Aunque no lo parezca, Keanu Reeves está a unos meses de cumplir 60 años. A lo largo de su carrera, este actor de origen libanés se ha especializado en escenas de acción. Quizás su adicción comenzó al rodar Le llaman Bodhi junto al aguerrido Patrick Swayze, con caída libre incluida. Desde entonces, las décadas han ido sucediéndose y la filmografía de Reeves se ha trufado de persecuciones, saltos mortales y golpes fatales. El último cóctel de violencia lo tomó con John Wick 4, que llegó a España el pasado año.
En su horizonte, se recortan varios proyectos. Y ninguno pasa por quedarse en una oficina, viendo pasar la vida: Constantine 2 se estrenará en 2024 y Ballerina, junto a Ana de Armas (con la que ya coincidió en la incómoda Toc Toc y en La hija de Dios). Solapado entre estas dos superproducciones, está Good fortune, título del que sólo se conoce su reparto (encabezado por Reeves) y su director, el cómico Aziz Ansari. Y, de momento, Good fortune ha hecho que Keanu Reeves empiece el año con mal pie. Literalmente.
¿Por qué se partió Keanu Reeves la rótula?
En enero, los directivos de los grandes estudios se llevaron las manos a la cabeza. La estrella de acción por antonomasia había sido vista acarreando una muleta y con una bolsa de hielo en la rodilla. Se rumoreaba que se la había roto, y las habladurías estaban en lo cierto. Quedaba saber cómo había ocurrido.
Aziz Ansari ha despejado las dudas: Aunque en Good fortune hay escenas de acción (no vas a contratar a John Wick para sentarlo frente a un ordenador), Keanu Reeves no se lesionó frente a una cámara. Tras acabar un rodaje, Ansari y Reeves se separaron y, acto y seguido, el primero escuchó un golpe.
Al girarse, vio a Keanu Reeves en el suelo tras tropezar con el borde de una alfombra, y exclamando que se había hecho daño en la rodilla. Ansari ha elogiado al canadiense, que lejos de dejar la producción grabó las escenas que le faltaban, e incluso estuvo dispuesto a filmar una en la que bailaba salsa. “Tuvimos que contenerlo, diciéndole que ya la rodaría cuando se le curase la rodilla”, explicó Ansari. El hombre al que contratas para matar al hombre del saco no tenía ningún problema, no obstante, en bailar lambada a la pata coja.
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