Aunque muchos españoles piensan que en España hay un exceso de radares instalados en las carreteras, lo cierto es que varios países europeos nos superan en número de estos cinemómetros, como en el caso de Italia, que cuenta con más de 11.000 dispositivos en su red viaria.
Aunque, pese a esta cifra, la seguridad en las carreteras del país transalpino no ha aumentado de forma considerable y la población se queja de que más bien los radares de velocidad tienen una función recaudadora de las arcas municipales, ya que muchas ciudades instalan sus proprios dispositivos. Por ello, desde el gobierno central se busca que los cinemómetros cumplan con el propósito por el que fueron puestos en las carreteras.
¿Por qué quiere Italia quitar los radares de sus carreteras?
Desde el gobierno presidido por Giorgia Meloni quieren reducir el número de dispositivos que controlan los ayuntamientos, ya que se han dado cuenta de que algunos consistorios los utilizan como método recaudatorio y no destinan los ingresos de las multas para la mejora de la red viaria italiana.
Es por ello, que las cifras de fallecidos en las carreteras del país transalpino aumentaron un 9,9 % según los últimos datos del año 2022, hasta llegar a las 3.159 personas. Esta es la principal razón de retirar cinemómetros de las vías de Italia, ya que no cumplen con la función para la que se instalaron que es mejorar la seguridad vial.
¿Qué países de Europa siguen a Italia en número de radares?
Basándonos en los datos aportados por la web especializada en informes de radares, Scdb.info, a Italia le siguen en el ranking de países europeos con más cinemómetros instalados en sus carreteras Reino Unido con más de 7.700 dispositivos, Alemania con aproximadamente 4.700 y Francia con un total de 3.780. Hay que bajar hasta la posición séptima de la clasificación para encontrar a España, ya que tiene aproximadamente un total de 2.100 radares instalados en la red viaria.
¿Cómo evitan los italianos los radares de velocidad?
Hace unos meses se hicieron virales una serie de vídeos provenientes de Italia en los que se mostraba la aplicación de una etiqueta anitirradares sobre la matrícula, que contaba con la misma forma que los números y letras de la placa, y que se volvía invisible ante los cinemómetros. Esto se debe a que la pegatina está fabricada con un material reflectante que se activa cuando el radar emite el destello de la fotografía al detectar un exceso de velocidad.
En ese momento, el código alfanumérico de la placa se vuelve invisible. Por otra parte, es importante señalar que algunos radares más modernos, equipados con luces infrarrojas, pueden detectar también las matrículas modificadas con este tipo de invento.
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