'Dune 2': las mayores diferencias de las películas con la novela de Frank Herbert

Para conseguir que los gusanos cupieran en sus dos superproducciones, el director canadiense ha tenido que hacer algunos sacrificios con respecto del texto original. Veamos cuáles son (con SPOILERS).
Zendaya en 'Dune'
Zendaya en 'Dune'
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Zendaya en 'Dune'

Según un proverbio de los Fremen, el planeta Arrakis enseña a emplear la ley del cuchillo: cortar algo incompleto y decir "ahora está completo, porque acaba aquí". Y aunque la novela de Frank Herbert diste mucho de ser una obra inacabada, Denis Villeneuve ha operado mediante este principio tanto al rodar Dune como Dune: Parte Dos. 

Llevar a la pantalla un tocho de 600 páginas, con profusión de apéndices e incluso un diccionario, es algo para lo que se quedan cortas incluso las cinco horas de metraje con la que el canadiense nos ha contado la historia de Paul Atreides (Timothée Chalamet). De ahí que el libreto de Villeneuve y Jon Spaihts haya suprimido bastantes aspectos del original. 

Aquí destacamos las omisiones más notables de los filmes frente al libro: seguro que los duneólogos del universo, que son legión, han encontrado muchas más. Ten en cuenta que este repaso contiene SPOILERS. 

La Cofradía Espacial

La Cofradía Espacial en 'Dune' (2021).
La Cofradía Espacial en 'Dune' (2021).
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Una de las entidades más siniestras e influyentes del universo de Dune ha visto su papel drásticamente recortado en la adaptación de Villeneuve. Hablamos de esta organización que ostenta el monopolio sobre los viajes espaciales, y cuyos miembros apenas se dejaron ver en una escena de la primera parte.  

En la novela de Frank Herbert, la Cofradía no solo tiene agarrados por el pescuezo al resto de poderes del Imperio mediante dicho monopolio, sino que también cumple las funciones de un banco. Según constata con amargura el barón Harkonnen, nada menos, una de sus especialidades es endeudar a las Grandes Casas mediante esos créditos que parecen llenos de facilidades hasta que uno lee la letra pequeña. 

Pero esta tenebrosa secta tiene un punto débil: su dependencia de la especia Melange. A fin de pilotar esos cruceros mastodónticos sin ayuda de inteligencia artificial, sus navegantes necesitan consumir la sustancia en cantidades industriales, lo cual les hace mutar hasta perder el aspecto humano. Algo que le dio mucho juego a David Lynch para llenar su versión de purulencias, pero que el canadiense ha decidido ahorrarse. 

El Jihad Butleriano

David Dastmalchian en 'Dune' (2021).
David Dastmalchian en 'Dune' (2021).
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¿Nunca te has preguntado por qué en el universo de 'Dune' no hay ordenadores? La respuesta está en este movimiento  que surgió milenios antes de que comenzara la historia, y que arrasó la galaxia al grito de "no crearás una máquina a semejanza de la mente humana". 

Según la novela de Herbert, el Jihad Butleriano fue una explosión de fanatismo religioso, mientras que las precuelas escritas por su hijo Brian Herbert y Kevin J. Anderson imaginaron para él un origen digno de Terminator, con una guerra entre la humanidad y las computadoras malignas de turno. En todo caso, en él está el origen de la Cofradía, las Bene Gesserit y esos mentat que sustituyen a las inteligencias artificiales. 

La compañía CHOAM

Imagen de 'Dune' (2021).
Imagen de 'Dune' (2021).
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El aspecto satírico de Dune, que también existe, destaca cuando toca hablar de esta corporación multiplanetaria: la CHOAM (siglas de "Combine Honnete Ober Advancer Mercantiles", signifique eso lo que signifique) es la empresa que regula el comercio en el Imperio. Y, como la panoja manda, el estatus de una Gran Casa está sujeto a la cantidad de votos que posea en su consejo de administración.  

Presidida por el emperador, con la Cofradía y las Bene Gesserit como socios sin voz ni voto, la CHOAM depende de la especia para asegurar su margen de beneficios. Algo que resulta muy interesante sobre el papel, pero que hubiera complicado el argumento de las películas: entendemos que Villeneuve haya prescindido de ella. 

Los Fremen y la ecología

Sharon Duncan-Brewster en 'Dune' (2021).
Sharon Duncan-Brewster en 'Dune' (2021).
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Para describir a los nativos de Arrakis con un detalle similar al de la novela, Villeneuve hubiera necesitado unas cuantas horas más de metraje. Aun así, es triste que se haya dejado en el tintero uno de los aspectos más revolucionarios de Dune: el empeño de los Fremen por alterar el ecosistema de su planeta. 

