus

Es una realidad que la Covid-19 ha disparado el uso de la telemedicina en nuestro país en las últimas semanas, debido en gran parte al confinamiento obligado a causa de la crisis sanitaria y el decreto del Estado de Alarma en todo el país. Por un lado, las plataformas digitales que ofrecen estos servicios médicos evitan al usuario los traslados a los centros sanitarios en un momento en que que espacios con tanta aglomeración de público pueden ser focos de contagio o de carga viral. Por otro, descongestionan las urgencias permitiendo que se centren casi exclusivamente en los enfermos por coronavirus, evitan situaciones de caos en el sistema sanitario y permiten que los pacientes puedan consultar sus dudas sobre ésta y otras patologías de forma virtual y que los médicos puedan hacer una primera criba entre los casos que puedan precisar una exploración médica o ingreso hospitalario y los que no.

De hecho, servicios como Doctoralia ha puesto durante estos días a disposición de cualquier persona una sección específica sobre el coronavirus en su servicio Pregunta al Experto, donde los usuarios pueden compartir con los especialistas de la plataforma sus inquietudes sobre el virus: síntomas, factores de riesgo, consejos de prevención... Hasta la fecha en esta sección se han compartido casi 300.000 preguntas.

Asimismo, también se han multiplicado las solicitudes de muchos profesionales médicos para instalar servicios de teleconsulta durante las semanas que dure el confinamiento. Esto les seguirá facilitando el diagnóstico, seguimiento y tratamiento de los pacientes que requieran atención hasta que las consultas puedan reabrir con normalidad. E incluso puede ser la solución para seguir atendiendo consultas en el caso de que los profesionales médicos estén contagiados o pasando una cuarentena preventiva.   

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