La recuperación del marisco gallego, 20 años después del Prestige: "Ha vuelto a ocupar el lugar que tenía antes del desastre"

Percebes Galicia
Percebes de Galicia
Xurxo Lobato / iStock
Percebes Galicia

Ya sea de tierra o de mar, la gastronomía gallega es una de las más ricas del país, y la calidad de sus productos ha burlado las fronteras nacionales para presentarse al resto del mundo como sinónimo de calidad. 

Del pulpo al mejillón sin olvidar el percebe y sus heroicos pescadores de bajura, la normalidad del ecosistema marino gallego y de la vida de quienes se ganan la vida faenando se vio truncada el 13 de noviembre de 2022, cuando el petrolero monocasco Prestige cargado con 77.000 toneladas de crudo se accidentó en la Costa da Morte. Seis días más tarde, el 19 de noviembre, el barco se partía por la mitad y se hundía a 130 millas de la costa de Finisterre, vertiendo al océano el fueloil que transportaba y arrasando con los fondos marinos y las costas gallegas.

 "El desastre del Prestige tuvo su efecto sobre la totalidad del sector pesquero y directamente en nuestra costa, donde se generan los recursos que son la base de nuestra economía y forma de vida", asegura Rita Míguez de la Iglesia, presidenta de la Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca (ANMUPESCA), sobre el accidente ocurrido hace 20 años del que aún siguen pagando las consecuencias. "Se habló de sus consecuencias en la siguiente década después del desastre, pero realmente, aún hoy vivimos sus consecuencias, porque las gentes del mar aún seguimos temiendo que un nuevo Prestige dañe nuestra producción", añade. 

"Supuso un parón de producción, de hábitat natural y de ecosistema"

Parón absoluto en el sector pesquero

Según explica Rita Míguez, "en el ámbito del marisqueo, para muchas zonas supuso un parón de producción, de hábitat natural, de ecosistema, que duró años y creó la necesidad de contribuir a regenerar el medio marino para que volviese a producir", asegura la directora de ANMUPESCA sobre, no solo los daños que produjo el vertido del fueloil en el momento, sino las consecuencias a largo plazo para los fondos marinos. 

"En las Rías Baixas paramos a mediados de noviembre y luego fuimos haciendo estudios de cómo estaba el nivel", recuerda Julio Alonso, por aquel entonces al frente de la Cofradía de Pescadores San Francisco de Vigo, sobre los días más complicados para las costas gallegas. "A mediados de verano del 2003 ya empezaron a arrancar los oficios, aunque unos fueron antes que otros. Lo que más tardó posiblemente fue el percebe y creo que fue en verano, como en julio o julio. Realmente no llegó a ser un año. Los que más tardaron fueron los de marisqueo, que fue como seis o siete meses", asegura sobre el parón en el sector de la pesca. 

La presidenta de ANMUPESCA asegura que fueron periodos de progresión, desde el parón absoluto hasta que la ría volvió a estar preparada para volver al marisqueo: "Fue un trabajo diario de ayudar al medio marino a volver a ser lo que era, no solo a simple vista, sino repoblando, limpiando, favoreciendo el crecimiento de almejas, berberechos, percebes, camarón, erizo, centollas...".

Costas recuperadas, pero no sentimientos

"A nivel pesca, la zona está toda recuperada. Los primeros meses afectaron, pero ahora los fondos están limpios, en las piedras no hay chapapote… El primer año en alguna que otra zona de piedra estaba más o menos manchada, pero en ese sentido a día de hoy ya no afecta a la pesca y al marisqueo con respecto al Prestige", confiesa Julio Alonso, aunque asegura que ahora hay otros elementos de contaminación, como aguas calientes, que tampoco debemos perder de vista. 

"Si volviera a pasar, volveríamos a depender de que la gente hiciera lo que hicimos"

Aunque Alonso asegura que, 20 años después, el mal trago del Prestige ya pasó, está convencido de que, si a día de hoy volviera a ocurrir algo similar, pasaría lo mismo: "La administración no nos ha dotado de servicios adecuados para ese tipo de vertidos. Si volviera a pasar, volveríamos a depender de que la gente hiciera lo que hicimos". 

Según explica el marinero que estuvo al frente de la Cofradía de Pescadores de la ciudad olívica, "han creado organismos para combatir, pero yo lo que siempre echo y eché de menos son marineros de bajura en estos organismos, que fuimos estuvimos dando el callo y quienes pusimos el cuerpo a las balas. Son quienes realmente conocen las costas". 

¿Una herida abierta en el prestigio?

Hay quienes aseguran que el Prestige abrió una herida en el prestigio del marisco gallego a nivel internacional o estigmatizó la calidad del mismo afectando a las exportaciones de este, aunque hay quienes aseguran que no hay chapapote que haga tambalear la calidad de los productos de las costas gallegas. "Nuestro marisco ha alcanzado un nivel internacional de difícil parangón en la gastronomía mundial y hoy en día, con el nivel de exigencia que existe en cuanto a trazabilidad y salubridad en la alimentación, en cuanto los científicos certificaron su idoneidad para la comercialización y el consumo, volvió a ocupar el lugar que ocupaba antes del accidente", asegura Rita Míguez. 

Según asegura la presidenta de ANMUPESCA, "a día de hoy alcanzamos la plena normalidad en cuanto a estándares de calidad en el marisco que se recoge. Otro tema es la bajada de productividad de las rías, que es algo que estamos sufriendo sobre todo desde el verano y que es necesario analizar porque nuestras aguas no están produciendo las cantidades que se producía en campañas recientes", sentencia Míguez de la Iglesia sobre la necesidad de seguir cuidando todos los fondos marinos.

Apúntate a nuestra newsletter y recibe en tu correo las mejores novedades para disfrutar al máximo del placer de comer.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento