La acción de estacionar en las grandes ciudades de España puede llegar a convertirse en una auténtica pesadilla. El excesivo número de vehículos repartidos por todo el país hace que, con el paso del tiempo, esta labor sea muy difícil de realizar si no eres propietario de una plaza de aparcamiento en una garaje privado o abonando la cuota correspondiente de la zona azul o verde.
No obstante, hay casos y localizaciones donde esta acción se vuelve rematadamente fácil. En condiciones normales, y dependiendo del tipo de aparcamiento, podrás estacionar tu vehículo en batería, en línea o en oblicuo, por lo que deberás de realizar ciertas maniobras para ubicar el automóvil de la forma más correcta posible.
La mayoría de los conductores, una vez estacionado el vehículo, suele dejar la dirección un poco girada: o bien hacia el bordillo de la acera o con las ruedas orientadas hacia la parte de la carretera. Este escenario podría ser perjudicial para el vehículo, puesto que podría originar averías en las ruedas del mismo.
¿Hay excepciones dónde pueda girar las ruedas?
Una de las excepciones donde se podría aparcar con las ruedas giradas es en calles con pendientes muy inclinadas. Asimismo, es aconsejable engranar una marcha para evitar que automóvil pueda desplazarse en caso de algún fallo del freno de estacionamiento.
Sin embargo, esta acción no suele ser muy conveniente debido a una posible avería en el vehículo. Lo recomendable es estacionar con las ruedas completamente rectas y alineadas con las traseras, así evitarás accidentes y, tal y como hemos indicado líneas atrás, averías mecánicas.
Si nos encontramos ante un escenario donde un vehículo golpeó a otro de forma accidental, el vehículo estacionado con las ruedas giradas podrá desplazarse hacia uno de los lados de la calzada, originando cierto peligro de invasión de la acera o de la propia carretera.
¿Por qué no es recomendable aparcar con las ruedas giradas?
La acción de estacionar el vehículo con la dirección girada no es recomendable debido a los problemas que pueden causar algunos escenarios. Si las ruedas sobresalen unos centímetros de la carrocería, en caso de ser golpeadas por otro coche en movimiento podría afectar al neumático, la llanta o al propio sistema de dirección.
Por ello, es muy importante alienar las ruedas después de realizar las maniobras de aparcamiento. Asimismo, evitará cualquier tipo de esfuerzo innecesario de la amortiguación o del circuito hidráulico del vehículo. Por último, si arrancamos el coche con las ruedas giradas, someteremos a la bomba del sistema a un trabajo extra que podría dañar algún mecanismo del vehículo.
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