No es necesario salir de España para disfrutar de paisajes mágicos e inolvidables y tampoco de la Comunidad de Madrid, que ofrece infinidad de planes para realizar solo, en pareja, con amigos, en familia o con los más pequeños de la casa. Desde una ruta de molinos hasta bañarse a los pies de una cascada de metros infinitos, pasando por un paseo en un bosque de cuento o sentirte, por un día, como el rey Felipe II, observando desde lo alto de la silla que lleva su nombre El Escorial.
Hemos recopilado cinco rutas inmersas en plena naturaleza madrileña para disfrutar de una jornada con niños, aprovechando el fin de semana.
1. La cascada del Hervidero
Cerca de San Agustín de Guadalix, en la cuenca media del Jarama, se sitúa una de las maravillas de la naturaleza madrileña, la cascada del Hervidero formada, en realidad, por dos saltos de agua. Un lugar rodeado de un bonito paisaje con una ruta de senderismo circular, apta para todos los niveles. Esta cascada está englobada en un entorno natural de una belleza extraordinaria y sus aguas forman un lago de considerables dimensiones.
No te pierdas las escaleras del Charco del Hervidero, junto a la cascada, que parecen sacadas de un cuento y que guardan un encanto especial. De fácil acceso, se convierte en un lugar perfecto para visitar.
2. Cascadas del Purgatorio
En la sierra de Guadarrama, dentro del término municipal de Rascafría, encontramos la cascada del Purgatorio, un regalo de la naturaleza en plena Comunidad de Madrid. Para poder llegar al salto de agua, hay que recorrer una senda muy sencilla que comienza en el Monasterio del Paular y tiene una distancia de unos 6 kilómetros. En el camino, además, podrás disfrutar del Arboreto Giner de los Ríos, que es un bosque caducifolio que cuenta con diversas especies de árboles de todo el mundo.
Un lugar que no debes perderte dentro de esta ruta es el puente del perdón, desde el que se contempla la monumentalidad del Monasterio del Paular, así como la que forman las montañas que lo rodean. Un monumento que fue construido en el s. XVIII para poder cruzar el río Lozoya y acceder así al molino de papel de Los Batanes.
3. Embalse de El Atazar
En la sierra Norte se encuentra este embalse también conocido por su enorme tamaño como 'el mar de Madrid'. Forma parte del Canal de Isabel II y está rodeado por la Mancomunidad del Embalse de Altazar, en la que se encuentran pueblos tan como El Berrueco. Hay diversas rutas de senderismo, dependiendo de la dificultad y duración que queramos, y hay algunos puntos históricos a tener en cuenta, como la Atalaya Árabe y el puente romano.
Si vas en una época en la que aprieta el calor y te apetece un baño, puedes acercarte a Cervera de Buitrago. Un idílico pueblecito a orillas del embalse, con apenas 162 habitantes y cerca de la localidad famosa de Patones. Sin duda, una parada obligatoria si buscas lugares naturales, con encanto, sin salir de Madrid.
4. La ruta de molino a molino (La Hiruela)
La ruta de molino a molino en La Hiruela, Madrid, es una excursión que discurre junto al río Jarama, en medio de un entorno de vegetación de ribera y zonas de praderas que se instalan junto al río. Además, se trata de un camino en el que podrás visitar un molino y un colmenar, por lo que es una actividad ideal para disfrutar de un día al aire libre.
Estamos ante una senda en la que te cruzarás con robles enormes, nogales comunes y cerezos silvestres hasta llegar a un puente de madera que cruza el río Jarama. El objetivo de esta ruta es localizar las ruinas del molino Juan Bravo, que aún conserva su piedra de moler, llegar, tras cruzar una presa y un puente, hasta un molino harinero del siglo XVIII que funciona como entonces y terminar en el colmenar tradicional de troncos huecos y lajas de esquisto o barro. La ruta sigue en ascenso bajo grandes árboles y entre medio de huertas familiares de árboles frutales, antes de llegar de nuevo al pueblo de La Hiruela. La ruta de molino a molino se encuentra a 111 km de la ciudad de Madrid.
5. El bosque de la Herrería (San Lorenzo de El Escorial)
El Bosque de La Herrería fue declarado Paisaje Pintoresco desde el año 1961. Además, forma parte de la Red Natura 2000, como Lugar de Interés Comunitario y Zona de Especial Protección para las Aves. Felipe II adquirió este sitio para disponer de un gran territorio cerca del monasterio de El Escorial. Allí se mantiene la Silla de Felipe II, dentro del espacio natural del Pinar de Abantos y la zona de La Herrería.
Se dice que estos asientos de piedra eran usados por el monarca como observatorio durante la construcción del monasterio. Y es que, el lugar es un mirador desde el que podrás observar toda la zona de El Escorial. Además, contiene una flora importante como fresnos, arces, cerezos y castaños, entre muchas otras especies. Así mismo, la fauna del bosque también es diversa: jabalíes, zorros y las garduñas; así como águilas reales y halcones. El acceso al Bosque de La Herrería se realiza desde San Lorenzo de El Escorial y la Villa de El escorial.
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