La fatiga está relacionada con al menos un 20% de los accidentes de tráfico: así funciona el detector del coche

La fatiga y el cansancio al volante juegan malas pasadas. No solo por el peligro de quedarse literalmente dormido mientras se conduce, sino porque con cierta somnolencia o sueño las facultades motrices y la capacidad de reacción en caso de sustos o imprevistos no son tan eficientes como deberían y, entonces, el riesgo de sufrir un accidente de tráfico es mucho mayor. 

Se estima que entre en un 20 y un 30% de los accidentes de tráfico la fatiga ha tenido algo que ver o ha sido un factor intrínsecamente relacionado. Con el avance de las nuevas tecnologías y el desarrollo de los sistemas ADAS se podría reducir, según los datos de la DGT, este tipo de siniestros en un 57%. 

Y es que uno de estos sistemas de ayuda al volante que, además, será obligatorio a partir del año que viene en todos los vehículos nuevos que salgan de fábrica, es el detector de fatiga. 

Todos los vehículos deberán incorporan estos asistentes de conducción en 2022

Este dispositivo trabaja con diferentes sensores. Unos analizan la presión que el conductor ejerce sobre el volante, detectando si se producen correcciones constantes o demasiado bruscas. Algunos sistemas incluyen también una cámara que monitoriza las facciones de la cara del conductor, captando los movimientos de sus ojos y de su cabeza y alertan si el parpadeo es muy constante, por ejemplo. Y otros controlan el tiempo que lleva encendido el motor.

Si el ADAS detecta algún comportamiento anómalo, avisa al conductor iluminando el cuadro de instrumentos con un símbolo de una taza de café, alertándole de que no está en planas capacidades para conducir con seguridad.

Desde AECA-ITV solicitan que este sistema, en tanto que va a ser obligatorio, se revise en las Inspecciones Técnicas para asegurar su correcto funcionamiento, ya que para que surta efecto y verdaderamente reduzca los accidentes de tráfico, el ADAS debe trabajar sin fallos.