Si bien esta parte de la historia se ha quedado en unas pocas frases de la doctora Kynes, el libro de Herbert va mucho más allá. Además de acaparar agua (algo que llegamos a ver en Dune: Parte Dos), los Fremen han fijado las dunas plantando hierba, aclimatado a su mundo animales procedentes de otros planetas e incluso creado palmerales. Todo ello, además, en el más absoluto secreto.  

Esta ambición ecológica tiene implicaciones muy serias en la historia. Porque, si tenemos en cuenta que el origen de la especia está en los gusanos y que los gusanos perecen al contacto con el agua, el precio de transformar Arrakis en un planeta apto para la vida humana es la desaparición de la sustancia más valiosa del universo. 

La cena de gala

Rebecca Ferguson en 'Dune' (2021).
Rebecca Ferguson en 'Dune' (2021).
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¿Quieres saber hasta qué punto el universo de Dune respira conspiraciones? Esta escena de la novela, suprimida por Villeneuve y Spaihts en la adaptación, te dará una idea. Se trata de un banquete donde el duque Leto (Oscar Isaac) y lady Jessica (Rebecca Ferguson) se reúnen con la clase alta de Arrakis para celebrar su llegada al planeta, o más bien para tomarle el pulso a su situación política.

Más allá de detalles particulares, este momento deja claro que la sociedad del Imperio es un nido de víboras donde los dobles sentidos y las insinuaciones pueden ser más letales que las puñaladas. Da rabia pensar lo que Isaac, Ferguson y el resto del elenco podrían haber hecho con unos diálogos así.

La historia de Thufir Hawat

Stephen McKinley Henderson en 'Dune' (2021).
Stephen McKinley Henderson en 'Dune' (2021).
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El mentat de los Atreides, interpretado por Stephen McKinley Henderson, desaparece de las películas tras la primera Dune. Algo que, si bien entendemos por razones de concisión, ha privado a los filmes de Villeneuve de una de las partes más divertidas del libro. 

Tras la caída de los Atreides, Hawat queda prisionero de los Harkonnen, quienes pasan a utilizar sus servicios. Y, más listo que el hambre, Thufir se dedica a manipular al barón Vladimir y a su sobrino Feyd-Rautha a ver si se asesinan entre ellos. Dado que los villanos de Dune no son genios del mal, sino más bien unos oportunistas repugnantes, el resultado tiene mucho de comedia negra. 

El hijo de Paul y Chani

Zendaya en 'Dune' (2021).
Zendaya en 'Dune' (2021).
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En la novela, la historia de los Atreides en el desierto tiene lugar a lo largo de mucho más tiempo que en Dune: Parte Dos. De ahí que durante ese periodo (unos dos años, más o menos) a Paul Atreides y al personaje de Zendaya les dé tiempo a tener un bebé al que nombran Leto II. Por desgracia, el niño muere durante el bombardeo del Sietch Tabr.

Nunca sabremos cuánto tienen que ver en ello las Bene Gesserit, siempre ansiosas por conservar la pureza de sus líneas genéticas, pero lo cierto es que el trauma derivado de dicha pérdida contribuye a hacer del joven Atreides alguien mucho más despiadado, concluyendo con esa última decisión que tan cara le saldrá a la galaxia. 

Santa Alia del Cuchillo

Anya Taylor-Joy en el estreno de 'Dune' en Nueva York
Anya Taylor-Joy en el estreno de 'Dune' en Nueva York
AP

Entre los herbertianos más acérrimos, este cambio en la historia sembrará indignación. Pero nosotros entendemos que Villeneuve (a diferencia de Lynch) no haya querido meterse en semejante jardín: la hermana de Paul Atreides, a la que Dune: Parte Dos nos presenta como embrión (y como Anya Taylor-Joy en un breve cameo) es un personaje con el que resulta fácil perder los papeles. 

Hablamos de una niña de dos años que, a resultas de la iniciación psicodélica de su madre durante su gestación, tiene la personalidad y los recuerdos de una mujer adulta. Algo que, si ya resulta inquietante, llega al paroxismo cuando la vemos matar al barón Harkonnen durante el clímax de la novela.

Mirándolo por el lado positivo, Villeneuve ha logrado escenas de subida incomodidad gracias a ese feto telepático que conspira con lady Jessica. Además, si el canadiense llega a rodar El mesías de Dune, podremos ver todo aquello de lo que Alia es capaz... 

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