Por un futuro mejor: la historia de Rocío y de otros muchos menores en situación vulnerable

Con unas circunstancias familiares muy complejas, esta joven de 21 años consiguió superar las adversidades, está estudiando y es voluntaria en el centro de día Entre Amics de Valencia, que colabora con el programa CaixaProinfancia de apoyo a la integración de menores en situación de vulnerabilidad de Fundación “la Caixa”

OFRECIDO POR Fundación "la Caixa"

La situación de las familias empeoró en España durante el año 2020, según recoge la reciente Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE): el porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social pasó del 25,3% (2019) al 26,4% (12,5 millones de españoles) y el de personas en situación de carencia material severa subió del 4,7% al 7% (3,3 millones de españoles). Esta desigualdad afecta especialmente a la infancia, pues estos hogares denuncian problemas para afrontar los costes de la vivienda, de mantener una temperatura adecuada en casa o de alimentos básicos como carne, pollo o pescado. En la actualidad, uno de cada tres menores vive en riesgo de exclusión social en España.

Con la colaboración de 426 entidades sociales y miles de voluntarios que trabajan en red, el programa CaixaProinfancia de Fundación “la Caixa” atiende de manera directa a estas familias y les proporciona ayuda y seguimiento. El objetivo final es fomentar la igualdad de oportunidades y, sobre todo, romper la línea de transmisión de la pobreza de los padres y madres a sus hijos e hijas. Desde que comenzó su actividad en 2007 hasta finales del 2020, ha atendido a 330.780 menores y 191.282 familias, acompañando su desarrollo de manera integral para favorecer una mejora de la equidad y la cohesión social.

Entre las prioridades de CaixaProinfancia se encuentra garantizar la promoción educativa de los menores que viven en entornos que no favorecen su desarrollo. Romper el círculo de la pobreza y facilitar su bienestar de cara al futuro es la finalidad principal del programa, que también trabaja para mejorar la renta familiar con ayudas para bienes básicos.

La historia de superación de Rocío

Valenciana y con 21 años, Rocío se ha criado en un entorno complicado, pero ha conseguido progresar de forma extraordinaria y salir adelante, gracias al apoyo de CaixaProinfancia y al Centro de Día Entre Amics de Valencia. Su historia es la de muchos menores que no tiran la toalla y aprovechan cualquier oportunidad para luchar por un futuro mejor.

“Mi condición económica en casa no era muy favorable”, explica esta joven que llegó al centro cuando falleció su hermana mediana, una circunstancia que hizo que se convirtiera en “una niña muy introvertida”. Al poco, su hermana pequeña también enfermó, por lo que su familia tuvo que “prestarle muchas atenciones” hasta que, finalmente, también murió. Esta difícil situación no favoreció a Rocío: “A mí me costaba mucho relacionarme con la gente, tenía una personalidad muy agresiva”, reconoce.

Entonces entró en el Centro de Día Entre Amics, donde le dieron la “atención” y “seguridad” que necesitaba y “un seguimiento escolar y educativo” que le permitió integrarse. “Hice el camino de Santiago, viajé a Turín, competí en la liga Masters de fútbol…”, recuerda con felicidad. También allí se enganchó “al teatro” y aprendió a relacionarse “tranquilamente” con todo el mundo. Según fue creciendo, entendió “la labor que hacen, lo mucho que se esfuerzan por esos peques” y les tomó como “referentes”. Todas estas mejoras a nivel personal repercutieron en muchos otros aspectos de su vida: aunque tuvo que repetir tercero de la ESO, fue capaz de acabarlo y ahora está “estudiando primer curso de grado medio”, cuenta.

Normalizar para integrar

La historia de esta joven es la de muchos otros menores que, hoy en día en España, viven en unas condiciones de vulnerabilidad que son mucho más habituales de lo que pensamos: podría pasarnos a cualquiera de nosotros, a nuestros amigos, vecinos o familiares. Con la ayuda de iniciativas como las de CaixaProinfancia, Rocío ha conseguido desarrollar su potencial y ahora podrá tener un futuro mucho mejor de lo que esperaba. “En estos años superé el duelo de mis dos hermanas, tengo muchos amigos y he aprendido a vivir con mi realidad familiar”, reconoce. Y se siente tan agradecida que ahora es ella quien colabora como “voluntaria en el mismo centro, para ayudar a chicas como yo”.

