El mango está rico y es sano. No debe extrañar entonces que nos guste tanto. El consumo de esta fruta en España ha aumentado al menos un 277% en los últimos años. De hecho, el mango ya no viene allende los mares, sino cada vez más veces de zonas como la comarca malagueña de La Axarquía.
Esta fruta posee gran cantidad de potasio, que ayuda frente a las enfermedades cardiovasculares. Su alto contenido de fibra pectina facilita la eliminación de toxinas y ayuda reducir el riesgo de colesterol.
Además, el mango también ayuda al aparato digestivo. Sus enzimas facilitan la digestión y su gran contenido en fibra ayuda al tránsito intestinal.
Rico y sano... y estupendo para hacer helado. Vamos con ello, con una receta de helado casero de mango con solo cuatro ingredientes. Podríamos usar leche condensada, nata, crema de queso, etc, pero apostamos esta vez por la receta minimalista, para que nadie pueda decir que le falta algún ingrediente.
Helado casero de mango
Ingredientes
Mango (3)
Leche (1 litro)
Azúcar (1 taza)
Sal (una pizca)
Elaboración
Pelamos los mangos, extraemos el hueso central y cortamos la pulpa en trozos menudos.
En un recipiente (preferentemente metálico) mezclamos el mango, el azúcar y la pizca de sal.
Batimos bien y vamos echando leche hasta conseguir la consistencia ideal.
Cuando tengamos una mezcla homogénea la metemos al congelador unas 3 horas.
Cada 20-30 minutos sacamos el helado y lo volvemos a batir (se trata de evitar que se formen cristales de hielo).
Pasadas las 3 horas ya tenemos nuestro helado para servir o para guardar en el congelador.
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