El barco de Greenpeace Arctic Sunrise y su tripulación exponen la pesca industrial de tiburones en el Atlántico Norte durante julio de 2022. Las flotas pesqueras de la UE de España y Portugal pescan constantemente en zonas de cría de tiburones en el Atlántico Norte utilizando palangres.
GREENPEACE / PEDRO ARMESTREEl próximo mes de agosto, se discute en Naciones Unidas la firma de un Tratado Global de los Océanos que debe incluir la regulación pesquera en aguas internacionales. Greenpeace pide a los líderes políticos que finalicen un Tratado Global de los Océanos en las negociaciones de la ONU en agosto. Si no se llega a un acuerdo sólido, será casi imposible cumplir con el 30x30: tener un 30% de los océanos del mundo completamente protegidos para 2030.
GREENPEACE / PEDRO ARMESTREEn una investigación de Greenpeace desarrollada en mayo de 2022, tanto en Horta (Azores) como en Vigo, la organización pudo constatar la descarga de inmaduros, juveniles y crías de tiburón azul. El tiburón azul alcanza la madurez sexual a partir de los 180 cm en machos y 200 cm en hembras y la organización ecologista observó la descarga de tiburones que medían entre 50 y 70 cm. No existe ninguna normativa relativa a tallas mínimas de captura, longitud del arte de pesca o número máximo de anzuelos en el Atlántico Norte, ya que esta pesca no está adecuadamente regulada.
GREENPEACE / PEDRO ARMESTREActivistas de Greenpeace a bordo del Arctic Sunrise confiscan parte de las artes de pesca de dos palangreros industriales de la UE en el Atlántico Norte. Uno de ellos operaba en un Área Marina Protegida.
GREENPEACE / PEDRO ARMESTRE“La UE y sus estados miembros como España afirman que son campeones de la protección de los océanos, mientras que sus flotas pesqueras causan daños ambientales en el mar. Es hipocresía a escala industrial. Necesitamos que se redacte un Tratado Global de los Océanos sólido y ambicioso este agosto, que cambie la forma en que se gestiona la pesca en alta mar, para dar a los océanos la oportunidad de recuperarse”, subraya Maria José Caballero, responsable de la campaña de Océanos, a bordo del Arctic Sunrise.
GREENPEACE / PEDRO ARMESTRELos tiburones son una de las especies más amenazadas del mundo, con 17 especies en peligro de extinción como el tiburón marrajo. Estos animales son fundamentales dentro de la red trófica marina y su papel como gran depredador es especialmente importante para mantener la salud de las comunidades marinas. Al desaparecer los grandes tiburones, a menudo se dan cambios tróficos imprevistos, lo que crea unos ecosistemas más desequilibrados con depredadores menores sin control.
GREENPEACE / PEDRO ARMESTRELa organización ha presenciado la pesca indiscriminada con palangre, incluso en Áreas Marinas Protegidas Greenpeace ha conseguido liberar algunos de los animales capturados por los palangres, entre ellos, un ejemplar juvenil de tiburón.
GREENPEACE / PEDRO ARMESTRESegún ha comprobado Greenpeace, los palangreros de la zona están pescando tiburones y pez espada. La pesquería se ha transformado para depender de la captura incidental de tiburones y seguir siendo rentable. Estos barcos utilizan palangres, a veces de más de cien kilómetros de largo, con miles de anzuelos enganchados.
GREENPEACE / PEDRO ARMESTRE“Solo hemos podido confiscar una pequeña proporción de los palangres, pero lo que hemos encontrado evidencia los horrores de las pesquerías industriales. Es el caso de la flota española, actualmente principal exportadora de tiburón en el mundo. ¿De qué sirve proteger un lugar si todavía se permite esta destrucción ambiental? Las áreas protegidas como ésta son un ejemplo perfecto del statu quo roto, protegiendo teóricamente sobre el papel a las especies, pero no en alta mar”, ha declarado Sophie Cook, responsable de investigación de la campaña de Océanos de la organización, a bordo del Arctic Sunrise.
