La playa de Madeira con arena blanca traída de África y un hotel escondido para disfrutar en familia

Al suroeste de la isla, cerca de la localidad de Calheta, visitantes y huéspedes del hotel Savoy disfrutan de un oasis protegido de las fuertes mareas del Atlántico
Playa de Calheta en la isla de Madeira.
Playa de Calheta en la isla de Madeira.
Getty Images/iStockphoto
Playa de Calheta en la isla de Madeira.

El archipiélago de Madeira es uno de los destinos insulares de Portugal más demandados. Formado por cuatro grupos de islas (Madeira, Porto Santo, Islas Desiertas e Islas Salvajes), se encuentra a dos horas y media de vuelo directo desde España y forma parte, junto con las islas Canarias, las Azores y Cabo Verde de la Macaronesia del océano Atlántico.

Determinadas islas de la Macaronesia apostaron por traer toneladas de arena del desierto del Sáhara para algunas sus playas 

Todas estas islas comparten espacio oceánico y origen volcánico, por lo que la arena de sus playas naturales es de color oscuro, que ensucia más a los bañistas y sus toallas y ofrece postales menos atractivas. De ahí que hace algunas décadas algunas de estas islas decidieran importan arena blanca del desierto del Sáhara para aportar a algunas de sus playas ese tono más cálido y paradisíaco. La playa de las Teresitas, en la isla de Tenerife, por ejemplo, se cubrió en la década de los 70 con 270 toneladas de arena procedente del Sáhara.

Piscina exterior del hotel Calheta Beach.
Piscina exterior del hotel Calheta Beach.
Paulo Abreu

Microclima subtropical

En la isla de Madeira hay pocas playas con esta arena sahariana. Una de ellas es la de Calheta, al suroeste de la isla, pequeña y abrazada por espigones para salvaguardarla del cambiante humor que mece a las mareas y vientos del Atlántico. En primera línea de esta playa se ubica Calheta Beach, un hotel con propuesta de todo incluido del grupo madeirense Savoy Signature. Tanto la playa como el hotel disfrutan por su ubicación abrigada, con la montaña a la espalda, de uno de los mejores microclimas subtropicales de Madeira, perfecto para disfrutar de la trilogía dorada que forman naturaleza, playa y océano.

La playa y el hotel Calheta disfrutan de un microclima subtropical que les proporciona el abrigo de la montaña

El Calheta Beach cuenta con 153 habitaciones y suites de un estilo contemporáneo, con vistas que se extienden más allá del océano y las montañas. Con acceso directo al mar y la playa, sus instalaciones incluyen un Spa con sauna, jacuzzi, baño turco y masaje; dos piscinas exteriores de agua dulce (una infantil), piscina cubierta climatizada, dos restaurantes con menú a la carta y tres bares, además de gimnasio, sala de juegos y un Kids Club para quienes viajen en familia.

Ubicación de playa y hotel al pie de la montaña.
Ubicación de playa y hotel al pie de la montaña.
Paulo Abreu

Actividades y cursos de cocina

Asimismo, el hotel ofrece traslados privados a Funchal, la capital de la isla, y organiza clases de cocina y de preparación de cócteles para grupos reducidos durante un día a la semana. El huésped también podrá disfrutar de tours de lujo para descubrir la isla durante medio día o un día entero con servicio de limusina y conocer en un bello paseo el municipio de Calheta, sus paisajes de montaña, el mar, los productos regionales de la zona y su cultura en jornadas organizadas un día a la semana durante tres horas. Arco da Calheta, el mirador de Madalena do Mar, Loreto, Atouguia, Prazeres, Fajã da Ovelha o el faro de Ponta do Pargo, serán las paradas de la ruta semanal.

Las experiencias activas y en contacto con la naturaleza de Madeira pueden completarse con una visita a una fábrica de caña de azúcar en Calheta, donde se produce miel de caña de azúcar y otros derivados y cuyo recorrido termina con la degustación de la famosa bebida local Poncha, acompañada del tradicional pastel de miel de caña, Bolo de Mel.

Los visitantes de la isla que no estén alojados en este hotel podrán disponer de sus instalaciones durante un día con el denominado “Day Pass”

Los visitantes de la isla que no estén alojados en el hotel podrán disfrutar de sus instalaciones durante un día con el denominado “Day Pass”, que incluye aparcamiento gratuito, acceso a las piscinas (tanto a las exteriores como a la climatizada), al jacuzzi, la sauna y la sala de humo, snacks y bebidas gratuitas, así como descuentos tanto en los tratamientos de Spa como en el restaurante de sabores locales Onda Azul, que ha estrenado carta este verano. Más información en savoysignature.com

Restaurante de sabores locales Onda Azul.
Restaurante de sabores locales Onda Azul.
Paulo Abreu

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