La lactancia era, hasta hace un tiempo, un tema tabú. Ahora ha dejado de serlo gracias a que muchas mujeres han decidido hablar de ella sin complejos, de todas las opciones que hay al respecto y de cómo la elección depende únicamente de cada madre y de cada situación. Esta apertura ha permitido sacar a colación algunos problemas derivados de esta etapa que antes estaban reservados para las consultas médicas. Escasez en la producción de leche, congestión mamaria, mastitis, dolor en los pezones... Todas estas patologías, que hasta ahora se podía llegar a pensar que solo se daban en casos puntuales, son de lo más común y, por ello, como en todos los temas relacionados con el embarazo, merece la pena tener toda la información posible para actuar ante ello. Para empezar, ¿reconoces los síntomas?
La congestión mamaria puede causar una hinchazón en el pecho que genera dolor y que también crea dificultades para canalizar el flujo de alimento, obstruyendo los conductos mamarios. Entre las causas están la subida de leche o una producción excesiva para lo que consume el bebé. Además, no tienen por qué aparecer desde el principio. Aunque hayamos conseguido un buen agarre, pueden darse posteriormente, incluso cuando decidimos poner fin a la lactancia, momento en el que todavía se puede producir leche que no va a ser extraída. Esta afección puede llegar a provocar fiebre.
Ante lo común que resultan estos aspectos, la búsqueda de soluciones se ha convertido ya en una necesidad y de ella surgió el masajeador de lactancia Alo. Este dispositivo, disponible en el ecommerce We are mammas, puede convertirse en el nuevo favorito de aquellas mujeres que estén dando el pecho, extrayendo leche o finalizando esta etapa, puesto que ayuda a aliviar las molestias de la mastitis causada por la lactancia.
El masajeador Alo, ¡más detalles!
No solo nos encanta porque ayuda a mejorar el flujo de leche, a facilitar un vaciado completo del pecho, o a reducir el dolor causado por la congestión mamaria o la obstrucción de los conductos. También porque ha sido diseñado para que sea tan útil como efectivo sin descuidar ni un solo detalle. Para empezar, está fabricado en silicona y ofrece un tacto suave y agradable que se adapta a la temperatura corporal para que, al entrar en contacto con la piel, nonos incomode. Además, para que la lactancia sea 100% personal, ofrece diferentes modos (hasta diez) e intensidades (tres) que nos permiten adaptar el masaje a tus necesidades y exigencias, así como a las del bebé.
¿No sabes cuándo usarlo?
Acude a él cuando necesites mejorar el flujo de leche, sobre todo cuando debemos incorporamos a la rutina y empezamos a sufrir los estragos de la congestión. También si quieres mejorar el drenaje de los conductos mamarios, previniendo la mastitis; favorecer un descanso más rápido; o aliviar el dolor en los pechos hinchados y sensibles durante la subida de la leche. Una alternativa a las técnicas de compresión manual, más rápida y fácil de hacer en casa.
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