Los postres son un lujo que nos permitimos comer de vez en cuando o incluir de forma discreta en nuestra dieta. Cuando salimos a cenar, en alguna celebración o cuando tenemos un antojo, aprovechamos para disfrutar de alguno de nuestros dulces favoritos.
El azúcar da mucho sabor a nuestras recetas, sin embargo, también puede tener algunos efectos negativos en la salud. En primer lugar, hay que aclarar que no es la que causa directamente la diabetes, pero un consumo constante puede causar un aumento de peso y la obesidad es la causa principal de la diabetes tipo 2. También puede derivar en enfermedades cardiacas, en una presión arterial alta o a una inflamación crónica.
De la misma manera, reducir el consumo de azúcar, puede favorecer a que la piel se vea más saludable, evitar brotes, piel opaca e hinchazón debajo de los ojos. También reduce las caries y las enfermedades de las encías y quizá esto no te lo esperabas, pero puede empeorar los síntomas de salud mental existentes. También se ha demostrado que consumir demasiado azúcar puede dificultar el aprendizaje y afectar a la memoria.
¿Cómo sustituimos el azúcar?
Después de conocer todo lo malo que nos puede pasar si normalizamos el abuso del azúcar, vamos a ver lo que nos queda para disfrutar un poco de un buen capricho, utilizando algunos ingredientes naturales nos pueden ayudar a endulzar una comida de la manera más saludable sin recurrir a edulcorantes químicos.
Un gran clásico es la miel, con su textura espesa y viscosa, quizá lo pone un poco más complicado a la hora de adaptarse dentro de las masas de ciertos dulces, pero sí que es común verla acompañando bizcochos, gofres, tortitas o tartas, como un sirope natural.
Su toque dulce es por la fructosa, que no contiene azúcar y reduce mucho la cantidad de calorías en comparación. Además, se trata de uno de los productos más imperecederos de la cocina, por lo que cumple con un conservante natural, que nos permite guardarlo para utilizarlo de vez en cuando.
El azúcar de coco es una alternativa de fructosa que se utiliza tanto para endulzar el café, infusiones o yogures, como dentro de la repostería para hacer galletas, magdalenas o flanes.
Además, en este caso no aporta solo un toque dulce, sino que tiene un sabor particular a caramelo, que se obtiene por el calentamiento del néctar de las flores de la palmeta cocotera. En cuanto a su apariencia, es bastante similar a la del azúcar moreno, por lo que es sencillo de reemplazar.
Sirope de agave es uno de los más potentes. Podemos encontrarlo en su versión líquida o en polvo, para sustituir al azúcar glas.
Proviene de la savia de las hojas o pencas de agave, una planta muy parecida al cactus y parecida al aloe vera. Proviene de América tropical, subtropical y del Caribe, donde se encuentran este tipo de plantas. Tiene una textura cremosa y fácil de disolver, por lo que se puede adaptar bien a los batidos, yogures o de este tipo de textura.
La Melaza de arroz resulta especialmente interesante por su alto contenido en calcio, baja cantidad en calorías y su textura parecida a la miel. Se extrae a partir de la cocción del arroz integral junto con los brotes de otros cereales.
A partir de este proceso, se crea un líquido marrón que luego se filtra y el resultado es el de una textura algo espesa, parecida a una miel oscura que se puede utilizar como sustituto del azúcar. Tienen menos calorías que el azúcar y cada vez va siendo más popular como sustituto en bebidas o recetas de repostería.
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