Se conoce como encurtir a la técnica de conservación de alimentos que consiste en introducir estos en frascos con vinagre y otros ingredientes como sal, azúcar o especias para prolongar su vida. El proceso de encurtido es una de las técnicas de conserva más antiguas de la historia que a día de hoy se sigue utilizando en el día a día.
Pepinillos, zanahoria, cebolletas, dientes de ajo, calabacín, berenjena, coliflor, repollo y otras coles, guindillas, espárragos, alcaparras, remolacha, nabos y rábanos... Los alimentos que habitualmente se someten a este proceso de conservación son las verduras, hortalizas, hongos o frutas, siendo los los vegetales de piel más dura los que mejor resisten a esta fermentación en vinagre.
Durante el proceso de encurtido es habitual también añadir otros ingredientes como sal, azúcar, hojas de laurel, clavo, pimienta o granos de mostaza para que los encurtidos soporten bien el paso del tiempo.
Los mejores prebióticos y probióticos
De un tiempo a esta parte hemos vivido el boom de los probióticos, esos organismos vivos que permanecen activos en el intestino en cantidad suficiente como para alterar la microbiota intestinal.
Los encurtidos caseros, que no están sometidos a una pasteurización posterior para evitar destruir las bacterias beneficiosas son interesantes para la microbiota intestinal por su efecto prebiótico y probiótico.
Además de los beneficios que estos alimentos en conserva aportan a la microbiota intestinal, se trata de alimentos con un bajo aporte calórico, por lo que, con los encurtidos, todo son ventajas.
Cómo encurtir alimentos en casa
Se trata de una técnica ideal para dar salida al excedente de verduras u hortalizas que tengamos por casa y evitar así que se estropeen. Podemos encurtir alimentos enteros, pero para que todo el ingrediente adquiera la misma textura, lo ideal es hacerlo en rodajes o en tiras.
Podemos someter a los ingredientes a un encurtido exprés simplemente bañando los alimentos en vinagre durante unos minutos empleando una salmuera al 50% de vinagre y agua.
Si lo que queremos es conservar alimentos durante días, debemos buscar tarros de cristal con cierres herméticos y esterilizarlos previamente en el horno o en agua caliente.
El siguiente paso es cortar los alimentos que queramos encurtir en trozos similares, y llenar el bote con ellos, mientras que en una olla comenzamos a mezclar el vinagre con sal, azúcar y demás especias que queramos echar y lo ponemos a hervir.
Una vez alcanzando el punto de ebullición, echamos unos hielos para que se enfríe la mezcla y lo añadimos al bote con los alimentos, hasta rebosar. Lo metemos en la nevera y ya tenemos encurtidos para un mes.
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