Madrid, tanto por su ubicación, como por su relevancia a lo largo de la historia, ha sido un punto estratégico para diferentes civilizaciones de las que hoy en día siguen siendo visibles sus huellas artísticas y arquitectónicas. Algunas de ellas pertenecen al Imperio Romano, cuyo ejército llegó a los terrenos que hoy conforman la Comunidad de Madrid a mediados del siglo II a. C. para quedarse durante los siete siglos que duró su dominio en la Península aproximadamente.
La capital no es una de las zonas de nuestro país con mayor cantidad de monumentos romanos, ni mejor conservados, como puede ser el acueducto de Segovia o el núcleo de Ampurias en Girona, pero si cuenta con algunos restos conservados del legado romano que merece la pena descubrir. Estos se ubican en distintos municipios que van desde Alcalá de Henares a Carabanchel.
Ciudad romana de Complutum en Alcalá de Henares
El yacimiento arqueológico romano más relevante de Madrid se ubica en Alcalá de Henares. Complutum, sin duda, es la ciudad romana por excelencia de la capital, gracias a los muchos hallazgos que se han encontrado en la zona. Tal y como definen a Complutum desde su propia web, "la ciudad estaba compuesta por calles rectas sobre cuadrículas ordenadas, pórticos, foros, termas públicas, casas privadas de gusto refinado y ciudadanos cosmopolitas".
Considerado Bien de Interés Cultural desde 1998 y parcialmente visitable desde 2008, este espacio se compone de un foro donde se situaban los principales edificios públicos y la casa de Hippolytus (sede del Colegio de Jóvenes), con mosaicos de gran riqueza cultural. También encontramos otras partes como la Casa de los Grifos (de gente pudiente), la Casa de Marte (para una unidad familiar) o el Auguraculum (un lugar dedicado a la adivinación). Según las investigaciones, en Complutum vivieron alrededor de 15.000 personas y se trató de una urbe, que tuvo infraestructuras hidráulicas, mercados y termas.
La Villa Romana de Villaverde
A la orilla derecha del río Manzanares, se alzó una villa rústica romana de época Imperial. La villa romana de Villaverde fue descubierta por Fidel Fuidio el 30 de diciembre de 1927 cuando, buscando sílex y otros objetos prehistóricos, encontró una tierra oscura que contenía cerámica romana. De este yacimiento, no se han conservado muchas piezas, pero la principal es un mosaico bastante bien conservado que, al parecer, cubría el suelo de una habitación. Ahora, como otros hallazgos de la época romana, se puede visitar en el Museo de San Isidro.
La villa romana de Carabanchel
Algo similar sucedió en los terrenos sobre los que se ubica Carabanchel actualmente. Los vestigios de Roma en esta zona dejaron claro que, "dentro de la sencillez propia de lo que eran construcciones rurales, había un intento de dotarlas de una decoración exquisita y de comodidades a la manera de Roma", tal y como cuentan desde Arte de Madrid. La villa romana de Carabanchel fue la primera descubierta y de ella se conserva otro mosaico, además de utensilios de cocina y herramientas, que se pueden contemplar en el Museo de San Isidro.
Monumento romano de Piedra Escrita en Cenicientos
"El yacimiento Piedra Escrita, en Cenicientos, es un destacado testimonio material de la cultura romana en el suroeste de la Comunidad de Madrid, no solo por su condición de monumento simbólico y votivo, sino también por la permanencia del mismo en su ubicación original, actuando como hito de señalización fronterizo", explican desde la Comunidad de Madrid. Se trata de una gran piedra de granito que presenta un relieve en el que aparecen un hombre y una mujer, varios animales y distintas inscripciones, que según dicen, además de asociarse a la diosa Diana, marcaría el límite fronterizo del bosque de Cenicientos.
La villa romana de Valdetorres del Jarama
La villa romana de Valdetorres del Jarama presenta su principal peculiaridad en que es la única villa romana octogonal que hay en toda España. Erigida en tiempos del emperador Teodosio I, se ubicaba en un lugar privilegiado, desde el que se podía dominar todo el valle sobre el que se asienta, en la ruta entre las importantes ciudades de Complutum y Talamanca. Aunque se trata de un yacimiento que durante mucho tiempo estuvo abandonado, en la zona se pueden observar otros restos como el puente romano de Talamanca del Jarama.
Calzada romana de la Fuenfría en Cercedilla
La calzada romana de la Fuenfría son los restos de una calzada romana española que unía Segovia con Miacum (Collado Mediano). Al parecer, data de la época del emperador Vespasiano, que gobernó entre los años 69 y 79 d. C. y también es conocida como Vía XXIV de Antonino. Con el paso del tiempo sufrió diversas transformaciones, siendo especialmente reseñables las que realizó Felipe V en el siglo XVIII para facilitar el acceso desde Madrid hasta el palacio de La Granja. Aunque también fue ruta habitual para atravesar la sierra de Guadarrama.
El mausoleo de Arroyomolinos
Uno de los más recientes descubrimientos es el que tuvo lugar en 2008, cuando se hallaron de manera fortuita los restos arqueológicos de un yacimiento romano datado en torno al siglo V d.C a las afueras de Arroyomolinos. Se trataba de un doble mausoleo, en el que se descubrieron siete cadáveres y dos sarcófagos de plomo, propios de las familias adineradas romanas. Además, había una cámara contigua que albergaba ajuares, un atrio, un banquete funerario y frascos de hidromiel propios de los ritos funerarios de época romana.
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