La escena postcréditos de 'Saw X': ¿es solo 'fan service' vacío o tiene una explicación?

La décima entrega de la saga de terror más juguetona de la cartelera concluye con un regalo para sus seguidores más acérrimos, que el director Kevin Greutert explica sin trampa ni cartón.
'Saw X' (2023)
'Saw X' (2023)
Cinemanía
'Saw X' (2023)

La saga Saw nunca ha mostrado respeto alguno por seguir una cronología lineal a medida que iba facturando nuevas entregas y acumulando números romanos en el título. Por eso no sorprende a nadie que Saw X, la décima entrega actualmente en cines, en realidad sea una continuación ambientada inmediatamente después de los eventos del primer filme, dirigido por James Wan en 2004, y antes de Saw II (2005), la que fue su primera secuela.

Por lo tanto, Saw X supone un reencuentro con John Kramer (también conocido como Jigsaw), el maquiavélico ingeniero moralista interpretado por Tobin Bell, y también con su afamada aprendiz Amanda Young (Shawnee Smith). Durante la mayor parte de la película se dedican a dar caza y aleccionar a su particular manera en México a un grupo de estafadores que afirman haber curado el cáncer de John. A partir de aquí vienen spoilers del final de la película y su escena postcréditos.

Final de 'Saw X': escena postcréditos, explicada

La excursión mexicana de John Kramer y Amanda termina con la más vil de los estafadores, Cecilia (Synnøve Macody Lund), atrapada en lo que será su ataúd: una habitación cerrada a cal y canto que se va llenando de un gas mortal y cuyo único hueco de ventilación es del tamaño de una cabeza. La desdichada ha matado a su compañero Parker (Steven Brand) apuñalándole para salvarse, pero sigue atrapada y solo puede ver la huida de Kramer y compañía.

Ese es el final de Saw X, pero la escena postcréditos aún incluye una pequeña propina para los fans. Henry Kessler (Michael Beach), el tipo que había convencido a John de que el tratamiento contra el cáncer de los estafadores era eficaz, despierta dentro de uno de esos baños que la saga ha convertido en la pesadilla de cualquier decorador de interiores y con una de las clásicas trampas de Jigsaw atada al cuerpo.

Como es habitual, su cautiverio está siendo observado. No solo por John Kramer, sino también por uno de sus más conocidos esbirros: el policía corrupto Mark Hoffman, interpretado por Costas Mandylor. El baño mugriento, por supuesto, es el mismo donde tiene lugar el grueso de la acción de la primera Saw (2004).

"[Esa escena] es probablemente el mayor fan service que hemos hecho en la película", ha declarado el director Kevin Greutert (montador de la saga que también firmó la dirección de Saw VI y Saw VII antes de Saw X) en Entertainment Weekly. "Sé que muchos fans irredentos estaban deseando el regreso de ese personaje, así que se lo hemos servido en bandeja de plata".

A pesar de todo, Greutert no cree que la escena postcréditos se quede en un guiño sin valor narrativo. "Necesitábamos cerrar la historia del otro personaje que reaparece [el mencionado Henry], pero en realidad lo que queríamos era divertirnos un poco". Horror y diversión: precisamente algo que está del todo imbricado en el ADN de la saga Saw desde el principio.

¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento