En 2003, James van der Beek y Heather McComb se casaron. Y esta boda, en cierta medida, tenía algo de entierro, pues certificaba el fin de una era para la televisión estadounidense. McComb había aparecido en varios episodios de Cinco en familia, mientras que van der Beek había sido el protagonista de Dawson crece, emitida en España a través de Canal+ y TVE.
Sin embargo, con aquel "sí, quiero" recíproco, Dawson dejó de crecer y se convirtió en un hombre. Y, al hacerlo, la televisión perdió su juventud. Ni Cinco en familia ni Dawson crece continuaban en antena para entonces. Comenzaba así un invierno para las series de adolescentes dirigidas a adolescentes en el que el audiovisual sigue instalado desde entonces.
La popularidad de van der Beek era máxima. Figuraba en listas como Las 50 personas más atractivas del mundo y en elencos como el de Scary Movie. A sus 26 años, las decisiones profesionales del actor parecían insinuar que el suyo sería un rostro que veríamos envejecer año a año en multitud de películas y series, como ha ocurrido con su compañero de reparto en Dawson crece Joshua Jackson. Sin embargo, no ha sido así: muchos de aquellos que fueron testigos de su juventud televisiva han olvidado el nombre de James van der Beek. ¿Qué ha sido de él desde entonces?
La vida después de 'Dawson crece'
Su matrimonio con Heather McComb, apenas meses después de que la serie que lo hizo popular se despidiese, reordenó su ritmo de trabajo. De un capítulo a la semana pasó a dos años de desempleo, que finalizaron, irónicamente, con una película titulada ¡Boda a la vista!
El que James van der Beek se casase tuvo, al parecer, un efecto amnésico entre los directores de audición, y su carrera comenzó de nuevo como si lo anterior no hubiese existido: largometrajes que iban directamente a los videoclubs sin hacer escala en cines, personajes episódicos en los grandes procedimentales de la televisión, películas de monstruos en las que el auténtico horror estaba en los efectos digitales… En definitiva, una filmografía impropia para alguien que, anteayer, encadenaba portadas de revistas y un par de premios MTV.
En 2009, van der Beek y su esposa firmaron los papeles del divorcio. El actor, sin embargo, no añoraba demasiado la soltería, pues se volvió a casar un año después, esta vez con consultora de negocios llamada Kimberly Brook. Y, aquí, comenzó una regla de proporcionalidad inversa para van der Beek: a medida que iba teniendo hijos, aparecía en cada vez menos películas. En total, el actor ha sido padre de dos niños y cuatro niñas con su segunda mujer, el primero de ellos, menos de dos meses después de casarse y el último, en 2021.
Su relación con la pequeña pantalla no sólo se mantuvo estable, sino que mejoró: se dejó ver en más de 20 capítulos de la sitcom Apartamento 23, donde se interpretaba a sí mismo; produjo, escribió y protagonizó su propia serie (¿Qué haría Diplo?); apareció en una treintena de episodios de CSI: Cyber, se codeó en un par de ocasiones con Barney y sus amigos en Cómo conocí a vuestra madre y actuó a las órdenes de Ryan Murphy.
Una de sus últimas apariciones se ha producido en Bailando con las estrellas, donde van der Beek demostró sus inesperadas dotes como bailarín al llegar hasta la semifinal del concurso. Más tarde, el actor reveló que su segunda esposa sufrió un aborto espontáneo durante su participación en el programa, pero que ambos descartaron que van der Beek se retirase de Bailando con las estrellas. No era el primer aborto que el matrimonio afrontaba: en total, sufrieron cuatro más.
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