Eva Amaral reivindica los derechos de las mujeres con un ‘topless’ en el escenario con el que pide “revolución”

Eva Amaral, mostrando su pecho desnudo en el Sonorama.
Eva Amaral, mostrando su pecho desnudo en el Sonorama.
Eva Amaral, mostrando su pecho desnudo en el Sonorama.

Aranda de Duero (Burgos), un festival masivo como el Sonorama y Eva Amaral al desnudo, es lo que el feminismo necesitaba este verano para dar un paso más en la visibilidad de las mujeres en el espacio público y la libertad de estas para mostrar su cuerpo tal y como quieran sin necesidad de ser juzgadas. 

El dúo 'Amaral' compuesto por Eva Amaral y Juan Aguirre celebraba sus 25 años en la música siendo cabeza de cartel en el Sonorama la noche del sábado 12 de agosto, un concierto especial para su trayectoria que ha acabado convirtiéndose en un hito del feminismo que no se olvidará. 

En el centro del escenario y con todas las luces apagadas, Eva Amaral de rojo y lentejuelas alzaba su voz con un discurso sobre la libertad y el desnudo de la mujer. "La dignidad de nuestra fragilidad y de nuestras fortalezas, porque somos demasiadas." Así empezaba para acabar dejando caer su top de lentejuelas rojas al suelo a la vez que gritaba "hoy es el día de la revolución" delante de las 35.000 personas que habían asistido al concierto. 

Eva Amaral se desnuda en el Sonorama por ella, y por todas sus compañeras

“Esto es por Rocío, por Rigoberta, por Zahara, por Miren, por Bebe, por todas nosotras. Porque nadie nos puede arrebatar la dignidad de nuestra desnudez, de nuestra fragilidad y fortaleza. Porque somos demasiadas”. Este era el inicio del discurso de presentación de la nueva canción del duo y con él recordaba a todas esas compañeras de profesión que se han subido alguna vez al escenario aguantando la presión por ser y sentirse libres siendo mujeres. 

Eva Amaral, mostrando su pecho desnudo en el Sonorama.

Rocío Saiz, que se vio obligada a taparse en un concierto durante el Orgullo de Murcia por la Policía; a Rigoberta Bandini y su himno 'Ay mamá'; y a Zahara, quien denunció públicamente los abusos, el acoso y las penurias soportados como mujer durante su carrera de artista. Son muchas a las que recordaba. 

Son ellas sobre el escenario y todas las demás en nuestra vida cotidiana, donde se cuestiona el largo de la falda, lo profundo del escote o si hacemos 'topless' en la playa, todo para provocar. Eva Amaral ayer se desnudó en el Sonorama delante de 35.000 personas, no por dar que hablar en la mañana de un domingo de agosto en medio de las vacaciones de muchos españoles, sino por hacer visibles a todas y cada una de las mujeres que viven tapando su cuerpo por el qué dirán los demás. Y como ella dijo, "hoy es el día de la revolución". 

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