Viaje a la Expo de 1873 que buscó por primera vez la igualdad entre hombres y mujeres

Museos y jardines de la Viena imperial.
Museos y jardines de la Viena imperial.
Christian Stemper
Museos y jardines de la Viena imperial.

Desde que en 1851 la reina Victoria de Inglaterra inaugurara la primera Exposición Universal de la historia, Londres y París se repartieron el protagonismo de organizarlas. Finalmente, en 1873 Viena se impuso y revolucionó su capital, pero también a toda Europa. Hasta entonces las innovaciones de la Revolución Industrial eran el eje principal de las muestras. Europa enseñaba sus avances tecnológicos a los visitantes. Viena supuso un ir más allá y, nunca mejor dicho, su Exposición sería verdaderamente Universal pues países como Japón, Túnez o Egipto tendrían por primera vez pabellones propios para mostrar al mundo lo nunca visto, su arte, cultura y tradiciones.

Palacio Hofburg de Viena.
Palacio Hofburg de Viena.
Carla Royo-Villanova

Pionera en todo

Viena conmemora este aniversario con eventos y exposiciones temáticas como “Women at Work” en el Museo de la Tecnología, ya que aquella Exposición fue pionera en todo, también en ser la primera vez que las mujeres tuvieron su propio pabellón, que ellas mismas construyeron, para mostrar al mundo los trabajos y labores que hasta entonces realizaban, invisibles y excluidas de la historia, desde colorear fotografías, hasta trabajos de producción industrial, pasando por bordados, adornos textiles, ciencia o telegrafía.

En la Exposición Universal de Viena de 1873 las mujeres tuvieron su propio pabellón, que ellas mismas construyeron

En Viena se buscó por primera vez la igualdad entre hombres y mujeres, y a partir de entonces se fundaron escuelas especializadas que abrieron un horizonte esperanzador a la mujer. El Museo de Artes Aplicadas prepara dos grandes exposiciones conmemorativas: el 7 de junio se inaugura “Glitz and Glamour”, una muestra sobre la casa J & J Lobmeyr, como homenaje a la empresa vidriera vienesa que participó en 1873 con sus piezas más innovadoras y que aún hoy sus maestros cristaleros siguen elaborando artesanalmente sus fabulosas piezas.

El puente más antiguo de Viena, en el parque del Prater.
El puente más antiguo de Viena, en el parque del Prater.
Carla Royo-Villanova

Viena Capellanes

Además, el 28 de junio de 2023 se presenta otra exposición, “Oriente 1873”, que destacará la importancia que Japón tuvo como influyente de las nuevas tendencias decorativas que se impusieron. Podremos ver hasta 200 piezas de la Exposición Universal, aquellas que mostraron a Europa las técnicas orientales de lacado, estampación textil y artes decorativas. Viena abrió la puerta al orientalismo y se aceleró el proceso de evolución del diseño en Europa.

Viena también llegó hasta Madrid en formato panadería y en 1873 se fundaba Viena Capellanes. El industrial Matías Lacasa regresaba de la Exposición Universal con un nuevo proyecto: vender en Madrid el magnífico pan vienés del que había conseguido la patente. Al morir sin descendencia, su sobrino Pío Baroja se hizo cargo de la tahona.

Grabado de los pabellones de la Expo de 1873.
Grabado de los pabellones de la Expo de 1873.
Turismo de Viena

El Ring de Viena

La capital imperial austriaca está en plena celebración de un hito que cambió la ciudad e impulsó el auge del estilo oriental en nuestro continente. La aristocracia y la alta burguesía del Viejo Continente cayó rendida ante el exotismo expuesto. Sin embargo, esta muestra supuso un revulsivo más allá de recibir a los invitados orientales. Unos años antes, en 1865, el emperador Francisco José había inaugurado la primera parte del Ringstraße, anillo de Viena, un ambicioso proyecto del propio emperador para unir la zona imperial de la capital con la alta burguesía y el poder comercial judío. El Ring de Viena es hoy en día el complejo historicista más importante y grande del mundo, pero el año de la Gran Exposición también fue epicentro de reunión para los países invitados y su flamante puesta de largo. Viena eclosionó tras la Exposición Universal de 1873.

