Sobre gustos no hay nada escrito, y si hay un plato por excelencia que nos ofrezca diferentes posibilidades, ese es la tortilla. Francesa solo con huevos, con patata y cebolla, con calabacín, con bacalao, con zanahoria... Podemos hacer tantas tortillas diferentes como se nos ocurran, aunque una de las recetas más famosas es la que ha situado la localidad coruñesa de Betanzos en el mapa.
Si eres de los que solo conciben la tortilla de patata con cebolla y bien cuajada, sentimos decirte que este artículo no está escrito para ti, y es que si por algo se caracteriza la tortilla de patatas al estilo Betanzos es por eso, por elaborarse únicamente con patata gallega, huevos -camperos a poder ser-, aceite de oliva y un poquito de sal. La magia de lo sencillo.
La tortilla de Betanzos es extremadamente jugosa, y por ello para elaborarla deberemos utilizar una proporción de huevos mayor que la que usamos en nuestra receta de tortilla de patatas de toda la vida.
Como en toda receta, en la calidad de los productos está la clave, por lo que, para conseguir el mejor resultado, asegúrate de utilizar unos buenos huevos de corral, patatas gallegas o kennebec a poder ser, y un aceite de oliva virgen extra. Una vez tenemos los ingredientes, ¡manos a la obra!
Tortilla de patata de Betanzos
Ingredientes
4 patatas kennebec medianas
5 huevos de corral tamaño L
250 ml de aceite de oliva virgen extra
Una pizca de sal
Elaboración
Pelamos las patatas, las lavamos y las secamos bien.
Cortamos las patatas en trozos finos.
Mientras, ponemos el aceite a calentar en una sartén, y cuando esté bien caliente, echamos los trozos de patatas.
Ponemos fuego medio y dejamos las patatas cocinarse hasta que estén tiernas, pero sin llegar a dorarse demasiado.
Mientras las patatas están cocinando, cascamos los huevos en un recipiente y los removemos, sin llegar a batirlos del todo para que no cojan demasiado aire.
Cuando la patata esté en su punto, la sacamos del aceite y la dejamos escurrir, la incorporamos al recipiente con los huevos, le echamos un poco de sal y mezclamos bien.
Calentamos una sartén en el fuego y cuando coja temperatura, echamos un chorrito de aceite, vertemos la mezcla, bajamos el fuego y lo dejamos cocinar tan solo un minuto.
Con ayuda de un plato, sacamos la tortilla cuajada por un lado, volvemos a poner la sartén al fuego con un chorro de aceite, y cuando empiece a humear de nuevo, metemos la tortilla por el lado que no está hecha.
Bajamos el fuego de nuevo y la dejamos cocinar otro minuto.
Sacamos la tortilla al plato y la dejamos reposar unos minutos antes de servir.
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