Porque la pasta lo admite todo, espaguetis con morcilla y espinacas

La pasta lo admite todo... o casi. Después de todo es una fuente de hidratos de carbono y de sabor neutro, como una barra pan o una masa de harina. Eso permite a la pasta entenderse con todo tipo de receta y salsas, desde las hortalizas a las carnes, pero también con pescados y mariscos.

Las fuentes más importantes de hidratos de carbono son los cereales (trigo, arroz, maíz, cebada,…) y sus derivados. Entre estos últimos, las pastas. Espaguetis, macarrones, raviolis o fideos se elaboran a partir de sémola y semolina procedentes de harinas de trigo.

La pasta contiene alrededor de un 12% de proteínas en crudo (4% cocida), un bajo contenido en grasa y fibra, que varia en función de si es pasta integral (6 gramos de fibra por 200 gramos de pasta cocida) o de harina refinada (que no pasa de los 4 gramos).

Pero volvamos a nuestra idea inicial: la pasta lo admite todo. La receta que hacemos esta vez es prueba de ello. Morcilla. Morcilla con espaguetis. Si el muy hispano chorizo puede convivir con la pasta, a poco que colabore el tomate, por qué no la también ibérica morcilla. Y aquí sin tomate ni nata.

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