El final de 'Loki' temporada 2, explicado: llega en el peor momento de Marvel para intentar arreglarlo todo

El dios del engaño interpretado por Tom Hiddleston se echa literalmente a la espalda la tarea de remediar el desaguisado de líneas temporales y la crisis de calidad en los títulos del MCU en cine y televisión.
Tom Hiddleston en 'Loki', temporada 2
Tom Hiddleston en 'Loki', temporada 2
Cinemanía
Tom Hiddleston en 'Loki', temporada 2

El final de la segunda temporada de Loki en Disney+ ha coincidido con el estreno en cines de The Marvels, la película número 33 del MCU y uno de los puntos más bajos de calidad dentro de las producciones Marvel al tratarse de un título atravesado por múltiples problemas. La Casa de las Ideas se halla en medio de una crisis de credibilidad y necesita enderezar el rumbo para salvar una Fase 5 en peligro.

En esta situación, quién nos lo iba a decir pero es Loki, justo una serie, lo mejor que ha salido de Marvel en época tan turbulenta. No deja de ser irónico, ya que gran parte de los problemas del estudio provienen precisamente de una sobresaturación causada por el bombardeo de títulos a Disney+, una explotación descarada de recursos y productos estrenados sin pasar un mínimo control de calidad, como ese cataclismo millonario que fue Invasión secreta.

Lo cierto es que la miniserie protagonizada por Samuel L. Jackson, Emilia Clarke y Olivia Colman no podría ser un artefacto más distinto a la segunda temporada de Loki. Si Invasión secreta, adaptación de un arco célebre de los cómics, con su estética de descampado centroeuropeo no parecía interesada en ofrecer ni media justificación de su desorbitado presupuesto (212 millones de dólares para seis episodios), Loki ha pisado el freno de la ambición al saberse una serie sin razón de ser.

Bueno, al menos una razón sí. La existencia de la única continuación de una serie del MCU (por ahora) se justifica con algo tan concreto como razonable por sí mismo: el carisma arrollador de Tom Hiddleston en su papel del dios del engaño. Esta sencilla circunstancia ya aseguró al actor inglés su spin-off personal cuando el arco de Loki parecía haber quedado más que resuelto en el cine. A pesar de morir en Vengadores: Infinity War, Loki regresó en su propia serie y encima ha conseguido estar entre lo mejor de Marvel para la pequeña pantalla.

Sin mucho más que hacer después de la primera temporada, el guionista Eric Martin se ha aliado con el dúo de directores Justin Benson & Aaron Moorhead para estirar seis episodios a base de humor absurdo, retruécanos temporales y trabajo de cámara fluido que envuelve a los actores como el brillante score de Natalie Holt (auténtico arma secreta de la serie) hace con las imágenes mientras el argumento da vueltas sobre la salvación de la TVA (Autoridad de Variación Temporal) hasta llegar a una conclusión sin complicaciones.

¿Cómo acaba 'Loki' temporada 2? Spoilers

Después del arduo proceso de aceptación y aprendizaje que ha vivido Loki durante esta temporada hasta acabar por dominar la cualidad de transportarse a través del espacio-tiempo, el dios del engaño termina por constatar una dura realidad. No importa cuántas veces repita los acontecimientos, incluso hasta conseguir que Victor Timely (Jonathan Majors) tenga éxito al retrasar la destrucción del Telar Temporal con su multiplicador de rendimiento: las ramas temporales se multiplican exponencialmente hasta el infinito y jamás podrá detenerse la explosión.

Tal y como explica Aquel Que Permanece (de nuevo Majors) a Loki cuando este retrocede al punto en el que Sylvie (Sophia Di Martino) lo mató en la temporada anterior, la única solución sería detener a su variante, quien se muestra concienzudamente testaruda en su propósito, por lo que tendría que matarla. Es entonces cuando Loki toma la decisión más importante de su existencia.

Vuelve a viajar al momento de la destrucción del Telar Temporal y, habiendo asumido el tipo de dios que quiere ser, destruye el sistema de seguridad y emplea su magia para revivir las ramas de tiempo quebradas y muertas. En un momento de gran espectáculo visual, con nebulosas cercanas a la abstracción, Loki reorganiza la Línea de Tiempo Sagrada y su miríada de ramas de tal forma que deja de ser un conducto horizontal para tomar una armónica forma vertical de árbol.

Las líneas temporales al final de 'Loki', temporada 2
Las líneas temporales al final de 'Loki', temporada 2
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¿Qué significa el árbol del final de 'Loki'?

Este árbol de líneas temporales es una clara referencia a Yggdrasil, el árbol de la vida de la mitología nórdica que sirve como nudo de unión entre las ramas y raíces que comunican los Nueve Reinos; en efecto, Asgard es uno de ellos.

Así es cómo el flujo del tiempo ahora ya no funciona como un embudo donde todas las variantes deben encajar en una Línea de Tiempo Sagrada, sino que la multiplicidad del existir queda organizada como un árbol frondoso que permite la coexistencia de muchas realidades. O, al menos, eso es lo que parece indicarnos el final de la serie. Con Loki como dios guardián en su trono. Así completa su arco dramático el personaje: ha pasado de ser la deidad del engaño a ejercer el rol de dios del relato.

Loki ha quedado en el centro de toda la ramificación multiversal, que aún tiene muchos flecos que resolver en la Fase 5, como esas variantes de Aquel Que Permanece (es decir, Kang) a quien la nueva TVA se dedicará a rastrear y detener. Hasta 2025 no sabremos más sobre eso, pues tras el estreno de The Marvels en casa de Kevin Feige están dispuestos a pisar el freno y reconsiderar sus opciones. 

Lo cierto es que Loki ha dejado en bandeja no solo una vía de escape argumental para reconsiderar el futuro del MCU, sino una posible hoja de ruta: ir paso a paso, con seguridad y humildad, hasta controlar el relato.

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