Freidora de aire o microondas: ¿cuál es más saludable a la hora de cocinar alimentos?

La airfryer cocina los alimentos mediante la circulación de aire caliente, lo que hace que los alimentos se cocinen más rápidamente y con menos aceite, mientras que el microondas genera unas ondas muy pequeñas de alta densidad que las conduce mediante un ventilador.

En el mini horno de aire circular podrás cocinar lo mismo que en la freidora de aire
En el mini horno de aire circular podrás cocinar lo mismo que en la freidora de aire
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En el mini horno de aire circular podrás cocinar lo mismo que en la freidora de aire

La freidora de aire, más conocida en España como freidora sin aceite, se ha convertido desde hace unos pocos años en un electrodoméstico imprescindible en la cocina. Y no es de extrañar, puesto que ofrece grandes ventajas a la hora de preparar un suculento plato sin la necesidad de verter, por ejemplo, una cantidad ingente de aceite de oliva, lo que reduce considerablemente las grasas. 

A todo ello hay que sumarle os elevados precios del aceite de oliva que se han disparado hasta un 51% desde diciembre del año pasado hasta ahora. Sin embargo, esta es solo una de las ventaja de cocinar con la ayuda de la air fryer. Otro beneficio tiene que ver con que, por ejemplo, se pueden descongelar los alimentos de forma homogénea, y, lo que es aún más importante, no se cocinan, que es lo que suele pasar con el microondas

O sea, el aire caliente de la freidora envuelve los alimentos congelados y los descongela al mismo tiempo que ya los está cocinando. Además, a todo ello hay que sumarle que no se crea un exceso de agua y el resultado es estupendo: crujiente por fuera y suave y descongelado por dentro. Sin embargo, a este aparato de origen estadounidense le salen competidores, los de toda la vida, es decir, el microondas y el horno. Por lo que llegados a este punto, la pregunta no es otra que averiguar cuál de todos es el más saludable. 

¿Qué es mejor el microondas o la freidora de aire?

Los alimentos cocinados con freidora de aire contienen con menos grasa y, por tanto, menos calorías puesto que no pasan por una sartén repleta de aceite. A la hora de cocinar, si le suelen gustar los productos rebozados, como es el caso de los nuggets, las croquetas o las patatas fritas, lo mejor será optar por la freidora de aire ya que se necesitará dorar ese plato rebozado, algo que el microondas no puede hacer, sobre todo si queremos notar esa consistencia crujiente que caracteriza a los alimentos rebozados.

"Desde el punto de vista nutricional también hay diferencias, ya que el alimento frito incorpora una cierta cantidad de grasa mientras que en la freidora de aire la cantidad de grasa es mucho menos (y claro, también las calorías del alimento)", sostiene la OCU desde su  página web. Otro punto a tener en cuenta tiene que ver con la limpieza. A todo ello hay que sumarle la textura, la freidora de aire es ideal para cocinar alimentos crujientes y dorados, mientras que el horno tiende a cocinar los alimentos de manera más uniforme, lo que puede resultar en una textura más suave y uniforme.

Respecto a la limpieza, la air fryer es mucho más fácil que el microondas, ya que incluso se puede meter en el lavavajillas. Sin embargo, para cocinar para muchas personas, su capacidad es limitada, menor que la de un horno, por lo que no es una buena opción para una cena familiar.

Otra de las ventajas radica en el hecho de que la freidora de aire permite  descongelar y cocinar. O sea, el aire caliente de la freidora envuelve los alimentos congelados y los descongela al mismo tiempo que ya los está cocinando. De este modo, se cocina más rápidamente y de forma más uniforme, ya que podemos elegir no esperar a que se descongele el alimento antes de comenzar a cocinarlo. 

En cuanto a su consumo eléctrico, los microondas suelen tener una potencia menor (de 800 a 1000 W) que las freidoras de aire (de 1000 a 1400W). Sin embargo, aunque gasten menos energía eléctrica, también exigen más minutos de uso, por lo que el gasto total será bastante similar. Ahora bien, el desempate, en este caso, suele venir marcado por la temperatura regulable: los microondas no suelen superar los 150ºC y las freidoras los 200ºC, lo que implica que, en menor tiempo, el segundo electrodoméstico cocinará antes los alimentos.

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