La cerveza se ha convertido en la bebida fría más consumida en hostelería, y casi siempre asociada a momentos de ingesta de alimentos. Según se desprende de un informe de Cerveceros de España "la cerveza es el alimento resultante de la fermentación, mediante levaduras seleccionadas, de un mosto cervecero elaborado a partir de materias primas naturales". Esas materias primas son agua, cebada malteada y lúpulo.
La cerveza, como bebida fermentada al igual que el vino o la sidra, está incluida en el texto de la Dieta Mediterránea, considerada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Además, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria la reconoce como parte de su Pirámide de la Alimentación Saludable, siempre que su consumo sea opcional y moderado en adultos sanos.
¿Qué es la cerveza sin filtrar?
Por norma general, las levaduras que contiene la cerveza atraviesan un proceso de filtrado. Pero, ¿qué producto obtenemos si no se filtra, si evitamos ese paso?
Según comenta Paco Ruiz, maestro cervecero de El Águila, "la cerveza sin filtrar que se ha puesto tan de moda está inspirada en los métodos tradicionales de elaboración de cerveza de principios del siglo XX en España, en los que no se solían filtrar para mantener casi todas sus levaduras. El resultado es un sabor genuino que no necesita filtros ni distracciones".
Respecto a este particular, Marta Moreno, directora de marca de El Águila añade: "se trata de una propuesta ligeramente turbia, para la que hemos desarrollado un ritual propio que consiste en darle la vuelta (sin agitar) a la botella de cerveza sin filtrar antes de consumirla. El objetivo es despertar las levaduras en suspensión para poder disfrutar de todo su sabor y su carácter equilibrado".
Cerveza sin filtrar: una 'moda' que gana cada vez más adeptos
Por definición, la cerveza sin filtrar va a presentar una mayor complejidad organoléptica, y un sabor más intenso que se mantiene en el paladar. Si lo que deseas es una bebida refrescante y más ligera, mejor opta por una cerveza normal filtrada, que además se mantendrá con todas sus propiedades por más tiempo. Los defensores de la cerveza sin filtrar abogan porque es una cerveza 'fácil de beber', gracias a su perfecto equilibrio organoléptico.
Las cervezas sin filtrar conservan intactas casi todas sus levaduras. Marta Moreno nos habla de cifras, "el éxito de esta propuesta más o menos reciente, redescubierta, lo avalan los propios consumidores. La tasa de repetición se sitúa en el 32%, lo cual significa que una de cada tres personas que la han probado, repiten. En nuestro caso conseguimos equilibrar la intensidad de la malta caramelizada con la frescura de la mezcla de lúpulos, al que se añade una nueva variedad: lemondrop".
No debemos olvidar que la cerveza artesanal se hace sin filtrar porque, al pasteurizar, se elimina cualquier tipo de ser vivo que pueda tener esta bebida. La cerveza es una bebida fermentada y, por tanto, es un 'ser vivo' que evoluciona. En el momento en el que una cerveza se filtra pierde intensidad. ¿Lo mejor de todo? Que existan diferentes variedades para que cada consumidor elija la que más le apetece en cada momento.
La vuelta a los orígenes
Antonio Fumanal, maestro cervecero de Ambar, ofrece a 20minutos su opinión sobre porqué está triunfando la cerveza sin filtrar en los hábitos de consumo en España.
"Los consumidores van descubriendo la cultura milenaria de la cerveza. Su complejo y variado proceso de elaboración atrae la curiosidad por nuevas experiencias de consumo. Redescubrir el pasado es una manera de agrandar nuestras experiencias sensoriales. Los valientes cerveceros artesanos han sido los agitadores de esta retrospectiva que ahora es abordada en grandes volúmenes (proceso industrial) para hacerlas accesibles a una gran mayoría", opina Fumanal.
El maridaje perfecto de la cerveza sin filtrar
Aunque, obviamente, beber un tipo de cerveza u otro depende del momento del día, las circunstancias y los gustos personales, la cerveza sin filtrar, según los expertos, marida especialmente bien con tapas saladas tradicionales como nuestra ensaladilla rusa o unas croquetas caseras de jamón ibérico.
Otra excelente combinación, aunque no sea tan veraniega, son los platos de cuchara como un cocido madrileño completo. La carne a la brasa y los platos con un toque picante como el ceviche, por ejemplo, son perfectos para acompañar con la personalidad de la cerveza sin filtrar.
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