A ti también te ha pasado eso de llegar a casa, abrir el frigorífico, darte cuenta que no tienes nada aparente para comer, e intentar descongelar de la manera más rápida posible algo que tenías en el congelador y que deberías haber sacado la noche antes.
En ese momento, una de las cosas que solemos hacer es meter los alimentos debajo de un chorro de agua caliente y esperar a que ocurra la magia, hasta que el producto vuelve a recuperar su estado natural y podemos cocinarlo como teníamos planeado.
Si has sido relativamente previsor y te has acordado esa misma mañana de que a la hora de la comida o de la cena te ibas a encontrar en un apuro, es probable que hayas sacado los ingredientes del congelador y los hayas dejado sobre un plato en la encimera de tu cocina descongelando de manera más rápida que en el frigorífico para llegar a tiempo. Bien, pues ambas formas de hacerlo son erróneas y te contamos por qué.
Para descongelar, siempre microondas o nevera
Existen tres formas correctas de descongelar los alimentos: en el refrigerador, en el microondas, o con agua fría. ¿Por qué descongelar los productos a temperatura ambiente o con agua caliente no es seguro?
El cambio de temperatura provocado por el contraste entre las bajas temperaturas del congelador y el agua caliente o la temperatura ambiente puede favorecer que crezcan bacterias más pronto, por lo que lo ideal es, descongelarlo con el tiempo necesario que nos permita hacerlo de una manera progresiva y sin cambios bruscos de temperatura.
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