Los paraísos del teletrabajo y el nuevo perfil de nómadas digitales, ¿se ha unido España a esta nueva moda?

Según un reciente estudio, el 63% de los emprendedores estaría dispuesto a crear su empresa fuera de España. Bienvenidos a la cultura de los 'digital nomads': más de una treintena de países esperan por ser descubiertos (y algunos de ellos muy paradisiacos). 
Los nómadas digitales viajan de país en país, visitando de media una docena al año.
Los nómadas digitales viajan de país en país, visitando de media una docena al año.
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Los nómadas digitales viajan de país en país, visitando de media una docena al año.

Un ordenador —habitualmente un portátil—, un smartphone, conexión a Internet, una mesa y una silla suelen ser suficientes para que un nómada digital haga su trabajo.

Es probable que pienses que te estoy hablando de otra ‘modernez de palo’, que no son más que trabajos al estilo ‘New Age’. Pero la realidad es bien distinta: en muchas ocasiones, especialmente en el sector tecnológico, hablamos de profesionales de alta cualificación que quieren ir a un nuevo territorio en busca de mejores condiciones de vida, pero sin perder sus condiciones laborales o renunciar a su empleo.

No es que esta dinámica no existiera antes, lo que ocurre es que tras la pandemia el trabajo en remoto se expandió mucho más, surgiendo esta nueva modalidad que permite tener lo mejor del desarrollo profesional y del personal. 

¿Qué tipo de perfiles se apuntan a este movimiento?

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Ignacio Nieto

  • e-residente de Estonia y fundador de Companio, una empresa que se dedica a ayudar a los emprendedores a crear y gestionar sus negocios online.

Ignacio Nieto es nómada digital desde hace más de siete años. Su primer destino, Riga, estaba relacionado con su entonces trabajo por cuenta ajena, pero, a partir de ahí, decidió montar su propio negocio y seguir viajando por el mundo como emprendedor. Actualmente reside en Lisboa y ha pasado ya por Letonia, Estonia, Alemania, Croacia, Serbia, Bulgaria, Lituania, Tailandia, Indonesia, Bali y Eslovenia.

Normalmente, se queda unos seis meses en cada destino, el tiempo suficiente para sumergirse en la cultura local. “Es un fenómeno que lleva ya unos años ocurriendo, pero que las consecuencias del COVID contribuyeron a acelerar: de repente, mucha gente se dio cuenta de que se podía trabajar perfectamente online, independientemente de la localización geográfica”, afirma.

“Entiendo que las ventajas que yo encuentro en el nomadismo digital coinciden con las de muchas personas: puedes viajar, trabajar a tu ritmo y con tus propias normas. Creo que es una manera un poco más humana de hacer tu trabajo, eligiendo dónde quieres estar y teniendo más oportunidades de hacer lo que realmente quieres hacer”, señala.

Por supuesto, reconoce, también hay desventajas: “Ganas libertad, pero a cambio tienes que responsabilizarte más de tu trabajo, ser mucho más constante. Al no tener un jefe mirándote por encima del hombro en una oficina, tú mismo tienes que tomar toda la responsabilidad”.

“En un contexto global como el actual, si tu trabajo es totalmente independiente de la localización geográfica, deberías poder realizarlo libremente desde cualquier lugar”.
CEO Global de Startup Wise Guys,

Cristóbal Alonso

  • CEO Global de Startup Wise Guys

“Durante la pandemia, dado que las compañías mandaron a la mayoría de sus trabajadores a casa, muchos empleados empezaron a experimentar con el trabajo en remoto. Y muchos de ellos fueron a geografías y lugares que anteriormente no estaban en el mapa de destinos probables para ellos”, comenta Cristóbal Alonso, CEO Global de Startup Wise Guys.

Muchas personas, continúa el empresario, se dieron cuenta de que “esta forma de trabajar era la que les daba una mejor calidad de vida y que era su forma ideal de trabajo a partir de ahora”. “Algunos hicieron que sus compañías aceptarán esos hábitos de trabajo como para de la pospandemia. Otros simplemente dejaron sus compañías y buscaron trabajar para compañías que aceptan esa forma de vida o como trabajadores independientes (freelancers, contractors)”, añade.

