Siete errores que estás cometiendo al comprar tu coche de segunda mano que te podrían provocar problemas

A la hora de comprar un coche de segunda mano, hay que tener en cuenta que el proceso de adquisición es más largo y que tendremos que implicarnos más durante el mismo.

Es imprescindible que pruebes el vehículo antes de comprarlo. De esta manera, podrás valorar tus sensaciones al volante y comodidad. Deberás también estar pendiente a cualquier ruido anómalo del motor, así como probar la palanca de cambios, los frenos y demás.
Es imprescindible que pruebes el vehículo antes de comprarlo. De esta manera, podrás valorar tus sensaciones al volante y comodidad. Deberás también estar pendiente a cualquier ruido anómalo del motor, así como probar la palanca de cambios, los frenos y demás.
Pixabay/Fotorech
Es imprescindible que pruebes el vehículo antes de comprarlo. De esta manera, podrás valorar tus sensaciones al volante y comodidad. Deberás también estar pendiente a cualquier ruido anómalo del motor, así como probar la palanca de cambios, los frenos y demás.

El mercado de coches de segunda mano sigue siendo la primera opción para aquellos conductores que buscan cambiar su coche. Pese a la subida del precio medio en los vehículos usados, que en el mes de septiembre se ha quedado en los 21.000 euros, las ventas de coches de segunda mano han vuelto a crecer en la comparativa interanual en el noveno mes del año. 

El proceso de compra de un coche usado puede ser algo más complejo que el de un vehículo nuevo, ya que tendremos que asegurarnos de que el coche se encuentra en el estado en el que lo queremos y que estamos pagando el precio justo por el mismo. Desde Norauto recuerdan varios errores que podemos cometer durante la compra de un coche de segunda mano y que se pueden evitar fácilmente. 

No comprobar la documentación del coche

Los coches deben contar con permiso de circulación y la tarjeta ITV o ficha técnica. Norauto recomienda solicitar los datos técnicos y administrativos del vehículo a la Dirección General de Tráfico para saber si está al día de la ITV o cuándo es la próxima revisión. 

Además, el informe de la DGT puede verificar la existencia de embargos, procedimientos concursales o cualquier otra carga de naturaleza administrativa o judicial. Comprar un coche sin toda esta documentación nos puede acarrear problemas en el futuro.

No realizar una revisión visual del vehículo

No inspeccionar visualmente el vehículo por fuera puede hacernos pasar por alto bultos, arañazos u otros desperfectos pueden afectar a su valor y a la seguridad. Además, cualquier desperfecto debe ser solucionado de cara al seguro. 

Esta primera revisión debe ser de elementos tan relevantes como la chapa, neumáticos, frenos…pero también de aquellos puntos que pueden considerarse menos notables como tapicería, interruptores o salpicadero. Por supuesto, hay que verificar que no se enciende ningún testigo en el cuadro de mandos.

Norauto recuerda que, si el vehículo ha estado mucho tiempo en una zona de playa o con humedad, puede tener determinados elementos oxidados, especialmente en las zonas metálicas. Si el coche ha estado la mayor parte de su vida en zonas húmedas, hay que revisar las vigas del chasis, el sistema de escape, los pasos de rueda, la suspensión, los puntos de unión…

No probar el coche antes de comprarlo

Hay que probar el coche para ver que responde a nuestras necesidades y, sobre todo, que nos sentimos cómodos al conducirlo. Este test nos deberá servir, igualmente, para comprobar ¡que no hay vibraciones, olores llamativos, ni ruidos anómalos durante la conducción. 

No verificar que ha realizado las revisiones oportunas

Los fabricantes establecen revisiones periódicas imprescindibles para garantizar el buen funcionamiento del coche, que además son obligatorias para mantener la garantía dentro del plazo legal de la misma.

Por estas razones es importante que el comprador se asegure de que el coche ha pasado puntualmente todas las revisiones, que se pueden comprobar en el libro de mantenimiento del vehículo o con las facturas del taller.

No tener en cuenta los futuros gastos del coche

Según van pasando los años o los kilómetros los coches necesitan más revisiones y mantenimiento. Por ejemplo, la correa de distribución se suele cambiar entre los 60.000 y los 240.000 kilómetros según la marca y el modelo o entre los 5 y 10 años, algo que desde Norauto avisan como un gasto extra que tendrá que asumir el conductor. 

Es importante ver qué revisiones y sustituciones quedan pendientes por hacer según los kilómetros y la antigüedad del vehículo que vamos a comprar, así sabremos qué gastos nos toca afrontar. 

No verificar si el coche tiene garantía

Si el coche es adquirido en un concesionario u otra empresa dedicada a los vehículos de ocasión, la garantía mínima que se otorga es de un año, mientras que si es a un particular, hay 6 meses desde que se entrega el vehículo para detectar desperfectos o vicios ocultos.

No comprobar si cumple con nuestras necesidades

Antes de comprar el coche debemos comprobar que cumple con todas nuestras necesidades y expectativas, desde el tamaño del maletero hasta la posibilidad de instalar sillitas infantiles

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