En el corazón de la isla de Bohol, en Filipinas, se ubica uno de los paisajes más espectaculares y misteriosos del mundo. Se trata de las conocidas como Colinas de Chocolate, un conjunto de montículos que se elevan entre 30 y 120 metros. Algunas tiene formas cónicas que emergen entre la vegetación exuberante en medio de la selva y abarcan las ciudades de Carmen, Batuan y Sagbayan.
Así, este paraje constituye uno de los principales atractivos de la décima isla más grande de Filipinas, un entorno único en el mundo en el que se calcula que hay 1.260 colinas que se extienden en un área de 50 kilómetros cuadrados.
Se originó hace millones de años
¿Por qué se llaman Colinas de Chocolate? Bien, este nombre se debe al color marrón que adquiere la hierba de las colinas al secarse entre los meses de diciembre y mayo. Durante estos meses, la lluvia cesa, lo que hace que el color verde característico de la zona deje paso a las tonalidades marrones que les da una apariencia de trufa.
Estas formaciones pertenecen a los conocidos como paisajes kársticos, lugares que emergen como consecuencia de la disolución de la roca por efecto de la lluvia, aguas superficiales y subterráneas. Así, su origen reside en la deposición de sus componentes en el mar debido a la acumulación de esqueletos calizos de organismos marinos.
No obstante, no fue hasta el Plioceno cuando la roca calcárea se fracturó y se elevó sobre el nivel del mar por el movimiento de las placas tectónicas, dando lugar a la impresionante imagen de la que podemos disfrutar hoy en día.
Una mitología propia
Igualmente, el lugar desprende un aura hipnótica y misteriosa que evoca a diferentes historias que dejan lugar a la imaginación. Y es que, las Colinas de Chocolate cuenta con sus propias leyendas. En una se dice que dos gigantes lucharon entre sí de usando rocas, las mismas que conforman hoy el paisaje.
Por otro lado, se cuenta que un gigante inmortal llamado Arogo se enamoró locamente de una mujer humana que habitaba en la misma isla de Bohol. Sin embargo, cuando esta murió, lloró durante varios días y las lágrimas que derramo se transformaron en las colinas.
¿Cuándo viajar a las islas Bohol?
Gracias al clima tropical con el que cuenta la isla cualquier época es buena para visitarla. Sin embargo, la mejor temporada es durante los meses secos, entre diciembre y mayo, pues es el momento óptimo para visitar las Colinas de Chocolate y admirar el color tan característico. Además, la isla es un lugar perfecto para actividades deportivas como el buceo o la natación.
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