“En un momento dado había más de 50.000 lituanos trabajando desde Tenerife”.

¿Y qué países están liderando este cambio de paradigama?

Pese a las evidentes ventajas que ofrece este modo de vida, trabajar en remoto también se encuentra con hándicaps que pueden condicionar el destino como, por ejemplo, la conexión a Internet o el tipo de visado. En general, toda la burocracia, gestiones y papeleos que supone instalarte en un sitio nuevo. Por eso mismo hay ya iniciativas muy consolidadas en algunos territorios que facilitan esas tediosas tareas a los nómadas.

Más de 30 países cuentan con visados especiales para nómadas digitales y entre las opciones hay playas paradisíacas, que a estas alturas del año le dan otro rollo al teletrabajo.

Países como Canadá o Estonia están liderando este movimiento, pero también hay otros que apuestan por esta modalidad profesional, como Estados Unidos, Croacia o Italia. “El nómada digital es un perfil de trabajador normalmente bien formado, que trabaja online en un empleo posiblemente bien remunerado, pero que no está contribuyendo a la economía de los lugares a los que viaja. Es natural que varios países se hayan dado cuenta de esto y quieran regularizar de alguna manera estas situaciones mediante herramientas como las visas para nómadas digitales”, comenta Nieto.

La cruz de la moneda: ir a paraísos 'pobres' y hacer que la vida de sus habitantes se encarezca

No todo son ventajas en este nuevo mundo de los nómadas digitales, tal y como cuentan en un interesante en el medio internacional Rest of the world.

Cuando los profesionales modernos, adinerados y de buen estatus llegan a ciudades de menor riqueza económica, se producen dos fenómenos: por un lado, se podrían decir que pueden servir de empuje a la economía de la zona, ya que consumen allí y generan valor; sin embargo, por otro lado, al tener mayor poder adquisitivo lo que provocan sin quererlo es una inflación de precios desbocada.

El alquiler, los servicios… todo sube a su alrededor y, aunque ellos pueden permitírselo, los habitantes de la zona no tanto. O al menos no la mayoría.

La diferencia de ingresos entre los nómadas y la clase profesional colombiana es inmensa. Los alquileres en Laureles se han disparado. Un apartamento de una habitación en Medellín ahora se alquila por el ‘precio gringo’ de unos 1.300 dólares al mes, en un país donde el ingreso mensual medio es de 300 dólares”, explica el citado reportaje hablando sobre la situación en Colombia.

Pero sucede igual en otros destinos: como sugiere su nombre, los nómadas digitales se mueven mucho y Medellín ha sido uno de los últimos ‘hot spots’ en unirse a un circuito global que se extiende por latitudes tropicales, en el cual el sudeste asiático es el destino preferidoen el popular sitio web Nomad List, cuatro de las diez ciudades principales son de la región—.

Esa cruz de la moneda también ha llegado a Europa, ocurriendo lo mismo en ciudades ‘menos costosas’ de Portugal y Rumanía.

Habitualmente imaginamos a estos trabajadores sentados en una playa tomando mojitos con un ordenador, pero ellos desmienten esa idea: "Si puedes ver romper una ola, no estás haciendo el trabajo"
Habitualmente imaginamos a estos trabajadores sentados en una playa tomando mojitos con un ordenador, pero ellos desmienten esa idea: "Si puedes ver romper una ola, no estás haciendo el trabajo"
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¿Qué pasa en España?

El Gobierno de España, consciente de esta latente necesidad y gran oportunidad para el ecosistema económico del país, hace tiempo que se encuentra inmerso en el proyecto ‘Ley de Startups’. Una propuesta de visado para nómadas digitales que favorece al ecosistema de las empresas emergentes y atrae al emprendimiento innovador debido a los beneficios fiscales y económicos que ofrece.  

Esta norma ha creado un nuevo tipo de visado que permite establecerse y teletrabajar en España durante un periodo máximo de un año con opción de ampliar ese periodo.

Nuestro país podría tener muchas papeletas para ser elegido como destino predilecto por esta ‘cultura nomad’, especialmente por contar con dos factores que suelen gustar en lo que a calidad de vida se refiere: buen clima y buena gastronomía.

