Para aquellos que anhelan que el espíritu de la Navidad dure todo el año, el Museo del Vidrio y Joyería de Jablonec Nad Nisou, una pequeña casa en el corazón de Bohemia (República Checa) y los habitantes de un pueblo harán que la parte estética del deseo se haga realidad.
WOW, World of Wonders, es una de las exposiciones permanentes del Museo del Vidrio de Jablonec. Se trata de la mayor colección pública de adornos navideños del mundo y apenas acaba de cumplir un año. Más de 15.000 piezas de cristal soplado desde finales del siglo XIX hasta nuestros días. Una muestra única y excepcional inspirada en los Estados Unidos por ser el primer país demandante de estos adornos con identidad propia, el cristal de Bohemia. Las bolas de cristal están expuestas en oleadas de color como símbolo del océano que nos separa.
La exposición permanente World of Wonders tiene más de 15.000 piezas y adornos realizados con cristal de Bohemia
Como los huevos Fabergé
Los primeros ornamentos navideños de cristal soplado proceden de las montañas de Jizera y datan de 1840. En aquella época Alemania fue el gran cliente hasta que a finales del siglo XIX los Estados Unidos se rindieron ante la belleza y exclusividad de los adornos navideños checos. Una magistral puesta en escena para recorrer la historia de la Navidad a través de las bolas de cristal que han decorado cientos de árboles por todo el mundo. Si bien todas tienen un momento que contar, nos quedamos con las que replican los famosos huevos Fabergé, máxima exquisitez en contraposición con las figuras diseñadas durante la época comunista, cuando estaba prohibido celebrar la Navidad y los motivos decorativos de las fiestas eran sencillos objetos cotidianos.
Portales de Belén en miniatura
A escasos 15 kilómetros, en Železný Brod, un pequeño pueblo tan encantador como bohemio, se encuentra la casa museo de Alena Kortanová. Desde pequeña Alena colecciona portales de Belén, todos en miniatura y todos de cristal de Bohemia. Los más antiguos son los que hacía su propia madre, quien le inculcó la pasión por los belenes. Los cristaleros más famosos de Bohemia han fabricado para Alena más de cien belenes que expone en su pequeño museo, eso sí, el único del mundo dedicado en exclusiva a los belenes en miniaturas acristaladas.
En el pequeño pueblo de Železný Brod se encuentra el único museo del mundo dedicado en exclusiva a los belenes en miniaturas acristaladas
Perlitas sopladas
La ruta por la eterna Navidad continúa hacia Poniklá, donde desde hace más de cien años los habitantes de este pueblo comenzaron a enganchar perlitas de cristal en finos alambres con los que idearon primero adornos corporales y luego figuras navideñas. Todo se elabora a mano, con meticulosidad admirable. Obras son paciencia y también buenas razones, y gran parte de la localidad se dedica a esta labor para la fábrica Rautis. Pueden hacerlo desde sus propias casas y trabajan todo el año. En 2020 la Unesco los incluyó como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Si bien las más famosas son las estrellas, tiene más de 20.000 prototipos y elaboran 150.000 piezas al año, todas de cristal soplado, plateadas, teñidas, cortadas y moldeadas con los diseños más variopintos.
Entre bolas de cristal, perlitas sopladas y portales de Belén, un paisaje fascinante completa esta inusual y pintoresca ruta. Estamos en el corazón más bello de Bohemia del Norte, entre las Montañas Gigantes, el Geo-Parque de la Unesco y los Montes de Jizera. Eterna Navidad y naturaleza exuberante a disposición de almas soñadoras, viajeras y quizá, también, algo sentimentales.
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