Desde tiempos inmemorables, se han establecido asentamientos humanos en España en las montañas, aunque parece mentira que algunos pueblos se hayan erigido en el lugar en el que están ubicados, como la localidad de Margalef (Tarragona). Lo cierto es que en toda la Península Ibérica hay municipios impresionantes construidos entre formaciones rocosas que son una auténtica maravilla para visitar, ya no solo por su situación, sino también por su belleza arquitectónica.
Arcos de la Frontera (Cádiz)
Uno de los pueblos más impresionantes en este sentido es el municipio gaditano de Arcos de la Frontera. Situado en un acantilado del río Guadalete, es uno de los conocidos como 'Pueblos Blancos' de Cádiz, y aunque hay indicios de la presencia del ser humano desde tiempos prehistóricos y romanos, es la cultura musulmana la que está más presente. Caminando pos sus calles empedradas se puede llegar a su casco histórico, que alberga edificios como el castillo de los Duques, la basílica de Santa María o la iglesia de San Pedro.
Olvera (Cádiz)
Otro Pueblo Blanco de Cádiz es el de Olvera, que está muy cerca de Arcos de la Frontera (de hecho pertenece a su partido judicial). Ubicado entre las sierras de las Harinas y la de Lijar, este municipio de 8.000 habitantes cuenta con unas de las vistas más impresionantes de la provincia, además de tener con dos construcciones monumentales que dejan con la boca abierta a cualquier turista que se acerque a la localidad: su castillo árabe y su preciosa iglesia de la Encarnación.
Ronda (Málaga)
No nos movemos de Andalucía, aunque sí de provincia. En Málaga se encuentra uno de los pueblos más bonitos y antiguos de toda España, cuyo origen se puede remontar al Paleolítico. Construido sobre un acantilado del río Guadalevín, desde su magnífico Parador se pueden visitar algunos de sus puntos más emblemáticos, como el famoso Puente Nuevo, su célebre plaza de toros o los yacimientos de la época romana.
Iznájar (Córdoba)
En Córdoba, en pleno Parque Natural de la Sierra Subbética, se ubica el municipio de Izájar, uno de los más impresionantes de toda la provincia. A orillas del río Genil se encuentra este pueblo de casas blancas y cuestas con mucha pendiente que está coronado por su espectacular castillo de origen árabe. La preciosa ermita de Nuestra Señora de la Antigua y Piedad también es un lugar imperdible para cualquier turista.
Montefrío (Granada)
En 2016, la revista National Geographic declaró a este pueblo de Granada como uno de los mejores del mundo. Mientras que el municipio se asienta en la loma de un peñón de la comarca de La Loja, encima del montículo hay una instantánea impresionante formada por la fortaleza árabe y la Iglesia de la Villa. Además, muy cerquita del pueblo se encuentra el Mirador National Geographic, nombrado así en honor a la publicación, que provocó una oleada de turismo en la localidad andaluza.
Frías (Burgos)
Con solo 267 habitantes, es la ciudad más pequeña de España, ya que recibió ese título en el siglo XV por parte del rey Juan II de Castilla, aunque en realidad se trata de un precioso municipio medieval. Asentado sobre el peñasco de La Muela, la localidad de Frías cuenta con uno de los castillos más impresionantes de Castilla y León, aunque no hay que dejar de ver su increíble recinto amurallado o su puente románico.
Rello (Soria)
El pueblo de Rello domina Los Altos de Bahoma, al sur de la provincia de Soria, desde lo alto del peñón en el que se asienta. Sus murallas dan cobijo a un precioso conjunto de casas de piedra que han sido declaradas Bien de Interés Cultural y Conjunto Histórico. Su castillo del siglo XI y sus numerosas iglesias son solo algunos de los encantos que ofrece esta pequeña localidad castellanoleonesa.
Ares del Maestrat (Castellón)
Sobre un promontorio del Alto Maestrazgo de Castellón se ubica el pueblo de Ares del Maestrat, de apenas 170 habitantes, pero con un impresionante castillo de origen romano que fue amurallado en los siglos posteriores y que a pesar de su estado de deterioro es un lugar increíble para visitar, por lo que el conjunto ha sido declarado Bien de Interés Cultural. Además, cualquiera que se acerque al municipio tampoco se puede perder su iglesia barroca.
Morella (Castellón)
En la provincia de la Comunidad Valenciana también se encuentra Morella, un precioso pueblo rodeado por una muralla de dos kilómetros en la que destacan sus dieciséis torres. Aunque sus muros exteriores sean imponentes, lo que se encuentra dentro de ellos no deja de ser menos abrumador: su castillo de estilo islámico del siglo XIII que domina el pueblo sobre La Mola o la imponente Iglesia Arciprestal de Santa María, así como el Acueducto de Santa Lucía, son solo algunos de los monumentos con los que cuenta esta preciosa localidad castellonense.
Castellfollit de la Roca (Girona)
Los edificios de Castellfollit de la Roca se asientan al borde del precipicio de un riscal de basalto. El segundo pueblo más pequeño de Cataluña es una auténtica maravilla arquitectónica, no porque no tenga edificios enormes, salvo la Iglesia de Sant Salvador, sino ya que pasear por su calle principal o acercarse a algunos de sus miradores es un auténtico milagro, todo ello hecho por el ser humano.
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