Al centro de día van menores después de clase para estudiar y hacer los deberes, pero también mucho más: “Luego ya tienen su ratito para que se despejen, jueguen, se diviertan…”, añade Rocío. Ella tiene muy clara cuál es su “misión”: “Hacerles bien a esos niños, porque se encuentran en un entorno que por desgracia no les favorece: con problemas económicos, familiares que han fallecido, que tienen drogodependencia…”. Rocío simplemente va allí “como una más, les cojo las agendas, les ayudo con los deberes… como hicieron en su día conmigo. Vi el bien que me hicieron y ahora quiero hacérselo yo a ellos, porque lo merecen”.

El caso de Rocío lo llevó la directora del Centro de Día Entre Amics, Sonia Humada López, que opina que “no hay ninguna receta” para conseguir tan buenos resultados, “porque cada realidad es muy diferente y cada niño, niña y adolescente también lo es”. Aun así, considera que “lo que puede ser común para la intervención en estos casos es poderles ofrecer experiencias de vida satisfactorias, positivas, que vayan equilibrando la mochila que llevan, cargada de situaciones vividas negativas”.

Desde Entre Amics, ofrecen a los menores en situación de vulnerabilidad “espacios de atención, protección y seguridad”, lo que según ella es “otro componente que ayuda a estos niños, niñas y jóvenes” a salir adelante. Su objetivo es enseñarles “modelos de vida diferentes, para que conozcan otras formas de funcionar, para que puedan ir siendo los protagonistas de su vida y decidiendo los pasos a dar”, detalla Humada. “Tenemos la convicción de que proporcionando estos aspectos damos oportunidades de cambio, de mejora y de elección”, concluye la técnica.

Si no hubiera vivido este proceso, “sinceramente, no sé cómo hubiese sido, adonde hubiese parado y qué hubiese sido de mí, la verdad”, reconoce por su parte Rocío. Esta experiencia le ha ayudado, sobre todo, “a ver las cosas de una manera distinta” y mirarlas “desde un lado positivo” por “muy feas que se pongan”; ha aprendido a “afrontar” y saber llevar “con calma lo que toca”.

Con unas circunstancias familiares muy complejas, esta joven de 21 años consiguió superar las adversidades, está estudiando y es voluntaria en CaixaProinfancia, el programa de apoyo a la integración de menores de Fundación “la Caixa”.

¿Cómo trabaja CaixaProinfancia?

Desde hace más de una década, el programa CaixaProinfancia desarrolla cinco líneas principales de trabajo para apoyar a los menores de las familias vulnerables. En primer lugar, brinda refuerzo educativo en campos como la atención logopédica y psicomotora; organiza grupos de estudio asistido y ofrece refuerzo individual en caso de necesidad, además de promover aulas abiertas y ayudas para el equipamiento escolar.

Fuera de las aulas, aprovecha la educación no formal y el tiempo libre para desarrollar actividades de verano, en centros abiertos y campamentos. También trabaja el apoyo educativo familiar, con talleres, espacios para los menores de 3 años y, en especial, atención integral a las víctimas de violencia de género (tantos las mujeres como sus hijos).

Desde Fundación “la Caixa” se promueve la salud con ayudas directas para alimentación e higiene infantil, así como gafas y audífonos para aquellos que no se pueden permitir ese desembolso. Además, hacen terapia psicosocial con las familias, personalizada o en talleres grupales.

La actividad de CaixaProinfancia ha sido especialmente intensa durante la pandemia, unos meses en los que se ha incrementado, sobre todo, la inversión en alimentación para quienes lo estaban pasando mal. Por otro lado, se han adaptado muchos de sus servicios con nuevas formas de implementación que hicieran posible su continuación durante la crisis sanitaria.

Durante la pandemia, CaixaProinfancia ha incrementado la inversión en alimentación y adaptado sus servicios para continuar

Las intervenciones de este modelo de acción social integral contribuyen a desarrollar competencias, tanto en los menores como en sus familias, que les permitan alcanzar un mayor nivel de bienestar. Entre otros objetivos, buscan que los adultos se impliquen más en el desarrollo escolar de sus hijos y que entiendan la importancia de mantener y mejorar su trayectoria académica, favoreciendo que asuman sus responsabilidades desde casa. De este modo, se pretende reducir el abandono escolar temprano al máximo y conseguir que estas familias valoren las posibilidades que se abren, de cara al futuro, si las nuevas generaciones acceden a una formación más allá de la obligatoria.

Con la educación, la cultura y la investigación como motores se pueden conseguir más oportunidades para la sociedad y trabajar en un futuro mejor para todos. Esa es la filosofía que inspira las líneas actuales de actuación de Fundación “la Caixa”, en honor al propósito de su creador, Francesc Moragas i Barret. La entidad persigue el progreso colectivo y quiere implicar en ello a todas las personas de nuestra sociedad: porque solo es progreso si progresamos todos.

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