Millones de toneladas de plástico flotan en los ríos, vías fluviales y océanos cada año. Es tanta la contaminación que las Naciones Unidas estiman que el 95% del plástico del océano es transportado por los diez principales ríos del mundo.
Esta situación no tiene un futuro muy optimista, sino que la previsión es que en 2040, el volumen de basura plástica se triplique hasta los 37 millones de toneladas al año y los 50 kilos por metro de costa.
Debido a esta situación, una empresa de Hong Kong, Open Ocean Engineering, ha diseñado Clearboat Neo, un dron acuático para limpiar las aguas y que funciona de forma autónoma gracias a la Inteligencia Artificial.
Su función es recolectar toneladas de basura y es capaz de recoger hasta una tonelada métrica de plástico por día gracias a una cinta transportadora que lleva los residuos hasta la popa de este contenedor.
Además de residuos, también es capaz de capturar petróleo y combustible que haya sido derramado en el mar. Puede hacerse con hasta 15 litros de líquidos contaminantes diarios, ya que como aseguraba el co-creador de Clearboat Neo, si limpiamos nuestros ríos y puertos, “estamos ayudando a limpiar nuestros océanos”.
La gran diferencia de este aparato con otros recolectores de basura marina es que su reducido tamaño lo hacen perfecto para los puertos, los canales y los ríos. Además, cuenta con un gran sistema de Inteligencia Artificial gracias a Azure, la nube de Microsoft.
Clearboat Neo es capaz de recopilar gran cantidad de datos mediante un sistema de detección de dos cámaras. Una primera para examinar la superficie del agua y que identifique la basura y evite cualquier peligro existente y la otra para transmitir la imagen de los residuos y la ubicación al sistema de cumplimiento de datos de la empresa.
Precisamente lo más complicado para los ingenieros que diseñaron este aparato fue desarrollar un modelo de Inteligencia Artificial que detectase los desechos en el agua porque no contaban con la tecnología suficiente para entrenar y ejecutar los modelos.
Para solucionar este problema, empezaron a utilizar la tecnología de Microsoft Azure y gracias a ello, los ingenieros están descubriendo como termina la basura en el agua.
Con esto han conseguido una gran cantidad de información, y ahora son capaces de conocer la composición de los elementos, rastrear los orígenes de los desechos marinos y abordar la contaminación desde la raíz.
Por ahora el proyecto se está desarrollando en Hong Kong y ha identificado que solo del 20% al 40% de los residuos marinos se pueden reciclar. El objetivo es que se extienda a otros países y los expertos confían en que tienen entre sus manos una solución global a este problema.
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