En lo alto de un cerro, controlando todo el territorio a su alrededor, yergue imponente el Castillo de Riba de Santiuste. Esta fortaleza de la provincia de Guadalajara no es muy conocida a pesar de su reciente restauración y su interesante historia. Eso sí, sobre el lugar se cuentan varias leyendas que tocan lo paranormal, y es que según dicen, el castillo es habitando por un fantasma que vaga eternamente por sus pasillos.
Una fortaleza con enorme valor histórico-artístico
El castillo de Riba de Santiuste se encuentra situado en la pedanía del mismo nombre, que pertenece al municipio de Sigüenza. Se alza en la cumbre de un peñón, en un punto muy estratégico, y tal y como señalan desde la web de Cultura del Gobierno de Castilla-La Mancha, "se trata de una fortaleza de tipo fronterizo, y es innegable su valor histórico-artístico como vestigio de la Edad Media feudal".
La primera constancia que se tiene del castillo se remonta al siglo XII, en tiempos de Alfonso VI. El monarcá donó la fortaleza y la villa de la Rippa, situada en las inmediaciones, al obispo de Sigüenza, Bernardo de Agén. Años después, ya en el siglo XV, fue asaltada por las fuerzas navarras, quienes lo utilizaron como base de operaciones para saquear Sigüenza y su tierra.
El obispo de ese entonces encargó al deán López de Madrid que lo recuperara, lo que consiguió tras un asedio de cinco meses. Mucho más tarde, en el siglo XIX, las tropas francesas volaron el castillo durante la Guerra de la Independencia para que los guerrilleros no lo utilizasen como refugio.
Un espectro que merodea
En cuanto a la estructura, el castillo de Riba de Santiuste presenta el típico aspecto de todas las fortalezas castellanas altomedievales. Consta de un primer recinto amurallado, que se va adaptando al escarpado terreno, con altos muros almenados y dos torreones de refuerzo en los extremos. Por otro lado, la fortificación como tal tiene noventa metros de largo por catorce de ancho.
El primer espacio al entrar lo conforma un patio de armas de reducidas dimensiones. A través de este se llega a cuatro torres y a diversas estancias, que desembocan en otro patio rematado con una torre pentagonal. El castillo acoge varias dependencias, chimeneas y elementos procedentes de la última restauración.
Más allá de la historia y la arquitectura del castillo de Riba de Santiuste, las leyendas populares que se cuentan sobre el lugar hablan de un espectro, una mujer llamada Manuela que merodea por los pasillos y las estancias y que se asoma a las almendras de la fortaleza. Además, según los testimonios de personas que han visitado el castillo, han llegado a sentir e incluso han visto presencias inexplicables, además de escuchar algún que otro ruido inexplicable.
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