A riesgo de sonar a ‘paella, sol y olé’, estos dos tópicos sobre España no se alejan de la realidad y han sido el reclamo del país en lo turístico durante décadas. Ahora tal vez se lo lleven al terreno laboral diciendo, por ejemplo, que el buen clima español ayuda en gran parte a mantenerse activo, practicar deporte y socializar y que eso, traducido a nivel profesional, mejora el networking.

Dicho esto, no todo va a ser buena vida: el amplio despliegue de telecomunicaciones y el impulso a la digitalización de España también son factores clave para que se opte por nuestro territorio.

Ciudades como Las Palmas de Gran Canaria, Puerto del Rosario en Fuerteventura, Santa Cruz de Tenerife y Palma de Mallorca se destacan como lugares idílicos para teletrabajar por su equilibrio entre calidad de vida y coste de vida, según el portal Nomad List.

“España se encuentra en una posición interesante tanto en el envío como en la recepción de nómadas digitales. Por un lado, el país se ha posicionado como un destino atractivo para nómadas digitales debido a factores como el buen clima, precios razonables y disponibilidad de WiFi de calidad. No obstante, en comparación con otros destinos, las ciudades en la península ocupan puestos más bajos en el ranking debido a factores como el alto precio de la vivienda. Aunque España atrae a nómadas digitales, todavía hay espacio para mejorar la competitividad y atraer a más profesionales remotos”, destaca Héctor Mata, CEO y cofundador de Shakers.

La 'trampa' de la Ley de Startups

Con la aprobación de la Ley de Startups en diciembre —que para atraer talento e inversión facilitando la llegada de nómadas digitales ha establecido un nuevo visado para el teletrabajo— llegaron algunas dudas y problemas fiscales.

Los nómadas digitales que ocupan puestos productivos no suelen tener problemas con Hacienda. Se les considera trabajadores remotos e incluso pueden beneficiarse de ciertas rebajas fiscales. Sin embargo, los nómadas digitales que ocupan cargos directivos pueden ser considerados por la Agencia Tributaria como una filial con sede física en el país. Esto puede complicar las cosas para la empresa.

Cuanto mayor sea su responsabilidad dentro de la empresa, más argumentos para que la Agencia Tributaria pueda considerarlo como sede física de la empresa y demandar a la empresa el pago del Impuesto de sociedades del 25% como haría con cualquier sucursal de una empresa internacional.

¿Nos hemos olvidado del teletrabajo?

Como decimos, España puede ser uno de los destinos preferidos para los nómadas digitales, profesionales internacionales que trabajan totalmente de forma remota y que buscan localización que ofrezcan un ambiente empresarial y una amplia oferta de ocio con un clima agradable. La llegada de estos perfiles de teletrabajadores contrasta con la realidad del mercado laboral español, donde el teletrabajo sigue una tendencia a la baja desde el pico experimentado durante la pandemia iniciada en 2020.

Según datos de Eurostat referentes a 2021, solo un 15,5% de los profesionales “a veces” trabaja desde casa en España, mientras un 9,6% lo hace la mitad de la jornada, porcentajes tres veces inferiores a los registrados en Países Bajos o Irlanda.

La reducción del teletrabajo en España [tras la pandemia] es alarmante, especialmente si tenemos en cuenta que es una opción preferida por más del 60% de los trabajadores y que un 35% dice que en su actual empleo podrían trabajar remotamente. Los datos de la Encuesta de Población Activa indican que solamente un 6,6% de los empleados trabajaron desde casa más de la mitad de los días en el tercer trimestre de 2022, mientras un 5,4% lo hicieron ocasionalmente”, expone Daniel Asensio, country manager de Wildix en España.

Y añade: “Una de las principales causas de esta regresión es la ausencia de planes de digitalización de procesos que permitan a las empresas apostar y confiar en políticas de trabajo no presencial. Es necesaria una solución tecnológica accesible y asequible a la realidad de cada organización. No solamente vivimos un periodo de transformación digital, también de relevo generacional en el que el teletrabajo es un valor que determina la retención del talento en las empresas”.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, un 15,5% de las empresas no dispone de los medios tecnológicos suficientes para implementar el teletrabajo, mientras un 35,8% no valora implantarlos a pesar de que podrían potenciar este modelo. Esta cifra varía según las distintas regiones, siendo más baja en Cataluña o el País Vasco, pero superior en las comunidades interiores, incluida Madrid.