Viena eclosionó tras la Exposición Universal e impulsó el auge del estilo oriental en el Viejo Continente
Foto antigua del histórico hotel Höller.
Foto antigua del histórico hotel Höller.
Turismo de Viena.

Hoteles de leyenda

Para la ocasión, en 1870 se canalizó el Danubio, evitando así los constantes desbordamientos del río y se construyeron dos acueductos que abastecerían de agua fresca de las montañas a la ciudad; hoy en día el agua de Viena sigue siendo de las mejores del mundo. Se inauguraron fastuosos hoteles que ahora también celebran el aniversario, como el Hotel Imperial, que había pertenecido al duque Phillipe de Wurtemberg, o el hotel Höller (ahora Sans Souci), sobre los cimientos del restaurante donde Johann Strauss hijo había presentado años antes su polka “Tritsch Tratsch”. En el nuevo salón “Rotunde”, en alusión a la Exposición, se daban cita artistas, aristócratas bohemios, bailarines y famosos de la época ya que justo enfrente está el teatro Volks. La aristocracia europea se instaló en el Imperial, que luego sería el hotel favorito de Charles Chaplin, Sigmund Freud, Mahler y miembros de la realeza como la reina Isabel II.

lPlatería Jarosinski & Vaugoin, la más antigua de Europa.
Platería Jarosinski & Vaugoin, la más antigua de Europa.
Paul Bauer

Arte y cultura

El Prater había sido coto imperial de caza hasta su apertura al público en 1766. Era el lugar idóneo para instalar los gigantescos pabellones y junto a su avenida principal se instalaron las primeras cafeterías. En el Prater, dos veces Central Park, se dio el pistoletazo de salida al turismo, a la expansión del arte y la cultura vienesas y a toda su artesanía e industria. Aún quedan artesanos que en 1873 mostraron al mundo sus habilidades; uno de ellos es la famosa platería Jarosinski & Vaugoin, la más antigua de Europa y, por desgracia, también la última platería artesanal de Austria. Su taller-tienda puede visitarse con cita previa, la mejor manera de adentrarse en lo que los visitantes de la Exposición Universal pudieron ver y admirar, ya que cada pieza continúa elaborándose tal y como entonces, misma técnica minuciosa, misma manera de moldear, misma forma de pulir, mismo trato exquisito a sus clientes que hoy en día.

En el Prater, dos veces la extensión de Central Park, se dio el pistoletazo de salida al turismo y a la expansión del arte y la cultura vienesas

Se abrieron nuevos restaurantes como Landtmann, cuyo propietario quiso hacer de él el más elegante de la ciudad y ofrecer la gastronomía vienesa como parte inseparable de la ciudad. Sus platos Wiener Schnitzel, Backhendl, Tafelspitz o Goulash siguen conquistando paladares.

La famosa noria del Prater.
La famosa noria del Prater.
Carla Royo-Villanova

La noria del Prater

Han pasado 150 años desde aquella Exposición que enloqueció al mundo, y Viena avanzó a pasos de gigante. En el Prater se inauguró en 1895 el primer parque de atracciones del mundo y su monumental noria de 60 metros, que se instaló para conmemorar los 50 años de la coronación de Francisco José, es uno de los emblemas de Viena. También en el Prater se encuentra el puente más antiguo de la ciudad, construido cuando se canalizó el Danubio sobre uno de los nuevos canales. De aquellos pabellones apenas quedan algunos, pero es un lugar fabuloso para pasear o montar en bicicleta y la innovación de aquella Expo Universal se mantiene viva gracias al Campus de la Universidad de Economía de Viena, situado donde antes impactó “La Rotunde” de 1873. Se trata de un complejo fascinante realizado por los mejores arquitectos del mundo, como Zaha Hadid o los estudios españoles N.O Mad o Carme Pinós. Todo un ejemplo de arquitectura futurista que bien merece una visita.

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