Hohenzollern, el castillo de los reyes prusianos: una fortaleza imponente en la cima de la montaña

Esta increíble fortaleza neogótica se erige en lo alto de una sierra de Alemania y en ella han vivido varias generaciones de reyes. Ha sido reconstruida hasta en dos ocasiones y es uno de los destinos turísticos más visitados del país germánico. 
Situado a 50 kilómetros al sur de Stuttgart, en Baden-Württemberg, es el símbolo de la dinastía homónima y del origen y esplendor de Prusia. En 1852 se colocó la primera piedra, y en 1867 se completó la reconstrucción. Cuenta con 140 habitaciones, entre las que destacan la biblioteca, la habitación del Rey, una habitación del árbol genealógico y el "Salón Azul", la habitación de la Reina.
Castillo de Hohenzollern.
Getty Images
Situado a 50 kilómetros al sur de Stuttgart, en Baden-Württemberg, es el símbolo de la dinastía homónima y del origen y esplendor de Prusia. En 1852 se colocó la primera piedra, y en 1867 se completó la reconstrucción. Cuenta con 140 habitaciones, entre las que destacan la biblioteca, la habitación del Rey, una habitación del árbol genealógico y el "Salón Azul", la habitación de la Reina.

Por toda Europa hay repartidos decenas de miles de castillos. Mientras que en España se calcula que hay aproximadamente unas 2.000 fortalezas, algunas de ellas verdaderamente impresionantes, en todo el continente hay países que tienen muchos más edificios de este tipo. Un ejemplo de ello es Alemania, que cuenta con más de 25.000, solo por detrás de Italia, Francia e Irlanda.

En el país germánico hay absolutas maravillas de este tipo, como el célebre castillo de Neuschwanstein, aunque hay otras fortificaciones que también son dignas de visita, como la de Hohenzollern, que fue durante varios siglos una residencia real y que en la actualidad es uno de los destinos más visitados de la nación (300.000 turistas anuales). El motivo se debe, además de por su increíble arquitectura, al espectacular entorno en el que se ubica. Eso sí, el fortín actual no es el primero que hubo allí (ni el segundo).

El primer castillo de Hohenzollern (siglo XI - 1423)

Situado en la sierra de la Jura de Suabia, el castillo se alza en el cerro del que recibe su nombre, a unos 855 metros sobre el nivel del mar. En esta cima lleva habiendo un castillo durante más de un milenio, aunque el que se asienta actualmente sobre ella no es el primero que se construyó, y es que este alcázar se encuentra en un sitio estratégico que ha vivido varias guerras.

La primera fortificación de la que se tiene constancia fue erigida en el siglo XI, y aunque no se conocen muchos datos acerca de su construcción ni de su estilo arquitectónico, sí que se tienen certezas sobre su final: en julio de 1422 comenzó un asedio por parte de una liga de ciudades libres de Suabia que duró 10 meses y que el 15 de mayo de 1423 acabó con el castillo, aunque no se tardó mucho en reconstruir.

El segundo castillo de Hohenzollern (1454 - 1846)

Castillo de Hohenzollern.
Castillo de Hohenzollern.
Dietmar Scherf

Apenas una década después, en 1454, la Casa Hohenzollern ordenó la construcción de otro castillo en la misma ubicación para poder refugiarse en caso de futuras guerras (las cuales sucedieron). De este fortín sí que hay más detalles, como que tenía una planta medieval y contaba con tres torres. Durante los siglos que se mantuvo en pie, pasó por muchas manos y vivió numerosas batallas.

Esta segunda construcción fue testigo de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), durante la cual sufrió una breve ocupación, y tras la cual su propiedad pasó a manos de la Casa Hasburgo, convirtiendo al castillo de Hohenzollern en residencia imperial. En la Guerra de sucesión austríaca (1740-1748) los soldados franceses tomaron el castillo durante unos pocos meses, y tras el fin de la contienda la fortaleza fue prácticamente abandonada y se derrumbó casi por completo.

El tercer y actual castillo de Hohenzollern

Patio del Castillo de Hohenzollern
Patio del Castillo de Hohenzollern
Wikimedia Cominos

El rey Federico Guillermo IV de Prusia mandó volver a erigir el castillo a mediados del siglo XIX, cuya construcción finalizó en 1867. Inspirándose en numerosos estilos y fortines de Europa, sobre todo en el neogótico inglés y en los famosos castillos del Loira, y durante muchos años sirvió como recuerdo del poder de la Dinastía Hohenzollern. 

En el interior de sus muros se pueden encontrar 140 salas increíbles, como el Salón de los Condes (construido con los mejores materiales de todo el mundo) la biblioteca, las habitaciones reales o la mismísima Cámara del Tesoro, en la que se guardan reliquias tan preciadas como la corona del emperador Guillermo II o una carta del primer presidente de los Estados Unidos, George Washington. 

Dentro del castillo también se pueden encontrar varias capillas, aunque las que destacan son dos, que además dan culto a dos dogmas religiosos diferentes: la Capilla de San Miguel (lo único que se conserva de la segunda fortaleza), destinada al rito católico, y la Capilla del Cristo para los protestantes, mandada a construir por Federico Guillermo IV.

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