GREENPEACE / PEDRO ARMESTRETanto científicos como varios países llevan más de 20 años alertando del peligro para las poblaciones de tiburones que supone la mala gestión de las pesquerías bajo supervisión de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT). En 2017, sus científicos ya alertaron de que, incluso deteniendo la captura de marrajos, su población tardaría más de 20 años en recuperarse y desde 2018 reclamaban una prohibición total de su captura en el Atlántico Norte. Sin embargo, hasta 2021 no se aprobó una moratoria de su pesca, y solo por dos años.
GREENPEACE / PEDRO ARMESTRELa organización ha presenciado la pesca indiscriminada con palangre, incluso en Áreas Marinas Protegidas, Greenpeace ha conseguido liberar algunos de los animales capturados por los palangres, entre ellos, un ejemplar juvenil de tiburón.
GREENPEACE / PEDRO ARMESTRESolo en un 1% de las horas de pesca de la flota palangrera española en el Atlántico Norte hay observadores científicos a bordo y, entre 2013 y 2014, solo se realizaron 235 inspecciones a los 58.476 desembarcos de tiburones realizados por barcos españoles (menos de 0,5 %). Para el tiburón azul, la especie más pescada en el Atlántico Norte, la incertidumbre de su situación es tal, que se desconoce su estado actual y solo goza de una cuota de pesca en ICCAT difícil de implementar.
GREENPEACE / PEDRO ARMESTREUn informe de Greenpeace, publicado el pasado mes de julio, revela que las flotas pesqueras de la Unión Europea de España y Portugal pescan constantemente en zonas de cría de tiburones en el Atlántico Norte utilizando palangre. El informe, Tiburones en Extinción: Cómo las flotas pesqueras de la UE impulsan el comercio mundial de tiburones, también revela que en un día de pesca promedio en el Atlántico Norte, se pueden encontrar más de 1.200 km de sedal, la distancia entre Madrid y París, de las que cuelgan un número de anzuelos estimados entre las 15.000 a 28.000 unidades.
GREENPEACE / PEDRO ARMESTRE“Estamos muy lejos de garantizar la recuperación de la especie. La flota española se opuso frontalmente a la moratoria de la pesca del tiburón marrajo y a la inclusión de este en las listas de especies amenazadas, llegando incluso a declarar que “es absurdo equiparar al tiburón con un rinoceronte blanco o un lince, que no se comen”.
GREENPEACE / PEDRO ARMESTRELos activistas encontraron en total 7 peces espada, 1 tiburón azul, 1 dorada, 1 barracuda y 2 lanzas de hocico largo. Todos fueron devueltos de forma segura de nuevo en el agua. Esto ha sido tan solo en el 2,5% de la longitud total de la línea en el agua, por lo que proporciona sólo una pequeña instantánea de la fauna marina total atrapada en las redes en ese momento. El análisis de las capturas totales de pez espada y tintorera en el Atlántico norte muestra que la proporción aproximada de capturas de tintorera en comparación con el pez espada es de 1 pez espada por cada 5 tintoreras. Los activistas de Greenpeace interceptaron y confiscaron el palangre de manera segura y responsable. Ningún pescador estuvo en peligro o puesto en riesgo durante la actividad. Los activistas subieron los palangres a bordo del Arctic Sunrise y los desecharán de forma segura en tierra.
GREENPEACE / PEDRO ARMESTRELa pesca industrial en el Área Marina Protegida, en el Complejo de Montes Submarinos de Milne, deja muy en evidencia los retos para proteger adecuadamente este tipo de áreas en aguas internacionales. La pesca con palangre, que consiste en un hilo largo del que cuelgan otros con anzuelos, es legal en el Atlántico Norte, pero cualquier pesca industrial tiene un impacto en el ecosistema entero. Esta falta de protección contra la pesca con palangre es otro ejemplo de por qué se necesita un Tratado Global de los Océanos sólido para proteger adecuadamente las áreas de alta mar de la pesca industrial.
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