Cinco paradas que merecen la pena de camino a la playa para aprovechar mejor el viaje

La playa más cerca de Madrid está a 360 kilómetros; a las del norte se tarda, como mínimo, cuatro horas en coche y los fanáticos de Cádiz saben que estarán más de seis horas de viaje
La playa más cerca de Madrid está a 360 kilómetros; a las del norte se tarda, como mínimo, cuatro horas en coche y los fanáticos de Cádiz saben que estarán más de seis horas de viaje
La playa más cerca de Madrid está a 360 kilómetros; a las del norte se tarda, como mínimo, cuatro horas en coche y los fanáticos de Cádiz saben que estarán más de seis horas de viaje
La playa más cerca de Madrid está a 360 kilómetros; a las del norte se tarda, como mínimo, cuatro horas en coche y los fanáticos de Cádiz saben que estarán más de seis horas de viaje
Wochit

La playa más cerca de Madrid está a 360 kilómetros; a las del norte se tarda, como mínimo, cuatro horas en coche y los fanáticos de Cádiz saben que estarán más de seis horas de viaje hasta su destino. Por eso, ya que hacer una parada es algo necesario, mejor elegir bien el lugar para que se convierta en una visita interesante.

Como hacer una parada es algo necesario, mejor elegir bien el lugar para que se convierta en una visita interesante

Con estas cinco paradas harás que tus vacaciones empiecen antes de lo que pensabas. O, si lo prefieres, a la vuelta, para retrasar un poco más la llegada a casa y estirar el viaje.

Ayuntamiento y castillo de Almansa.
Ayuntamiento y castillo de Almansa.
Marc Venema

1. Almansa, por la A-31

Si vas camino de las playas de Alicante e incluso algunas de Murcia pasas muy cerquita de este pueblo de la provincia de Albacete. De hecho, desde la misma A-31 se diferencia claramente su castillo. Está situado a tres horas de la capital, por lo que ya empieza a apetecer estirar las piernas. Y nada mejor que hacerlo subiendo por las empinadas calles de este pueblo que siempre terminan en su castillo. Una impresionante fortaleza fronteriza entre los reinos de Castilla y Aragón y el reino musulmán de Murcia que hoy se puede visitar.

Arco romano y vista de Medinaceli.
Arco romano y vista de Medinaceli.
Getty Images/iStockphoto

2. Medinaceli, por la A-2

 ¿Cuántas veces has ido de Madrid a Barcelona, o viceversa, por la A-2 y has pensado en parar en este pequeño pueblo de Soria? Medinaceli está a casi dos horas de Madrid y al llegar te encontrarás un pueblo que no dice nada. Pero es que hay que ir un poco más arriba para conocer la parte más antigua y encontrar también su arco romano. Calles de piedra en las que el tiempo se ha detenido y donde las prisas por llegar o la depresión por volver se esfuman. Uno de los tesoros de la provincia de Soria que es más sencillo descubrir.

Palacio Ducal de Lerma, hoy Parador Nacional.
Palacio Ducal de Lerma, hoy Parador Nacional.
JOSE L. VEGA

3. Lerma, por la A-1

 Los enamorados del norte (Cantabria y País Vasco) saben muy bien lo incómoda que puede llegar a ser la autovía A-1 por sus atascos a la salida de Madrid. Pero una vez en la provincia de Burgos, además de que las temperaturas suelen bajar bastante, encontramos varios pueblos que merecen dedicarles más tiempo que el que tardamos en tomar un café rápido.

Si paras en Lerma, no te vayas sin unas rocas de chocolate del convento de Santa Clara

Uno de los preferidos es Lerma, a 200 kilómetros de Madrid. Se trata de uno de los pueblos más bonitos de España. Una villa señorial que se articula en torno a su impresionante Palacio Ducal, hoy Parador Nacional. Si el viaje es en agosto, es muy probable que coincidas con alguno de los eventos que se organizan para recordar su pasado barroco. Y tanto vayas o ya vuelvas, llévate contigo unos dulces del convento de Santa Clara. Las rocas de chocolate están para morirse. O las trufas o las pastas…

La singular Plaza Mayor de Tembleque.
La singular Plaza Mayor de Tembleque.
Getty Images/iStockphoto

4. Tembleque, por la A-4

El cartel de su desvío en la A-4 te ha llamado la atención en cada uno de tus viajes. Todo el mundo sabe que hay un pueblo al poco de salir de la Comunidad de Madrid, en la provincia de Toledo, con este nombre, pero no todos conocen que tiene una de las plazas más bonitas. Emblema del barroco popular del siglo XVII, se trata de un espacio abierto porticado en el que se celebraban corridas de toros con Felipe IV y con Quevedo entre los asistentes.

Interior del castillo de Oropesa.
Interior del castillo de Oropesa.
Getty Images

5. Oropesa, por la A-5

La carretera A-5 que nos lleva a Extremadura, Sevilla y las playas de Andalucía occidental también es un clásico en estas fechas. Si al leer Oropesa te has ido directo al municipio valenciano debes regresar, ya que este pueblo de Toledo está a tan solo hora y media de Madrid.

Parar en Oropesa es como realizar una pequeña escala en las calles de la Edad Media, y se puede dormir en su castillo 

Parar en Oropesa es viajar a la Edad Media, ya que conserva perfectamente el trazado de sus calles, así como muchos detalles reconocibles hoy día de su castillo, que es hoy un Parador Nacional, así que si te enamoras de este lugar y necesitas más tiempo, siempre puedes alargar las vacaciones durmiendo aquí.

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