¿Qué riesgos entraña ser madre a partir de los 40 años?

Es noticia que la presentadora Toñi Moreno está embarazada, a los 46 años, de su primer hijo. Un embarazo muy deseado que llega tras varios intentos y que recuerda otros casos recientes en los que la edad de la madre sobrepasaba los cuarenta años.  Ana Rosa Quintana, por ejemplo, tuvo a sus mellizos con 48 años, Monica Belluci fue madre por segunda vez a los 45, Anne Igartiburu pasó su primer embarazo con 47,  Ángela Molina dio la bienvenida al quinto a los 47 años e Irma Soriano a los 48.

Son casos que pueden llamar la atención, pero que no son en absoluto raros. En 2017, según datos del INE, 12.993 mujeres fueron madres por encima de los cuarenta años. Hasta 2014 las madres de 25 años eran más numerosas que las que estaban en la cuarentena.

Segun Eurostat, España es el país líder en primerizas de mayor edad, un 7'4% de las españolas tiene su primer hijo a partir de los 40 años.

¿Por qué este retraso? Hay distintas causas, desde apostar por una carrera profesional, hasta la precariedad, pasando por la carencia de una pareja estable.

¿A qué desafíos se enfrentan las mujeres que tienen hijos a partir de los 40 años? El principal es precisamente el poder tenerlos, la fertilidad. La reserva ovárica empieza a descender y los óvulos a perder calidad a partir de los 35 años. La dependencia de los tratamientos de fertilidad es el principal riesgo asociado a una maternidad tardía.

La edad media a la que las mujeres recurren a estas técnicas es de unos 38 años. El tope de edad por arriba que manejan en muchas de estas clínicas son los 49/50 años, aunque fuera viable con más edad y la ley no lo impida.

Estos tratamientos además son menos eficaces a mayor edad. Según el libro Ser madre a los 40 (y más allá), escrito por los expertos del Hospital Universitario Dexeus Marta Devesa, Alberto R. Melcón y Anna Veiga,  ya a partir de los 40 o 41 años su eficacia se reduce hasta un 15 o 18%.

"La ley no dice nada, pero hay una recomendación de la Comisión Nacional de Reproducción Asistida española de respetar los límites naturales de entre 48 y 50 años", explicaba a 20minutos en un reportaje sobre estas técnicas la doctora Victoria Verdú, coordinadora de ginecología de Ginefiv.

Más allá de los problemas de fertilidad, las mujeres que afrontan su primer emabrazo con más de 35 años, tienen mayor riesgo de desarrollar diabetes gestacional y tener trastornos hipertensivos (preeclampsia y eclampsia) o desprendimiento de placenta, aunque el exhaustivo control al que se someten minimiza mucho estos riesgos.

También hay más posibilidades de tener abortos espontáneos, tres veces más según datos del hospital Universitario La Fe de Valencia, y embarazos múltiples, que a su vez implican nuevos riesgos.

Para los niños hay más riesgos de prematuridad, complicaciones en el parto, retrasos en el crecimiento o anomalías cromosómicas. También aquí a cada año que pasa el seguimiento de los profesionales de la salud da más garantías.

No obstante, la doctora Verdú quiere transmitir el mensaje de que no hay que dormirse en los laureles: "Por mucho que en los medios de comunicación sean noticia con cierta regularidad madres con bastante más de 50 años, por desgracia la fertilidad de la mujer tiene un periodo de tiempo muy limitado y muchas de las que optan o se ven obligadas a retrasar el momento de ser madres creyendo posible un embarazo con más de 40 años pueden encontrarse con que ya no es factible".

Los doctores Devesa, Melcón y Veiga también destacan en su libro que la biología juega en contra de aquellas mujeres que quieren tener hijos con más de 35 años y que "no todas las mujeres son conscientes hasta qué punto descienden las posibilidades de tener un hijo en edades más avanzadas".