Premios Goya 2024 | Bayona lleva 'La sociedad de la nieve' a lo más alto con 12 Goyas

J. A. Bayona triunfa en los Premios Goya con doce galardones, incluyendo el de mejor película y el de mejor dirección, para el filme español que también está nominado en la próxima edición de los Oscar.
J.A. Bayona y el equipo de 'La sociedad de la nieve' en los Premios Goya 2024
J.A. Bayona y el equipo de 'La sociedad de la nieve' en los Premios Goya 2024
JAVIER SORIANO
J.A. Bayona y el equipo de 'La sociedad de la nieve' en los Premios Goya 2024
Video resumen Goya Rtve
Externos

Los Premios Goya han celebrado su 38 edición en Valladolid, donde las grandes estrellas del cine español han desfilado por la alfombra roja.

Entre dimes y diretes, reivindicaciones varias y cierta sensación de déjà vu han transcurrido las aún demasiado largas tres horas y media de una gala que ocupaba Valladolid con los deberes hechos, quizá por la amplia presencia del espectro político entre la platea, quizá porque era el momento de mostrarse como una comunidad en la que todos y todas reman, o deberían remar, en la misma dirección.

Sigourney Weaver, reconocida con ese todavía extraño premio que es el Goya internacional, nos regaló la reflexión más tierna sobre esa idea del cine español como arcadia. Mencionando a Buñuel (¡Viridiana!) y acordándose de su actriz de doblaje, María Luisa Solá, también expresó mil veces su gratitud por ese galardón y por habérsele permitido entrar en la gran familia del cine patrio. ¡Hasta dijo que quería venir cada año!

También lo recordó el gran triunfador de la noche, un Juan Antonio Bayona con los ojos cada vez más palpitantes y húmedos a medida que La sociedad de la nieve acumulaba premios, que, al recoger el que todavía se le resistía, el Goya a la mejor película, insistió en que su casa es el cine español. 

“Juntos, todos, podemos conseguir lo que queramos”, subrayó, tratando de hacer entender que, pese a situarse entre dos tierras (el cine americano y el patrio, las series y el cine, las plataformas y las salas), él es uno de los suyos.

Por supuesto, Pedro Almodóvar también ejerció de gran padrino saliendo a defender la dignidad de la profesión, en la presentación del Goya a la mejor película, cuando respondió a las críticas emitidas el día anterior por el vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, que tildaba a los del cine español de “señoritos”. 

“El dinero que los cineastas recibimos como anticipo lo devolvemos con creces al Estado, a través de nuestros impuestos y de la seguridad social, además de crear puestos de trabajo”, dijo, ganándose, claro, a la platea.

La amenaza no está tan lejos como parece. No fueron pocos los galardonados que se acordaron de Argentina, de Malena Alterio, mejor actriz protagonista por Que nadie duerma, a Matías Recalt, mejor actor revelación por La sociedad de la nieve. Sin olvidarnos, claro, del discurso pronunciado por el presidente de la Academia, Fernando Méndez-Leite, que señaló que la industria de ese país “se ve seriamente amenazada de desfinanciación por los inciertos proyectos legislativos de su actual gobierno”.

Muchas reivindicaciones

Así, todos a una, con el dicharacherismo de Los Javis y su madrina Ana Belén, la modernidad y la tradición, La sociedad de la nieve iba sumando premios y la gala, reivindicaciones.

Alba Flores y Estibaliz Urresola pidieron paz para Palestina; Rigoberta Bandini, que logró el Goya a la mejor canción original (Yo solo quiero amor, de Te estoy amando locamente) se acordó del colectivo LGTBIQ+ en su discurso; Malcolm Treviño-Sitté abogó por “más diversidad racial”; Jaume Martí, Goya al mejor montaje por La sociedad de la nieve, concluyó su discurso con un “Viva la pagesia” (¡Viva el campesinado!); Guillermo García López recordó la terrible situación de los vecinos de la Cañada Real (¡3 años sin suministro eléctrico!) al recoger el Goya al mejor corto de ficción; Mabel Lozano, lanzó un alegato contra la prostitución al sostener su Goya al mejor corto documental por Ava; Pablo Berger, por el cine en las salas; y Gael García Bernal se lío un poco con el tema del cambio climático presentando el Goya al mejor filme iberoamericano.

Tres reivindicaciones que nos rompieron un poquito el corazón: Ana Belén pidiendo “revisar de manera profunda todas las infraestructuras” que permiten el abuso de poder y el acoso sexual; José Sacristán y su magnífica oratoria recogiendo el Goya de Honor para el mítico Juan Mariné y recordando “que las películas [españolas], hayan gozado o no del favor del público, forman parte del patrimonio cultural de este país”; y la emoción de Ana Gabarain cerrando su discurso de agradecimiento por el Goya a la mejor actriz de reparto por 20.000 especies de abejas dedicándoselo a las personas trans.

La preciosa relación de Gabarain y Sofía Otero (sus ojos enormes humedeciéndose mientras decía “¡Que lloro!” al darle el premio a su compañera) fue uno de los pocos, escasísimos –junto al conmovedor In Memoriam en el que Salvador Sobral y Silvia Pérez Cruz cantaban Procuro olvidarte, el tema de Quién te cantará (de Carlos Vermut, por cierto)–, sobresaltos de una gala que, de tan compacta, quizá pecó de poca emoción.

Y eso que Amaia y David Bisbal –una de las parejas ad hoc de la noche, aunque la palma se la lleva la formada por Albert Serra y Carla Simón– nos habían prometido al levantar el telón una gran noche y que el primer tramo nos hacía intuir que así sería. Lo fue sin duda para Bayona y su equipo. También para quienes saben que Víctor Erice es una leyenda pese al olvido de los premios. Al final, es complicado que la gala soñada por unos sea la misma que la soñada por todos. Todavía quedará eso como reto en la gran comunidad cinematográfica española.

Placeholder mam module
Premios Goya 2024, en directo: últimas noticias de la alfombra roja y ganadores

¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento