Mientras la 'Operación Brody' revisa hasta el punto final de todas las pruebas recabadas en los registros efectuados por las autoridades en la Federación Española de Fútbol y el domicilio de Luis Rubiales, el expresidente permanece en República Dominicana, donde ya habría emprendido un superpoyecto inmobiliario junto a una de las empresas investigadas en España por la posible vinculación con la presunta trama corrupta desplegada durante su mandato al frente de la RFEF.
Así lo asegura el programa 'TardeAR', que sigue muy de cerca los pasos de Rubiales en Centroamérica y ya habría descubierto su último negocio lejos de España, el motivo 'laboral' que el propio Rubiales esgrimió hace apenas una semana para justificar su estancia al otro lado del charco.
En concreto, el exfutbolista y exdirigente se habría unido a un superpoyecto inmobiliario de un complejo de apartamentos de lujo en Punta Cana. 60 apartamentos exclusivos aún en construcción agrupados en un complejo de Playa Bávaro con beach club privado, campo de golf, restaurantes... todo lo necesario para hacer honor a su lema: "La felicidad comienza aquí".
En ese complejo —con apartamentos de una sola habitación valorados hasta en 240.000 euros— podría empezar la felicidad para Rubiales después del embrollo legal en el que se encuentra inmerso en España. Eso sí, aunque estos negocios lejos de Madrid sean nuevos, no lo son sus socios, pues según el programa antes mencionado Rubiales habría vuelto a confiar en Nene (alias de su socio Francisco Javier Martín Alcaide) y en una empresa implicada en negocios previos.
Se trata de Gruconsa, constructora cuya web cuenta con la imagen de la fachada del edificio en construcción en Playa Bávaro y que también tendría un papel clave en la presunta trama corrupta del expresidente durante su mandato en la RFEF, según las últimas investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil.
Dicha empresa es parcialmente dirigida por Ángel González Segura, hermano del exdirector de los servicios jurídicos de la RFEF, Pedro González Segura, y habría conseguido varias adjudicaciones de contratos de la RFEF desde la llegada de Rubiales a la presidencia. Entre ellos, destacan las obras de remodelación del Estadio de la Cartuja.
Tal y como habrían develado las investigaciones recientes, Gruconsa realizaba pagos mensuales de comisiones ilegales a Dismatec, empresa gestionada directamente por Nene, que llegarían a través de esta vía a los bolsillos de Luis Rubiales.
Lejos de España, Rubiales, Nene y Gruconsa continúan con sus andaduras a espera del regreso del expresidente de la RFEF a España. Lo hará tras Semana Santa, el 6 de abril, cuando se pondrá "a plena disposición" de la jueza encargada del caso.
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