Destaca el hecho de que más del 20% de las empresas en la capital no tienen la tecnología suficiente para teletrabajar, mientras un 48% la han descartado. “Parece contradictorio cuando en términos generales España dispone de una estructura de banda ancha muy capilar y de notable calidad que permite garantizar la alta disponibilidad del usuario remoto. Ahora es el momento en el que el conocimiento empresarial y tecnología han de trabajar en conjunto para desarrollar planes de digitalización solventes. Adaptar los procesos de negocio a través de la tecnología disponible es esencial para que las empresas sean competitivas y confíen en el amplio beneficio que supone el teletrabajo”, apunta Asensio.

Concluye destacando que “la tecnología está disponible”, pero debemos “personalizarla para cada casuística empresarial”. “No hay que buscar soluciones estándar y milagrosas, ya que no existen. La empresa debe apostar por soluciones construidas según su modelo de negocio”.

Habitualmente un nómada digital solo necesita un portátil para trabajar.
Habitualmente un nómada digital solo necesita un portátil para trabajar.
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¿Y qué hay de los de aquí que se quieren marchar?

Según un estudio realizado por el programa e-Residency de Estonia, parece que en España hay más apetito por emprender que en otros países líderes europeos, ya que un 25% de los españoles encuestados estaba interesado en montar su propio negocio o ya había dado pasos para ello —cifra superior a la de Reino Unido (20%) o la de Alemania (21%)—.

De este 25% de emprendedores españoles, y siempre según el mencionado estudio, el 63% estaría dispuesto a crear su empresa fuera de España. Entre los principales motivos para elegir otro país para establecer su empresa, los encuestados citan en primer lugar la reducción de la burocracia (44%), seguida de la disminución de los costes asociados a la empresa (42%) y la posibilidad teletrabajar con total independencia geográfica (36%). Asimismo, también señalan la mayor facilidad para acceder a todos los mercados de la Unión Europea (29%) y los procesos digitales para administrar y gestionar la empresa (22%).

En contraposición, de los que no se irían fuera, la mitad señala el idioma extranjero como principal barrera, seguido de las “dudas sobre si sabrían realizar los procesos de forma correcta” (49%). 

El caso de Estonia

“Lanzado en 2014, e-Residency de Estonia es el único programa del mundo que proporciona a los solicitantes —sin importar dónde se encuentren— un documento de identidad digital seguro con el que pueden acceder a todos los servicios gubernamentales digitales de Estonia, incluyendo la creación y gestión de una empresa 100% online de manera rápida, con altos estándares de seguridad y una burocracia y costes mínimos”, explican desde la organización.

En febrero de este año el país emitía su tarjeta de e-Residency número 100.000, fecha en la que se contabilizaban unos 4.500 españoles dentro del programa. Katrin Vaga, directora de PR de la iniciativa, afirma que “España es el país donde más están creciendo las solicitudes de la e-residencia y la creación de empresas en Estonia”.

De hecho, España se ha convertido en el país cuyos ciudadanos abren más empresas en Estonia. En 2022, los e-residentes españoles crearon 544 empresas estonias, superando con creces a los siguientes países en la lista: Alemania, con 421 empresas, y Ucrania, con 358. “Y la tendencia va en aumento: solo en los seis primeros meses de 2023, ciudadanos españoles ya han abierto 626 empresas en Estonia”, informan.

En total, desde que se creó el programa, ciudadanos españoles han constituido 1.766 empresas en Estonia. 

Y la iniciativa canadiense

La estrategia de Canadá para atraer el talento tecnológico es facilitar la residencia a nómadas digitales. Recientemente, simplificaron la solicitud de visado como visitante durante seis meses. Esto puede ser muy útil para los teletrabajadores, pero, además, si aceptan ofertas de trabajo en una empresa canadiense, el permiso puede alargarse o incluso se puede solicitar la residencia permanente.

En concreto, el país americano cuenta con lo que llaman el ‘Programa de Movilidad Internacional’.

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