Al contrario de lo que puedan pensar muchas personas, Canadá es uno de los países clave para el desarrollo del turismo en España: el año pasado, 380.000 canadienses visitaron nuestro país. El que es el segundo país más grande del mundo tiene infinidad de atracciones turísticas y espectaculares parajes naturales que le hacen uno de los destinos más impresionantes a los que se puede viajar.
Desde sus increíbles ciudades como Montreal, Victoria o Quebec hasta parques naturales prácticamente inhóspitos que dejan perplejos a cualquiera que se adentre en ellos, en la vasta extensión territorial de Canadá hay lugares realmente extraordinarios. Además, cabe destacar que esta nación norteamericana es uno de los mejores países para viajar solo.
Sus preciosas ciudades, como Quebec o Toronto
Aunque sea un país inmenso, en Canadá solo hay diez ciudades que superan el medio millón de habitantes, lo que le hace una de las naciones con menor densidad de población de todo el mundo. Una de las más conocidas es Toronto, separada de Estados Unidos solo por el Lago Ontario y cuyo mayor símbolo es la famosa Torre CN, de 553 metros de alto y que se ha convertido en una de las estampas más fotografiadas.
Tampoco hay que dejar de visitar Quebec, centro francófono de Canadá y cuyo centro histórico, un recinto amurallado de principios del siglo XVII, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. A la otra punta del país, en la costa oeste, está la cosmopolita ciudad de Vancouver, la tercera urbe más grande del país y cuya calidad de vida y seguridad la hacen una parada increíble para cualquiera que cruce el Atlántico. En Ottawa, la capital, hay que visitar sí o sí su parlamento, mientras que la urbe de Montreal está repleta de edificios históricos.
Las impactantes cataratas del Niágara
Con más de 50 metros de alto y un kilómetro de ancho, las cataratas del Niágara se han convertido en la principal atracción turística de Canadá. Frontera natural entre el país y Estados Unidos, verlas en persona es un verdadero espectáculo atronador. Para los amantes de la adrenalina también hay un barco que te lleva navegando prácticamente hasta el corazón de esta maravilla natural.
El Parque Nacional Banff
La triple frontera entre el estado de la Columbia Británica, el de Alberta y los Estados Unidos es el descomunal Parque Nacional Banff, una imponente extensión de 6.600 kilómetros cuadrados al oeste de Calgary que son el prototipo de lo que los europeos tenemos en mente cuando pensamos en Canadá: glaciares, infinitos kilómetros de vegetación y lagos enclavados en las montañas, como el impresionante Lago Peyto, uno de los mayores espectáculos que cualquier ser humano puede ver.
El Parque Nacional Gros Morne
Este Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO es probablemente uno de los lugares más recónditos e inhóspitos de todo Canadá. Ubicado en la isla de Terranova, este monumental entorno cuenta con fiordos, montañas, acantilados, cascadas y glaciares que dejarán perplejos a cualquier turista que ose viajar hasta allí para descubrir la verdadera esencia del país.
Las increíbles mareas de la Bahía de Fundy
En la costa Atlántica, entre territorio continental y la isla de Nueva Escocia, se encuentra la increíble Bahía de Fundy, conocida por sus monumentales mareas. El nivel del mar puede cambiar incluso 20 metros en apenas seis horas, todo ello rodeado de increíbles acantilados y formaciones rocosas en uno de los parajes más imponentes de Canadá.
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