Asma, la enfermedad crónica más frecuente entre los niños

Inhalador que usa una persona con asma.
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El asma es una enfermedad crónica que afecta a las vías respiratorias. Las paredes internas se sensibilizan y se hinchan; eso las hace muy sensibles. Así, un asmático puede reaccionar intensamente a aquellas cosas que le irritan o a las que es alérgico.

La enfermedad afecta alrededor del 3 al 7% de la población adulta, siendo más frecuente en edades infantiles. Entre los niños, el asma es la enfermedad crónica más frecuente. Y el reinicio del curso escolar, el peor momento: los ingresos hospitalarios de niños por asma crecen con la vuelta al cole.

En España, uno de cada cinco niños asmáticos pierde seis o más días de clase debido a su enfermedad y, aproximadamente, el 3% de todos los menores de entre 9 y 12 años ha visitado los servicios de urgencias por una crisis de asma. Además, en los últimos años ha incrementado el número de niños de 6 años con esta patología.

Qué puede desencadenar el asma

Estamos ante el asma si se constata la presencia de tos, sibilancias (pitos en el pecho) o sensación de opresión torácica, entre otros factores. Los factores que pueden desencandenar el asma son variados:

  • Alérgenos: moho, polen y animales.
  • Infecciones: gripe y resfriado común.
  • Irritantes: humo del tabaco y contaminación del aire.
  • Clima: aire frío y cambios climáticos.
  • Ejercicio

Según la Sociedad de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), en la mayoría de casos se trata de asma leve o moderada. Por ello, la labor del pediatra de Atención Primaria "es fundamental" para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la patología.

Una vida normal con esfuerzos limitados

De entre los distintos tipos de asma, entre el 40% y el 80% de los niños asmáticos sufren asma producido por el esfuerzo (broncoconstricción durante el ejercicio, de breve duración).

El objetivo principal radica en detectar y seguir la evolución de la enfermedad, y hacer lo posible para que el niño o adolescente tenga buena calidad de vida, sin limitaciones en sus actividades diarias y con ausencia de síntomas.

En la mayoría de los casos de asma, la enfermedad produce intervalos de dificultad respiratoria y asfixia. No es una enfermedad mortal, pero puede llegar a ser discapacitante para el paciente. Con el tratamiento adecuado y siguiendo las recomendaciones terapéuticas, el paciente con asma puede llevar una vida absolutamente normal.