Si hay un lugar en Europa para empezar la casa por el tejado, ese es Malopolska, o la Polonia Menor. Quizá suene más si decimos que es la provincia donde se encuentra Cracovia, antigua capital de Polonia y la ciudad de los reyes. Empezar por su tejado es hacerlo en el Parque Natural de los Tatras, con los únicos montes alpinos de Polonia y donde se encuentra su pico más alto, el Monte Rysy, con 2.503 metros.
En esta zona de Polonia hay fabulosas rutas de senderismo que llegan al cristalino lago de Morskie Oko
Atravesando sus pastizales alpinos y verdes prados de montaña, donde es posible ver una flor de edelweiss, se llega a sus bosques mixtos y frondosas arboledas con rutas entre robles, hayedos, pinares o abedules y al cristalino lago Morskie Oko. Fabulosas rutas de senderismo que pueden contratarse en Zakopane, la capital del invierno y gran villa de verano.
Zona de turismo activo
No importa el momento del año, siempre habrá algo que explorar en Zakopane y sus montañas. La aventura se adapta a todas las edades y formas físicas, con multitud de opciones para caminar, montar en bicicleta, practicar escalada o equitación, hacer rafting por el río Dunajec, esquiar en invierno o disfrutar durante todo el año de las aguas geotermales en los muchos balnearios que se encuentran en la zona. La propia ciudad resulta pintoresca y amable, los coches de caballos recorren sus calles y un mercadito se extiende a lo largo de Krupowki hasta el funicular que sube a Gubalowka, desde donde tendremos la mejor panorámica de los Tatra.
Numerosos artistas, escritores y bohemios se instalaron en Zakopane atraídos por la paz y la tranquilidad de las montañas
A finales del siglo XIX y principios del XX numerosos artistas, escritores y bohemios se instalaron en Zakopane atraídos por la paz y la tranquilidad de las montañas. Uno de ellos fue el polifacético Stanisław Witkiewicz, escritor, pintor, crítico y carpintero, y quien perfeccionó la forma ancestral de trabajar la madera en las construcciones locales, que partir de entonces tomarían el nombre de “Estilo Zakopane”.
De aquella época se conserva intacta Villa Atma (Alma), la casa de Carol Szymanowski, el restaurador, junto a su predecesor Chopin, de la música polaca. Ahora convertida en casa museo del compositor, es uno de los mejores ejemplos de este peculiar estilo.
Culto a la madera
Si habíamos empezado por el tejado, continuemos con la metáfora. No hablamos en vano de casas, tejados y construcciones porque Zakopane, efectivamente, tiene estilo propio que convierte el territorio también en ruta arquitectónica. La Unesco se fijó en esta peculiar forma de edificación en madera y la protegió para su conservación. Las casas de madera de Zakopane son emblema de todo el país. Hay que remontarse al siglo XV, cuando los habitantes de Malopolska, rodeados de imponentes arboledas, utilizaron aquel recurso para construir sus viviendas, chozas de trabajo o establos de ganado y también sus lugares de culto.
La iglesia de San Miguel Arcángel, en Debno, es el centro de muchas leyendas y milagros
La Ruta de la Arquitectura de Madera se extiende por más de 1.500 kilómetros y de las más de 700 edificaciones que llegó a haber se conservan 255. De todas ellas destacan 125 templos, entre los que se encuentran los que protegió la Unesco en 2003: Binarowa, Lipnica Murowana, Sekowa y Debno. Es esta, la iglesia de San Miguel Arcángel en Debno, pequeña en tamaño pero grande en arte, una de las más antiguas.
Como en el resto de iglesias de madera, en su construcción con maderas de alerce y abeto no se utilizaron clavos sino una técnica de entramado ideada por los carpinteros locales que llamaron zrebowa. Lo más especial de esta iglesia es la ornamentación de su interior, también en madera, pero policromada.
La protección del Arcángel
Fieles y lugareños aseguran que es un auténtico milagro que las policromías de San Miguel Arcángel permanezcan intactas y en perfecto estado de conservación desde mediados del siglo XV. Jamás han sido restauradas, como si el Arcángel guardián de los ejércitos y protector contra las fuerzas del mal impidiera que nada ni nadie afee su templo en el pequeño pueblo de Debno. Prácticamente todo el interior es una policromía, utilizando 33 colores diferentes. Teniendo en cuenta que en el siglo XV solo se utilizaban tintes naturales, es todo un prodigio. Los dibujos representan 77 escenas, entre dibujos florales, geométricos, figuras humanas y cazadores, incluido a San Jorge.
Se considera un milagro que las policromías de San Miguel Arcángel sigan en perfecto estado de conservación desde mediados del siglo XV
Muy pocos objetos originales se conservan en las iglesias de madera; de ellos, uno de los más importantes por antigüedad es el crucifijo gótico de Debno, que, humilde, cuelga de una viga tallada y también policromada. Otra joya del templo es su órgano de regalía, del siglo XVII, compuesto por pequeños órganos movibles y fáciles de trasladar. Se trata de uno de los instrumentos musicales más importantes del barroco polaco.
El "Robin Hood de los Cárpatos"
Cuenta la leyenda que el Arcángel San Miguel se apareció en este lugar a una cuadrilla de ladrones y bandoleros y fueron ellos quienes levantaron el templo. Quizá en honor a dicha leyenda también cuentan que este era el lugar favorito de Juraj Jánosik, el “Robin Hood de los Cárpatos”, para elevar sus rezos a Dios.
El “Robin Hood de los Cárpatos” acudía a rezar a la iglesia de San Miguel Arcángel. Fue ejecutado con apenas 25 años
Jánosik había nacido en 1688 en Eslovaquia, y recorría los caminos sin atender a fronteras, robando a comerciantes, ricos y nobles. Su figura es alabada, pues nunca mató a sus víctimas y repartía el dinero entre los más necesitados. Fue condenado a muerte y colgado de una costilla con apenas 25 años. Alto, guapo y fuerte, era carne de cañón para leyendas y fue inspiración de poemas, canciones e incluso películas y series. En una de ellas se rodó en esta iglesia el matrimonio de Jánosik con su amada, Maryna.
Otro atractivo de esta Ruta de la Arquitectura es el Festival de Música Hechizada en Madera, que se celebra cada verano para invitar al visitante a descubrir estas iglesias únicas entre actuaciones teatrales, música antigua, jazz y otras representaciones que logran una especie de sinestesia espiritual con el entorno.
Comentarios