Aguas cristalinas y limpias encajadas entre paredes verticales de piedra: el Charco del Canalón es un lugar de ensueño en la provincia de Málaga. Se trata de un lugar perfecto para darse un chapuzón durante los meses de verano y está formado por varias pozas de diferentes profundidades a las que se suma la caída de una cascada que no hace más que añadir belleza al paisaje.
Un bello rincón dentro de un parque nacional
El Parque Nacional de la Sierra de las Nieves lo forman paisajes tan diferentes como las montañas calizas y escarpadas, los montes ondulados, las simas y pozos naturales y los bosques de pinsapos. Y dentro de ese entramado de naturaleza es donde encontramos Charco del Canalón, un bello rincón que pertenece al término municipal de Istán.
Estas piscinas naturales quedan encajadas entre las paredes de una garganta y recogen las aguas del río Verde, conocido así por la gran cantidad de verdín que cubre sus rocas. Por un lado, tenemos una poza principal alargada, estrecha y profunda, donde desagua una bonita cascada, mientras que más abajo encontraremos una pocita más pequeña, perfecta para los niños. A ello se suma la frondosa vegetación que las envuelve: alcornoques, pinos, enebros, brezales y jaras.
Cómo llegar al Charco del Canalón
Llegar hasta el Charco del Canalón es sencillo. Debemos salir en coche desde la zona alta de Istán, pasando junto a las instalaciones deportivas municipales, y encaminarnos por una pista que atraviesa el nacimiento de río Molinos. Tras unos 4 kilómetros de recorrido, giramos a la izquierda por un camino en pendiente de unos 2 kilómetros que nos llevará hasta las vegas del Colmenar, ya junto a río Verde. Aquí encontraremos dos explanadas donde podremos dejar el coche para seguir el recorrido a pie por una pista por la margen izquierda del cauce. Unos 2,5 km después, llegaremos por fin a las piscinas y podremos colocarnos tanto en las rocas de la orilla derecha como alrededor de la poza pequeña.
Aunque es una zona segura para toda la familia, hay que tener en cuenta algunas consideraciones previas. Para empezar, el verdín que cubre las rocas hace que resbalarse sea muy fácil, así que hay que ir con cuidado al pisarlo. Además, la poza principal es de gran profundidad, así que aquellos que nos sepan nadar deberían evitarla. Igualmente, deberíamos evitar ponernos justo debajo de la cascada, ya que sus aguas caen con gran fuerza.
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