En España, cuando compramos huevos en el supermercado, vemos que se encuentran en estanterías normales, a temperatura ambiente.
Entonces, ¿qué debemos hacer cuando llegamos a casa? ¿Dejarlos a temperatura ambiente, o meterlos en la nevera?
La razón para no refrigerar los huevos durante el proceso de comercialización es que tan importante como mantener una temperatura adecuada es evitar los cambios térmicos bruscos, sobre todo el salto de bajas a altas temperaturas, que puede producir condensación de agua en la superficie de la cáscara y favorecer la entrada al interior del huevo de microorganismos junto con el agua a través de los poros, según explican a 20minutos fuentes de Inprovo, la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos.
Conservarlos en frío cuando llegan a casa
Esa es la razón por la que los huevos no se mantienen refrigerados durante su almacenamiento y distribución, pero en cambio sí se recomienda conservarlos en frío una vez que llegan a nuestra casa, donde conservarán todas sus propiedades y mantendrán su calidad durante más tiempo.
Por esa razón (evitar la condensación de humedad en la cáscara) también es recomendable que saquemos del frigorífico solo los huevos que vayamos a usar para cocinar en cada ocasión, no todo el envase.
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