Una de las sagas por antonomasia del cine de acción regresa este 12 de julio a los cines. Esa fecha supone el regreso de Ethan Hunt a las salas de toda España con Misión Imposible: Sentencia mortal Parte 1, la séptima entrega de la franquicia protagonizada por Tom Cruise. La cinta, dirigida por Christopher McQuarrie, promete seguir el camino de sus antecesoras y dar a los espectadores una gran dosis de peleas, tiros y persecuciones.
Pero, además de todas las escenas de acción características de la saga y del equipo del IMF, Misión Imposible también ha tenido como protagonistas a lo largo de los seis largometrajes estrenados hasta ahora una serie de aparatos vanguardistas que han ayudado (o hecho la vida más difícil) al agente encarnado por un Tom Cruise que acaba de cumplir 61 años hace pocos días.
Desde máscaras hiperrealistas hasta rifles con forma de flauta, pasando por guantes que permiten escalar paredes, los dispositivos futuristas de la franquicia se han convertido en un elemento más de las misiones imposibles de Ethan Hunt. Con cada nueva película, estos artefactos han ido evolucionando hacia la sofisticación y prácticamente hacia la utopía.
Las máscaras realistas
Sin lugar a dudas, las máscaras hiperrealistas son el gadget más conocido de toda la franquicia. Desde su aparición en la primera película, allá por 1996, estas caretas permiten suplantar a quien se quiera, algo que ha ayudado a Hunt a lo largo de sus misiones, aunque en ocasiones ha sido el agente a quien han usurpado la identidad. Una de las mejores escenas de toda la saga está en Misión Imposible III, en la que Tom Cruise se convierte en Phillip Seymour Hoffman.
El rifle-flauta
En la quinta entrega, Misión Imposible: Nación secreta (2015), Ethan Hunt se ve envuelto en una de las escenas con míticas y con más suspense de toda la saga. En la Ópera Estatal de Viena, un intento de asesinato se convierte en una batalla a través de las miras telescópicas de rifles de larga distancia, aunque no son armas de fuego convencionales. El enemigo saca de un maletín una flauta travesera que resulta ser un arma letal. ¿Y las balas? Pues están escondidas dentro de un trombón. Todo ello mientras se está representando Turandot de Puccini, con el célebre Nessun Dorma sonando de fondo.
Las gafas de lectura de infrarrojos
Otro de los aparatos que han estado presentes en todas las cintas de la saga son las gafas: ya en la primera entrega, Ethan Hunt se puso unos lentes que le permitían ver infrarrojos, e incluso unas que servían de cámara para visualizar todo lo que veía el personaje de Jon Voight. La tecnología óptica evoluciona a lo largo de toda la saga, hasta llegar a Misión Imposible: Protocolo fantasma (2011).
Las lentillas de reconocimiento facial
Ethan Hunt dejó apartadas las monturas en favor de las lentes de contacto. En la cuarta película de la saga, el IMF ha desarrollado unos dispositivos que permite escanear los rostros de la gente que pasa por su punto de mira, lo que permite a los agentes descubrir a los criminales que pasean libremente por las calles.
El camuflaje 3D
En la franquicia son especialistas en los gadgets ópticos. También en Protocolo fantasma, cuando Ethan Hunt y Benji (Simon Pegg) se cuelan en el corazón del Kremlin, utilizan una especie de trípode que crea una ilusión en 3D, haciendo creer al guardia de seguridad que no hay nadie, aunque en realidad los dos agentes del IMF están delante de sus ojos.
Los guantes trepadores
La cuarta cinta de la franquicia es la que más dispositivos imposibles desplegó en pantalla. En otra de las escenas más recordadas, Tom Cruise (sin dobles), trepó por el edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa de Dubai, solo utilizando unos guantes similares a unas ventosas que se asemejan más a las patas de un reptil que a unas manoplas.
El cambiador de voz
Poco puede hacer un agente que está suplantando a otra persona si, aunque su rostro sea idéntico, su voz no cambia. Por ello, para Misión Imposble II, en el IMF desarrollaron una especie de parche que, colocado en la laringe, permite tener las cuerdas vocales de quien se está usurpando la identidad. Con este dispositivo, ya estaba el pack completo.
El chicle explosivo
Probablemente, el gadget más extraño de toda la franquicia se vio en la primera película. Mientras el director del IMF interroga a Hunt en un restaurante, porque piensa que es un topo, el agente saca un envoltorio de su bolsillo, que aparentemente es un inofensivo chicle. Pero la goma de mascar resulta ser un explosivo que permite a Tom Cruise escapar de una de las escenas más icónicas de Misión Imposible.
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